La enfermería cordobesa demanda un 40% más de contratos para una profesión extenuada por la pandemia
El Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba ha querido trasladar a la opinión pública, en el inicio de este 2022 y tras casi dos años de pandemia, el Decálogo de las principales reivindicaciones de las enfermeras y enfermeros cordobeses; a la par que insta al consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, a que dé respuesta a estas “demandas justas e inaplazables”, como ha señalado el presidente en funciones del Colegio cordobés, Enrique Castillo.
La principal demanda pasa por un incremento de las plantillas. “Se necesita incorporar urgentemente más enfermeras para hacer sostenible la carga de trabajo. No es justificable que Córdoba sea una de las provincias españolas con peores ratios de enfermera - paciente”, han asegurado. En concreto, señalan que hay un déficit de un 40% con respecto a la ratio ideal que considera la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El exceso de presión y sobrecarga de trabajo pone al límite la capacidad de respuesta de las enfermeras y en riesgo a los pacientes. Córdoba, con una ratio de 548 profesionales por cada 100.000 habitantes, es la 16ª provincia española con la ratio más baja”, resalta el presidente en funciones del Colegio de Enfermería de Córdoba, Enrique Castillo.
El Colegio de Enfermería de Córdoba vuelve a reclamar a la Consejería la renovación de los llamados contratos COVID, después de que más de 3.000 en toda Andalucía correspondientes a enfermeras no se renovaran el pasado 31 de octubre. Según señalan, esto “ha provocado que muchas enfermeras se hayan marchado a trabajar a otras regiones, especialmente a Cataluña; y que durante la actual sexta ola el SAS esté registrando problemas para contratar profesionales”.
La segunda demanda pasa por exigir mejoras laborales. “Hay que actualizar las retribuciones que tienen poco que ver con la preparación y el nivel de responsabilidad exigido. En España el salario bruto medio anual (sin contar productividad) de las enfermeras está entre los 26.000 euros y los 30.000 euros brutos anuales, por lo que los 27.571 euros que perciben las enfermeras cordobesas del SAS están por debajo de la franja media; y lejos de Comunidades como el País Vasco, donde la diferencia supera los 5.000 euros brutos anuales. Asimismo, es imprescindible poner freno a una temporalidad en los contratos que no se justifica ni funcional ni éticamente”, señalan.
También se reclama una mejora en las condiciones profesionales y el Colegio considera “inaplazable” impulsar “el desarrollo efectivo y real de las especialidades de Enfermería reguladas en España: Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona), de Salud Mental, del Trabajo, Familiar y Comunitaria, Geriátrica, Pediátrica y Cuidados Médico-Quirúrgicos. A pesar de que cada año se forman especialistas en las seis primeras citadas, éstas no están plenamente reconocidas en el SAS. En el ámbito de los centros sanitarios y sociosanitarios concertados, como residencias de mayores y centros de diálisis, y en las mutuas de accidentes de trabajo, la Administración no reconoce a las enfermeras su experiencia y tiempo trabajado de igual manera que en el ámbito público”.
En cuanto a la carrera profesional, “hay que equiparar el reconocimiento de la Carrera Profesional con otras Comunidades Autónomas” y también se reclama a la Junta que reconozca “a las enfermeras dentro del grupo profesional A1, pues son profesionales con título universitario de Grado que cuentan, además, y en muchos casos, con una formación de postgrado de primer nivel. Retrasar este reconocimiento no es admisible y es también discriminatorio”.
Por otra parte, piden “el fin del ninguneo” ya que consideran que no se cuenta con la voz y la experiencia del colectivo. “Además de suponer un desprecio para las más de 4.500 enfermeras cordobesas, esta falta de diálogo impide la puesta en marcha de medidas que podrían mejorar la atención a los ciudadanos. Entre diversas cuestiones, la Consejería de Salud y Familias ha olvidado la voz y representatividad de la profesión en el diseño y desarrollo de la nueva Estrategia de Atención Primaria en Andalucía”, exponen.
El séptimo punto pasa por el “olvido de las residencias”. “Es necesaria una mayor equiparación de estas profesionales respecto al resto de sectores, y no sustituir estos puestos de trabajo por otros perfiles que no tienen la cualificación ni las competencias que exige la atención a un mayor o a un paciente crónico”, reclaman.
También plantean un refuerzo de la atención primaria, con el objetivo de mejorar la prevención sanitaria. Y reclaman una “enfermería escolar”. “Las enfermeras deben estar presentes en los centros escolares, situándose al frente de los planes de salud de cada centro educativo, y fomentando hábitos saludables y una verdadera educación para la salud entre toda la comunidad educativa, especialmente entre los niños y jóvenes. Entre otras funciones, las enfermeras escolares son las profesionales llamadas a trabajar desde el interior de cada centro educativo en hábitos de vida saludables, higiene personal, prevención de las adicciones, de la obesidad, salud sexual, vacunación, y atención a los alumnos con enfermedades crónicas, entre otras”, exponen.
Por último, el Colegio exige más plazas para estudiantes de Enfermería. “Las 126 plazas de nuevo ingreso que viene ofertando cada curso en los últimos años la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba (UCO) son a todas luces insuficientes para garantizar las necesidades del sistema sanitario existentes en el presente, y para asegurar el relevo generacional en la profesión”, concluyen.
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