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El Córdoba, enemigo del cero

Los jugadores del Córdoba celebran el primer gol en Reus | LOF

Cristian López

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Una vida en extremos. Así ha transcurrido el presente curso para el Córdoba, que no ha conocido el punto medio en prácticamente ningún momento de lo que va de temporada. Una auténtica montaña rusa de sensaciones y resultados, que le han hecho vivir en un límite constante. Del punto más trágico al éxtasis total, sin poner pie en llano. De hecho, el cuadro de José Ramón Sandoval es el único de los 122 conjuntos que militan entre Primera, Segunda y Segunda División B que no ha finalizado ningún encuentro con empate sin goles. La dinámica está siendo verdaderamente determinante para los blanquiverdes, que no han encontrado en ningún partido de los últimos meses límite a la pólvora goleadora, ya sea para bien o para mal, y el pasado fin de semana ante el Reus superaron su propio récord histórico de jornadas consecutivas marcando: ya van 17.

La racha, a falta de una jornada para finalizar el presente curso, es de 52 partidos consecutivos sin conceder una igualada a cero, ya que la última vez que finalizó con un marcador así fue en la jornada 30 del pasado curso frente al Numancia. Mucho ha llovido desde entonces. Sobre todo, en forma de goles. Se trata del cuarto mayor período acumulando choques sin empates sin goles, únicamente superado por las dinámicas de 1995-98 (59 partidos, con el equipo en Segunda B), 1959-62 (57 encuentros, con la plantilla en Segunda) y 1966-69 (53 duelos, siendo equipo de Primera), según los datos del portal Vintage Stats. A día de hoy, el Córdoba acumula un balance de 14 triunfos, 6 empates (4 como local y 2 como visitante) y 21 derrotas, siendo el club que menos tablas ha firmado de la categoría de plata. Supera a otros como Nàstic (7), Sporting (8) o Lorca (9). Además, es el tercero si se tiene en cuenta también la máxima división nacional, únicamente por detrás del Alavés (2) y el Málaga (5), y estando igualado con el Betis (6).

Sin embargo, ese desequilibrio es el que le ha permitido escapar, o al menos reconducir, uno de los peores momentos deportivos de la historia de la entidad. Tras haber remontado una diferencia de 13 puntos -más el average con el Nàstic- con respecto a la salvación, los cordobeses se sitúan un punto por encima de los puestos de descenso después de siete meses. Una escalada que podría convertirlo en el segundo equipo de la historia de la competición que consigue la permanencia con esos números, junto al Eibar de la campaña 1998-99, tal y como destaca la plataforma BeSoccer. De hecho, en el punto más dramático del año, el equipo marchaba con 19 puntos y una estadística de 31 goles a favor y 51 en contra, erigiéndose como el club más débil atrás de Segunda y uno de los que más encajaba del fútbol profesional. Pero esa situación la ha sabido revertir en los últimos meses, ya que desde entonces sólo ha recibido 14 dianas, por 23 convertidas. Son 17 semanas consecutivas las que acumula marcando gol, lo que es récord propio tanto en Primera, Segunda como en Segunda B. La última vez que no logró acertar en las redes del rival fue allá en la jornada 24 frente al Zaragoza (1-0).

Enemigo del cero y, por ende, de las tablas, en una liga caracterizada por la capacidad de amarrar puntos desde la defensa. De hecho, salvo Córdoba y Nàstic, todos los clubes implicados en la lucha por la permanencia (Alcorcón, Cultural Leonesa, Albacete y Almería) han superado la decena de empates. Mismo caso que los ascendidos Rayo y Huesca, así como los que están o pelean por estar en la fase de ascenso (Zaragoza, Cádiz, Valladolid, Osasuna, Numancia y Oviedo), con la salvedad del Sporting, próximo adversario de los blanquiverdes. Una metamorfosis que otorga al Córdoba la medalla de plata en mejor diferencia de puntos en la segunda vuelta respecto de los mismos partidos de la primera (20 choques). Ahí los de Sandoval cuentan con un +16, únicamente por detrás del conjunto maño (+21), y superando a clubes de la talla del propio Sporting (+14), Valladolid o Rayo Vallecano, ambos con +6.

Sin duda, Sergi Guardiola ha sido uno de los grandes responsables, tanto de mantener a su equipo a flote en los peores momentos, como de proporcionarle la buena salud que tiene actualmente. El balear, en su verdadera primera experiencia profesional en España, marcha con 23 tantos (21 en Liga y 2 en Copa), siendo el cuarto máximo artillero de la categoría por detrás de Jaime Mata (32), Raúl de Tomás (24) y Borja Iglesias (22), todos pertenecientes a clubes en puestos de ascenso o play off. No obstante, también cabe destacar la aportación de Juanjo Narváez (5) y Aythami Artiles (4), teniendo en cuenta que lo han hecho en apenas 16 encuentros, así como del cancerbero Pawel Kieszek, del que cabe resaltar dos intervenciones magistrales -Valladolid y Reus-, que han salvado a su equipo de un descenso casi virtual, pero sobre todo anímico.

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