'La luz de nuestra memoria': la voz de las mujeres que sustentaron a las familias de represaliados

Córdoba ha acogido la presentación del documental La luz de nuestra memoria, un trabajo que rescata la voz y la historia de las mujeres que sustentaron a las familias de los represaliados y deportados a campos de concentración tras la Guerra Civil. Mujeres olvidadas y anónimas, pero que fueron pilar de los suyos y también quienes ayudaron a tener memoria histórica y conocer las historias de sus padres, hermanos, abuelos y bisabuelos represaliados. Mujeres como la protagonista de este trabajo, Terencia Delgado Alarcón, mujer del deportado torrecampeño Rufo López Romero, que sobrevivió a dos campos de concentración nazis.

El documental, realizado por la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba y Jaén, gracias a la subvención de la extinta delegación de Memoria Democrática de la Diputación de Córdoba, parte de la idea de que rescatar “la voz de las mujeres para recuperar la memoria histórica durante la represión franquista y la dictadura es fundamental”.

“Muchas de ellas fueron castigadas y se vieron obligadas a mantener el silencio durante décadas para proteger su vida y la de sus hijos durante la dictadura. Otras lograron escapar de España para salvar su vida y la de sus hijos y/o reencontrarse con sus parejas o maridos, españoles que en muchos casos continuaron luchando en la resistencia contra el nazismo y muchos de ellos fueron apresados y terminaron en campos de concentración”, señala la presidenta de la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba, Cristina García.

Esas mujeres que estaban detrás, sustentanto a las familias, siempre se colaban en la conversación en las acciones de la asociación de memoria. “Siempre estaban ellas dando soporte a esas historias de horror de la guerra y del exilio, pero sus vidas estaban en un segundo plano, veladas, no eran protagonistas en ese momento, sino actrices de reparto, desdibujadas en el paisaje de esas historias, pero parte fundamental para que fueran contadas”, argumentan.

Mujeres heroicas, mujeres roca

“Todas estas mujeres han sido heroicas protagonistas de nuestra intrahistoria. Pero la Historia, con mayúsculas, las obvió”. Sus recuerdos, sin embargo, han viajado de generación en generación. “Y es muy significativo que sigan hoy, más de 80 años después, tan vivos, tan a flor de piel, en sus herederas, mujeres jóvenes, fuertes y conscientes de lo que pasaron sus antecesoras y conscientes de la importancia de ser ellas la voz que no tuvieron. Mujeres herederas de esas mujeres que fueron la Luz de nuestra Memoria”.  

La presentación en Córdoba del documental, realizada en la Facultad de Filosofía y Letras, ha contado con una de esas mujeres, Patricia Cabello. Familiar de represaliados, participa en este trabajo y reconoce que “orgullo, dolor y rabia se mezclan” en su interior, pero a la vez la mueven “a seguir trabajando en la reconstrucción de vuestras vidas en busca de verdad, justicia y reparación”. Unas palabras que se repiten en la mayoría de los familiares de aquellos hombres y mujeres que sufrieron el exilio y la deportación a campos de concentración nazis.

Y apuntan cómo no es de extrañar que muchas mujeres optaran por el silencio después de la violencia que sufrieron y el estigma social que tuvieron que soportar. “Ellas eran mujeres como nosotras, que querían que sus hijos e hijas se criaran en igualdad de oportunidades, que tuvieran derecho a una educación y sanidad para todos, eran defensoras acérrimas de los derechos humanos y de la libertad, pero de la libertad de verdad, la que está ligada a los derechos humanos”.

La Universidad de Córdoba, con la Cátedra de Memoria Democrática, ha colaborado en esta presentación que ha contado también con Mar Targarona, productora de cine, actriz y directora de numerosas películas, como El Fotógrafo de Mauthausen. Y una meda de debate en kla que se ha escuchado la voz de expertas como Carmen Jiménez Aguilera, historiadora, Pura Sánchez, investigadora y escritora, Alicia Cárdenas, investigadora en Derecho Constitucional, Mar Targarona y Ana Isabel Crespo, sobrina nieta de la protagonista del documental.

“Fueron pilar fundamental de sus familias”

“Eran mujeres de la época, pero con los mismos anhelos que nosotras, sus herederas: vivir en un mundo en democracia bajo los mimbres de los derechos humanos”, dice Salud Muñoz, otra de las familiares que participan en el documental. 

“Ellas fueron el bastión de la vida y el pilar fundamental para recomponer familias que habían perdido todo. Mujeres que parecían rocas, aunque estuvieran rotas por dentro. Mujeres que no podían permitirse ninguna debilidad, que no podían hablar, pero que querían gritar. Mujeres que lloraban con lágrimas secas y un nudo imposible en la garganta. Mujeres que decidieron proteger a los suyos con un silencio atronador que en ocasiones se rompía pero que, en otras, se lo llevaron a la tumba, sin que las generaciones venideras pudiéramos darnos cuenta de ese dolor”.

“La memoria es algo inherente a la humanidad y sin ella la sociedad está abocada a repetir los mismos errores, porque un pueblo sin Memoria no tiene Futuro, porque las historias de estos hombres y mujeres forman parte de nuestra Historia. Y las de estas mujeres, madres, hermanas, mujeres, hijas, necesitaban ser contadas”.