La estrategia, el camino ideal del Córdoba hacia el gol

El Córdoba tiene en las jugadas ensayadas a balón parado una de sus mejores armas para batir a sus rivales en el inicio de temporada

Dos de los tres tantos que ha logrado el Córdoba en el inicio de temporada han llegado a través de jugadas a balón parado. Acciones ensayadas en lanzamientos de falta o saques de esquina que han dado frutos y otorgado hasta cuatro puntos. Así, el conjunto blanquiverde ha encontrado un auténtico filón, un buen camino hacia el gol y, por tanto, hacia la victoria. La pizarra incluso ha servido para ver como los de Pablo Villa remontaban al Sevilla con sendos lances que partían con el esférico estático. No cabe duda de que el técnico alcorconero ve en este tipo de situaciones una de las mejores armas para superar a sus rivales, algo que siempre ha interesado pero que no ha recogido tan alto grado de efectividad como en la actual campaña.

Un gol de López Silva en Riazor abrió, en este sentido, el tarro de las esencias del cuadro califal. Un movimiento bastó a Fran Cruz para evitar que la zaga del Deportivo pudiera evitar el avance del onubense para recoger la pelota tras un saque de falta y marcar para encaminar al equipo hacia su primer triunfo de la historia en el estadio coruñés. Fue la primera muestra de lo que puede dar el Córdoba en este tipo de acciones y que se repitió en el siguiente choque, el de la tercera jornada. Ante el Alavés, cuando peor pintaban las cosas para los blanquiverdes, nuevamente una jugada a balón parado sirvió para rescatar un punto. En esa ocasión el inicio estuvo en un córner, que remató a la perfección Iago Bouzón.

La pizarra es fundamental en una categoría tan igualada, en la que se pretende dejar pocos huecos a las delanteras rivales y en la que el gol tiene un valor realmente elevado. Sin ir más lejos, el duelo de este domingo en Éibar es otra buena oportunidad para sacar a relucir la virtud del equipo en las acciones ensayadas. El Córdoba tiene la lección bien aprendida y Bernardo y Raúl Bravo dieron fe de ello en el amistoso ante el Sevilla. De hecho, y aunque esos dos tantos no cuenten como oficiales, han sido más los defensores que han encontrado el camino del gol que los hombres de vanguardia. Esta circunstancia es posible, sobre todo, por la estrategia que tan bien pulida tiene el conjunto dirigido por Pablo Villa.

Resulta curioso que la escuadra califal muestre tanta efectividad con las acciones de estrategia, puesto que es algo en lo que no ha estado del todo bien en las últimas campañas. Con Paco Jémez, por ejemplo y a pesar de completar la mejor temporada de las décadas, este tipo de jugadas apenas surtió efecto alguno. Fueron pocos los goles que llegaron de esta manera. Algo más acertado estuvo el equipo en este aspecto bajo la batuta de Lucas Alcaraz, pero tampoco demasiado, teniendo en cuenta que para el granadino la pizarra era algo importante. En definitiva, Villa ha aportado al conjunto blanquiverde, además de su intensidad y ambición, un gran arma para atacar a sus rivales. Si se mantiene la efectividad en las jugadas ensayadas, el Córdoba tendrá mucho ganado.