El C3A presenta el estreno de una obra audiovisual inmersiva de Eduardo Polonio y Paloma Gámez
El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), ubicado en Córdoba y dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, presenta al histórico de la música electroacústica Eduardo Polonio, junto a la artista visual Paloma Gámez, en una cita singular el este sábado en la Caja Negra, con entrada gratuita y aforo reducido, que supondrá el estreno absoluto de su obra audiovisual inmersiva.
Según ha indicado la Junta de Andalucía en una nota, por razones de aforo el concierto se ofrece en dos horarios (a las 19,00 y las 21,30 horas) y en él se escucharán tres composiciones que unen la composición electroacústica y el 'live electronics'.
La principal novedad de la cita la constituye sin embargo una creación dual en la que la pintora Paloma Gámez alumbrará, como encargo del C3A y estreno absoluto, una intervención audiovisual inmersiva que inundará el espacio y acompañará la audición de la obra más amplia del programa, 'Lábrys', para una instalación de altavoces en octofonía.
Frente a esta crepitante y enérgica página musical del año 2007, las dos obras que la prologarán retratan por oposición un momento estético radicalmente diferente, enclavadas en la estética fuertemente repetitiva, minimalista, características del ambiente musical vanguardista del Nueva York de los años 70.
'Lábrys' es una de las composiciones electroacústicas más importantes de la música española, no solo por su amplitud, también por su ambición y su conexión con toda una estética de la creación electroacústica que trasciende de Pauline Oliveros a Francisco López, de Alvin Lucier a Thomas Köner.
Comparte con los citados, y con multitud de otros referentes, un afán por situar al oyente en el epicentro de una contienda de frecuencias abisales que nos sumen en un universo sónico abstracto y, a la vez, con una cierta intencionalidad programática. Lábrys hace alusión a la caverna, la misma que desde Platón a Saramago ha hecho verter ríos de tinta. “La idea de componer una obra sobre este tema me llevó a asociar el mito con otro no menos famoso: el Minotauro, y el laberinto que lo acompaña”, ha señalado Polonio.
La 'Lábrys' es el arma que mata a la bestia, un hacha de doble filo que es, continúa diciendo el compositor, “además de un símbolo de la justicia quizá también la estilización de los dos cuernos del toro”. Pero no es el animal lo que interesa al músico, es la idea de laberinto.
“Todas las definiciones inciden en la facilidad de entrar y la dificultad de salir. Es por tanto un lugar peligroso, con toro o sin él, con hacha o sin ella”. “Pero no es el hacha (lábrys) la etimología de laberinto, sino más bien labra: caverna con abundantes galerías y pasadizos. Una sencilla asociación fonética nos lleva a orotinto: montaña en cuyas laderas se abren innumerables oquedades que animan a los visitantes a entrar”.
Las ocho cajas acústicas (altavoces) que conforman la instalación octofónica preparada en la Caja Negra representan las salidas del flujo sonoro. Pero también han de contemplarse como objetos totémicos, como invitaciones a entrar en un universo “mágico, rizomático y laberíntico”. Que la salida sea más o menos difícil dependerá de la capacidad de escucha, de la profunda atención a los ecos y sugerencias que conducirán (o no) a una exitosa huída.
Llega la obra al C3A como primera o segunda piel de una nueva creación, en este caso estrictamente audiovisual de urdimbre minimalista, la de la artista Paloma Gámez. A través del sonido, el color y la luz ahondaremos en nuestras capacidades perceptivas.
“El proyecto se configura por medio de tres proyecciones de vídeo que siguen la misma estructura que 'Lábrys' (mito, hacha, luz, zigurat, desesperanza). Cada una de estas partes viene determinada por la utilización de una gama cromática que a su vez se relaciona con los colores de mis últimas series”, ha explicado Gámez. “La repetición servirá para potenciar y fijar la atención del público en ciertos momentos de la pieza”, ha concluido. Este programa cuenta con el comisariado de Ismael G. Cabral.
Eduardo Polonio (Madrid, 1941) inició estudios de ingeniería de telecomunicaciones que abandonó posteriormente para enfocarse en su formación musical. Estudió piano, armonía, contrapunto y composición en el Real Conservatorio de Música de Madrid. Completó su formación asistiendo a los Cursos de Verano de Música Nueva de Darmstadt.
Además, realizó una residencia en el Instituto de Psicoacústica y Música Electrónica-IPEM de la Universidad de Gante, Bélgica. Formó parte del grupo Koan en su primera etapa, como compositor e intérprete. A partir de 1969 trabajó en el Laboratorio Alea de Madrid y fue integrante del grupo Alea Música Electrónica Libre, primera formación española dedicada exclusivamente a la ejecución de música electroacústica en directo.
En 1976 se trasladó a Barcelona iniciando su colaboración con el laboratorio Phonos. Ha sido presidente de la Asociación de Música Electroacústica de España (AMEE). Es miembro de la Academia Internacional de Música Electroacústica de Bourges. En 1994 obtuvo el prestigioso título Magisterium del Gran Premio Internacional de Música Electroacústica (IMEB) de Bourges. Actualmente reside en Valverde del Camino (Huelva).
Por su parte, el trabajo de Paloma Gámez (Bailén, Jaén, 1964) se incluye en esa genealogía de modos de repensar la práctica pictórica. La percepción del color y el uso del mismo con diferentes procedimientos y soportes es una constante en su producción artística, que se caracteriza por la ordenación de los colores a través de series.
En sus últimas obras se sirve de materiales y conceptos pictóricos para construir espacios explorando los límites de la pintura, la escultura y la arquitectura. Con sus proyectos trata de involucrar al espectador en una experiencia sensorial, invitándolo a reflexionar sobre su propia capacidad de percepción.
Gámez ha expuesto en distintos centros de arte entre los que destacan las muestras individuales en el Centro José Guerrero de Granada, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla o en La Casa Encendida de Madrid. Forma parte de colecciones públicas y privadas como la colección del Banco de España, la colección del CAAC, la Colección Olorvisual, la Col-lecció Testimoni y las colecciones de la Diputaciones de Córdoba, Jaén y Cádiz entre otras. Vive y trabaja en Madrid.
Por último, el comisario, Ismael G. Cabral, es periodista y musicógrafo especializado en la creación sonora contemporánea. Tras ejercer durante 16 años como redactor cultural y responsable de contenidos musicales en el periódico El Correo de Andalucía, actualmente realiza tareas de crítico musical y articulista en los medios Ópera Actual, Scherzo y El Compositor Habla. Ha escrito numerosos textos alrededor de la música de hoy y de sus creadores, habiendo desempeñado también esta labor en el ámbito radiofónico, como conferenciante y como autor de programas de mano.
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