La dura tarea de recuperar la actividad en la pista
Una pandemia que ha golpeado de diferente manera a todos los clubes que componen el deporte nacional. El ámbito más minoritario ha sufrido más de lo previsto con la llegada de una Covid-19 que ha alterado la labor diaria de unas entidades que sobreviven gracias a la ayuda económica de sus socios. Sin embargo, la paralización de la actividad deportiva debido al coronavirus hizo que los equipos cerrasen indefinidamente su ejercicio por la incertidumbre que generaba el virus. Aun así y conforme la situación iba mejorando, la vuelta a la normalidad no iba a ser tan fácil, ya que el requerimiento de los protocolos sanitarios no podían ser cubiertos por un club pequeño. Entretanto, el Club de Atletismo de Trotasierra, a pesar de costar sudor y lágrimas, ha conseguido retornar a una actividad casi total, aunque todavía queda margen por mejorar. El director técnico de esta entidad cordobesa, Miguel Aguilera, ha pasado por CORDÓPOLIS para hablar de la situación que vive su equipo en la actualidad. “Quizás no hayamos crecido según se preveía antes de la pandemia”, explica.
Y es que la Covid-19 llegó, de forma notoria, en febrero del 2020, obligando a parar toda la actividad tanto esencial como no esencial a lo largo del mes de marzo. Con ello, el deporte tuvo que suspender su actividad, haciendo que muchos clubes cerrasen sus respectivas sedes para no volver a abrir nunca más debido a las consecuencias económicas que ha traído consigo el coronavirus. Aun así, hay entidades que, a base de mucho esfuerzo y trabajo, han logrado volver a una normalidad que está mucho más cerca conforme los días van pasando. Sin embargo, esto se ha conseguido gracias a una unión con los socios en época de pandemia, siendo esto lo más vital para un club que está inmerso en un deporte minoritario. “En un principio se redujo drásticamente la actividad deportiva, quedando recluida al ámbito domiciliario, como un mero mantenimiento mínimo de la condición física. A la vez se mantuvo un estrecho contacto a través de las redes con todas las personas integrantes del club”, añade Aguilera.
El trabajo y el esfuerzo hicieron que el Club de Atletismo de Trotasierra no perdiera el mayor tesoro que puede tener un equipo minoritario y no es otro que la aportación que pueda llegar a hacer sus socios en el día a día. Los integrantes de esta entidad han sido los máximos responsables para que esta sociedad pueda volver a una normalidad que está mucho más cerca, pero que aún no es totalmente completa. “A día de hoy, hemos recobrado la vida del club. A nivel de competiciones federadas, al 90% están sujetas a la normativa Covid-19. El aspecto de preparación, entrenamientos y funcionamiento orgánico también ha sometido a dicha reglamentación sanitaria. El aspecto menos normalizado es el de las carreras populares, que se retomarán próximamente”, admite un director técnico que también subraya la dificultad que ha sido mantener la actividad durante el tiempo que la Covid-19 estaba en todo su esplendor.
Por otro lado, las entidades que han pasado por este sufrimiento desde la llegada del coronavirus al territorio español siguen padeciendo las consecuencias económicas. De hecho, retornar a la actividad es más cara que en el pasado, siendo obligatorios unos protocolos sanitarios que salvaguardan la salud de sus socios. Unos fieles que han contribuido a que esta situación precaria no sea tan agobiante, sorprendiendo incluso a una propia entidad que afirma haber perdido ingresos, pero “menos de lo pensado” gracias a la aportación de los participantes. Entretanto y a pesar de no “haber crecido según se preveía antes de la pandemia”, el Club de Atletismo de Trotasierra afronta el futuro con total “optimismo”. “En los peores momentos, el atletismo ha sabido mantener el calendario de competiciones oficiales casi al 95%. Ese esfuerzo de la federación, de clubes y de los atletas por mantener la competición es elogiable”, culmina Aguilera.
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