La proliferación de la gripe aviar obliga a prohibir la cría de aves en espacios abiertos
El Gobierno ha anunciado medidas extraordinarias tras detectarse la presencia del virus de la gripe aviar en una de las zonas más sensibles de la provincia de Córdoba: el entorno de la Laguna de Zóñar, considerado uno de los mayores reservorios de aves silvestres de Andalucía. La pasada semana se produjo el hallazgo de un ejemplar de cigüeña común (Ciconia ciconia) positiva en el virus H5N1 en el río Cabra, término municipal de Aguilar de la Frontera, cerca de este humedal.
Según la información oficial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la medida implica la prohibición temporal de la cría de aves al aire libre en explotaciones avícolas, salvo que puedan reubicarse en instalaciones cerradas o adoptarse protecciones efectivas. En caso de que no sea viable el traslado al interior, se exige que las aves de corral estén cubiertas con redes o mallas que impidan el contacto directo con aves silvestres o migratorias que puedan actuar como vectores. La iniciativa se inscribe dentro del protocolo para evitar contagios cruzados entre fauna silvestre y aves domésticas.
Medidas concretas para la avicultura
Entre las obligaciones que deben cumplir las explotaciones de aves de corral ante esta alerta figuran:
- Reubicación de las aves al interior o, en su defecto, instalación de cubiertas protectoras que impidan el contacto con aves silvestres.
- Alimentación y suministro de agua dentro de recintos cerrados, evitando que queden expuestos a contaminación por aves silvestres.
- Prohibición de la cría conjunta de especies como patos o gansos junto a otras aves de corral, en particular en zonas al aire libre.
- Prohibición de la participación de aves de corral en ferias, exposiciones o certámenes sin que la comunidad autónoma haya evaluado el riesgo correspondiente.
- Uso exclusivo de agua garantizada frente al acceso de aves silvestres o tratamiento previo en caso de que los depósitos estén abiertos.
¿Qué supone para Córdoba?
La aparición del virus en la provincia cordobesa destaca porque se acentúa el riesgo de contagio en una zona de alto valor ecológico, con fauna silvestre abundante y rutas migratorias intensas. Aunque la detección fue en un ave silvestre, lo que por protocolo no eleva automáticamente el nivel de alerta para las explotaciones de aves de corral, las autoridades andaluzas han reforzado la vigilancia.
Desde el punto de vista agrario, ello implica que los criadores de aves en espacios abiertos deben adaptarse con urgencia o afrontar riesgos como la imposibilidad de operar hasta que se adopten las medidas de seguridad requeridas. Además, la medida pretende evitar una eventual transmisión del virus a explotaciones comerciales, lo que podría derivar en sacrificios masivos de aves, paralización de mercados y consecuencias económicas graves.
Una alerta temprana
La Junta de Andalucía, a través del Programa de Vigilancia Epidemiológica de la Fauna Silvestre, ha subrayado que el riesgo para humanos es actualmente “muy bajo”, pero insiste en que no debe manipularse ningún ave muerta y que todo hallazgo de aves en mal estado o muertas en entorno silvestre debe notificarse de inmediato.
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