Un total de 139 estudiantes ciegos de Córdoba vuelven a clase este curso
Un total de 1.726 estudiantes ciegos y con discapacidad visual grave afrontan estos días en Andalucía su #VueltaAlCole. Son parte de los 7.271 estudiantes ciegos y con discapacidad visual de toda España que inician este curso 2022-2023 en el que una de las claves es el comienzo de la implantación de la Lomloe, la nueva ley de educación, en los cursos impares de Primaria, ESO, Bachillerato y ciclos formativos de grado básico. En la comunidad autónoma el censo se distribuye así: Almería 168 escolares, Cádiz 237 escolares, Córdoba 139 escolares, Granada 186 escolares, Huelva 100 escolares, Jaén 99 escolares, Málaga 319 escolares, Sevilla 478 escolares.
La ONCE ha señalado a través de un comunicado que el preámbulo de dicha ley afirma que las medidas que establece tienen como objetivo último reforzar la equidad y la capacidad inclusiva del sistema, “haciendo efectivo el derecho a la educación inclusiva como derecho humano para todas las personas, reconocido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008”.
Asimismo, la educación de calidad inclusiva y para todos figura en el número 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Un derecho por el que la ONCE ha trabajado desde los inicios de la Organización y que está presente en toda la labor que lleva a cabo en materia de educación.
Así, más del 99% de los casi 7.300 alumnos y alumnas ciegos o con discapacidad visual que se incorporan a las aulas estos días lo hacen en centros ordinarios, en un modelo de educación inclusiva con apoyo de los servicios de atención educativa de la ONCE. Esto quiere decir que este alumnado sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual.
La jefa de Atención Educativa de la ONCE, Ana María LLauradó, ha explicado que “educación inclusiva significa que no es el alumno el que debe integrase en el sistema educativo, sino que son el propio sistema educativo y sus diferentes programas los que deben transformarse para incluir a toda la diversidad de alumnos atendiendo a sus necesidades, intereses y capacidades”.
En este sentido, según Llauradó, la LOMLOE supone un gran aporte a la educación inclusiva “porque la reconoce no como una realidad a alcanzar, sino que la identifica como un derecho para todas las personas”.
Para la directora del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla, Eva Pérez, desde donde se coordina toda la atención educativa de los 1.726 alumnos andaluces, el curso 22/23 comienza con la “plena normalidad” en las aulas.
“No sólo recuperamos la presencialidad, sino también la seguridad, tranquilidad y confianza del alumnado, familias y comunidad educativa para retomar todas las actividades e iniciativas, que ayuden a la plena inclusión del alumnado con discapacidad visual en todos los ámbitos”, ha apostillado Pérez.
Ha puesto de relieve que “seguiremos trabajando por la accesibilidad universal, la formación específica, el trabajo en red, y la dotación al sistema educativo de aquellos recursos que sean necesarios para garantizar el derecho a la educación del alumnado con discapacidad visual, y mejorar la calidad en la atención educativa, objetivos que lograremos gracias al excelente trabajo que realizan los Equipos Específicos de Atención Educativa al alumnado con discapacidad visual, en coordinación y colaboración con la comunidad educativa y el apoyo de la administración autonómica”.
La accesibilidad, clave
La accesibilidad es un aspecto “fundamental” para lograr esa inclusión deseada. Por ello, desde los diferentes grupos Accesibilidad a Contenidos Educativos Digitales de la ONCE (Accedo) se está en comunicación continua con las administraciones educativas, así como con las diferentes editoriales de material escolar para lograr que tanto las plataformas como los contenidos sean accesibles a todo el alumnado.
Asimismo, el Servicio Bibliográfico de la ONCE garantiza la accesibilidad preparando libros de texto en braille y en sonido y materiales en relieve, de forma que los chicos y chicas se incorporan a las aulas con la mochilas llenas de tecnología accesible y de puntos en braille.
Equipos específicos de atención educativa
Los Equipos Específicos de Atención Educativa a la discapacidad visual de la ONCE en Andalucía prestan un apoyo personalizado a los alumnos en sus centros educativos ordinarios, en base a los convenios de colaboración entre la ONCE y las diferentes administraciones educativas.
Estos equipos están formados un total de 107 maestros itinerantes, de los que 43 pertenecen a la ONCE y 64 los aportan las administraciones públicas. Los cursos pasados condicionados por la pandemia han supuesto un reto para adaptarse a un gran cambio metodológico, por lo que la ONCE ha intensificado su esfuerzo en formación en competencias digitales para este profesorado.
La tarea de los maestros que integran los Equipos Específicos de Atención Educativa consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención aplicada individualmente.
Esto requiere la coordinación con otros profesionales, además de los docentes, tanto pertenecientes a la ONCE (técnicos de rehabilitación, instructores en tiflotecnología y braille, psicólogos, pedagogos, monitores de ocio y tiempo libre o especialistas en áreas de especial dificultad), como adscritos a las administraciones (orientadores, maestros en pedagogía terapéutica, tutores de aula, entre otros).
En función de las necesidades del alumnado, la atención prestada puede variar desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al centro donde se escolarice el estudiante hasta una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión dentro y fuera del aula.
Según la jefa de Atención Educativa de la ONCE, “los diferentes profesionales que componen estos equipos multidisciplinares realizan de forma coordinada y desde un enfoque transversal diversas acciones con toda la comunidad educativa, en materias como el ajuste a la discapacidad visual, el asesoramiento y formación a los profesionales de centros escolares o la atención a las familias. De este modo, se propicia el desarrollo integral del alumnado para que pueda seguir el currículo escolar de forma normalizada con el resto de compañeros”.
Tramos educativos
Durante este curso 2022/23, los 1.726 alumnos ciegos y con discapacidad visual en Andalucía, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual, se reparten, por nivel educativo, de la siguiente manera: 256 escolares participan en la Educación Infantil; 294 están escolarizados en Educación Primaria; 244 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 75 cursan Bachillerato; 118 se preparan en la Formación Profesional; 173 se enfrentan a la Universidad; y 566 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
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