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REPORTAJE

El cortometraje de fin de Máster que convirtió a un cordobés en Mejor Director en el Festival de Málaga

El director cordobés Rafael Martínez, Biznaga de Plata al Mejor Director de cortos en Málaga.

Juan Velasco

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De un trabajo de fin de máster al premio a la Mejor Dirección en el Festival de Málaga. Esa ha sido, resumiendo mucho, la travesía del cortometraje Crudo, con el que el director cordobés Rafael Martínez se llevó la Biznaga de Plata en el principal escaparate del cine español hace un mes.

Para Martínez todo ha ido rapidísimo, además. Según explica a Cordópolis, la película nació en un taller de guión en el Centro Internacional de Fotografía y Cine (Efti) de Madrid, donde estudiaba este cordobés. Con la cuarentena, aquella idea fue creciendo hasta convertirse en el proyecto final del Máster Internacional en Dirección y Realización. Sólo dos guiones tuvieron el respaldo para rodarse, y Crudo fue uno de ellos.

La preproducción tuvo lugar el pasado verano. Martínez estaba seguro de que la película se tenía que rodar en Córdoba, aunque el equipo técnico residiera en Madrid. Así, apoyado en la directora de fotografía Carolina Maltese, ambos comenzaron a buscar localizaciones en las que se pudiera rodar la historia de José, un adolescente andaluz que nunca ha salido de su pueblo, que pasa el verano en la carnicería de su padre, y que un día conoce a un misterioso hombre.

Al final, Martínez dio con su escenario. La película se rodó en Espejo, el pueblo donde nació su bisabuela y donde algunos de sus amigos tenían casa, lo que le facilitaría poder contar la historia. Crudo se rodó en septiembre de 2021 en seis localizaciones de la localidad cordobesa durante cinco días. La postproducción fue corta y la productora, El Trampoline vio tan pronto sus posibilidades que exhortó al director cordobés a que la posprodujera en tiempo récord para poder enviarla al Festival de Málaga.

El cortometraje pasó el primer corte. Fue seleccionado y al director se le invitó a participar en el Málaga Talent, un programa paralelo al festival en el que se escoge a diez directores europeos y otros diez iberoamericanos, y los junta con gente de la industria (este año participaban Carla Simón, Jaime Rosales y Enrique Urbizu) para participar en un taller de quince días en el que se desarrollan proyectos.

Martínez no había ni podido asimilar su presencia en este taller cuando recibió la Biznaga de Plata la Mejor Dirección por un Cortometraje de Ficción. “Me sorprendió muchísimo, porque es mi primer corto. Para mí, ya estar seleccionado en sección oficial era algo grandísimo. Y competir, allí con directores y directoras a las que admiro era suficiente. Así que no pensábamos ganar nada. Y mira, pues el jurado pensó que me lo merecía, y yo contento”, explica el joven director.

Verano en el pueblo

En Crudo, Martínez tantea el terreno conocido, pues la infancia, el paisaje ibérico y el thriller cotidiano forman parte de su (de momento) universo visual. En trabajos como Silencio (un corto presentado a Notofilmfest), este joven licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Málaga, ya plasmaba en apenas un minuto cómo una vida puede dar un vuelco y volverse un película de suspense en apenas un minuto.

En el corto que le ha llevado a ganar en Málaga expande esa idea, jugando especialmente con la iluminación, que tiene un papel crucial en este trabajo y que capta a la perfección lo que es un verano en Córdoba. “Era importante que se sintiera el calor”, señala el director, que destaca el trabajo de Maltese grabando en las horas clave del día, así como la labor hecha en maquillaje o dirección de arte.

Para Martínez, nacido en el barrio de Levante de Córdoba además, verano es sinónimo de “infancia y soledad”. “Yo recuerdo unos veranos solitarios, pero supongo que porque mis padres y yo veraneábamos en en septiembre. Asçi que también eran largos”, explica el director, que resalta que la clave de su cine ahora mismo está en “la mezcla del thriller y el costumbrismo o el realismo”.

Así, mientras escribe sus próximos proyectos, este joven director vive y trabaja en Madrid, donde está buscando trabajo en publicidad o como asistente de dirección. Otra película de suspense la de mantenerse en Madrid, aunque Martínez se muestra contento con su elección, ya que al fin y al cabo, la financiación de Crudo ha sido en la capital. ¿Le ha abierto las puertas del cine el premio en Málaga? “Me ha servido sobre todo para entrar en contacto con gente con la que a lo mejor no podría haberlo hecho”, resume. 

El director presentará el cortometraje el próximo 28 de abril en la EFTI y está ahora intentando desarrollar un largometraje. Además, a título previo y si tiene tiempo, le gustaría grabar y montar un cortometraje para presentarlo al Certamen de Cortos de la Subbética.

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