Suspendido in extremis un desahucio que dejaba en la calle a una madre y sus tres hijos
Samina y sus tres hijos -uno de ellos con discapacidad y otro menor, de 8 años- se veían en la calle este martes a las 9:30 horas. Era la hora fijada por el juez para ejecutar el desahucio de su vivienda, propiedad del Banco Popular, que había pedido el lanzamiento de la familia de su piso por el impago del alquiler. La mujer y sus hijos, de origen pakistaní y sin recursos económicos más que la ayuda por la discapacidad de su hijo, habían sido abandonados hace unos meses por el padre. Su grito de auxilio llegaba demasiado tarde -hace sólo unos días- a la plataforma Stop Desahucios para haber encarado el caso con tiempo para negociar con el banco.
Este lunes, intentaron la negociación con la entidad. Pero sin más margen, la actuación de los antidesahucios se ha producido desde primeras horas de esta mañana y, finalmente, han conseguido que el desahucio se paralizase y Samina y sus hijos tengan algo de margen -hasta el 5 de febrero- para buscar una vivienda alternativa.
Desde las 8:30 horas de esta mañana, miembros de Stop Desahucios se concentraban a las puertas de la vivienda de Samina, en la calle Priego de Córdoba. Su objetivo: imposibilitar que la comisión judicial encargada de ejecutar el desahucio pudiera hacerlo. Encadenados al portal y entre sí, una quincena de integrantes de Stop Desahucios ha permanecido casi tres horas impidiendo la entrada a la vivienda. La comisión judicial llegaba pasadas las 9:30 y se encontraba frente a ellos, los primeros queriendo cumplir la orden de desahucio dictada por un juez y los segundos sin moverse de la entrada al portal.
“Hay que buscar una alternativa antes de dejar en la calle a una mujer y sus tres hijos”. Ese ha sido el principal argumento esgrimido por Stop Desahucios y comunicado a la comisión judicial, que hacía llamadas al Banco Popular y al juez sobre la situación. Minutos después, llamaban a la Policía Nacional. Varios agentes se presentaban en el lugar de los hechos y tomaban conocimiento de la situación. Su presencia, finalmente, ha servido para mediar: un agente se acercaba para hablar con la familia de Samina -que pedía un mes de plazo para poder buscar otra vivienda- y se lo trasladaba a los miembros de la comisión judicial y el banco.
“Sólo pido un tiempo, un plazo, por favor, para buscar otra vivienda. Un poquito de humanidad”, explicaba al policía el yerno de Samina en el portal. Los minutos de espera y tensión han tenido, finalmente, su fruto. El secretario judicial se acercaba al portal sobre las 11:15 horas para comunicar a la familia la última decisión: el desahucio había quedado suspendido para este martes.
Ahora tendrán una nueva orden de lanzamiento el 5 de febrero, un margen de “muy poco tiempo”, a ojos de los integrantes de Stop Desahucios que, sin embargo, se felicitaban por haber logrado el principal objetivo: que esta noche la familia de Samina pudiera dormir bajo el techo de su piso.
Una decena de desahucios solo en lo que va de 2018
Solo en lo que llevamos de año, este ha sido el noveno desahucio que finalmente ha quedado suspendido, según los datos de Stop Desahucios. Ocho de ellos se pudieron parar negociando el día anterior con los bancos. El de este martes, el de Samina y sus tres hijos, ha sido paralizado in extremis el mismo día en que tenían que abandonar su vivienda, ante la comisión judicial y la presencia de la Policía Nacional. Un décimo desahucio, de una familia no inscrita en Stop Desahucios, sí se ha llevado a ejecución finalmente.
“Los desahucios han pasado de ser por el impago de la hipoteca a producirse por el impago del alquiler”, señalaba el portavoz de Stop Desahucios, Rafael Castro. Y es que ya alcanzan el 60% los casos de órdenes de lanzamiento de la vivienda por el alquiler, frente al 40% por no pagar la hipoteca. “Los sueldos, si los hay, son precarios, y los alquileres no los encuentras por menos de 400 euros. Las familias se ven ante la tesitura de pagar el alquiler o comer”.
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