Un cuartel de la Guardia Civil con cortes de hasta diez horas de electricidad
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha denunciado a través de un comunicado “los continuados y prolongados cortes de suministro eléctrico que sufre el acuartelamiento de Córdoba, cuyas instalaciones de distribución de energía se diseñaron y se utilizan desde hace más de 100 años”. Esta asociación se refiere a la Comandancia, el cuartel de La Victoria, construido a principios del siglo XX.
“Esta situación afecta de manera directa tanto a la seguridad del centro como al trabajo de los guardias civiles, lo que redunda en un peor servicio para los ciudadanos. Los cortes afectan además de forma directa a la vida de las más de 200 personas que residen en el centenar de pabellones con que cuenta estas dependencias”, señalan. “Los cortes de luz en la Comandancia de Córdoba son frecuentes. El más prolongado ha tenido lugar este martes, 27 de noviembre. Comenzó a las 10:00 y sólo regresó la energía eléctrica pasadas las 20:00 horas. Afectó a gran parte de las dependencias oficiales y a las viviendas y tuvo como origen, supuestamente, una avería”, explica la portavoz de Jucil, Melisa Carmona.
Malestar entre los guardias civiles
Jucil ha denunciado esta situación del acuartelamiento de Córdoba. Lo ha hecho tanto en el Consejo de la Guardia Civil como también la Comisión de Riesgos Laborales de la Dirección General. La respuesta hasta ahora ha sido que una empresa se ocupa del estudio para redimensionar la instalación eléctrica, según señalan. De igual forma, “durante este tiempo se nos han aportado posibles soluciones contradictorias y también otras previamente formuladas por distinto personal facultativo especializado. Esta actitud de desidia por parte de la Dirección General de la Guardia Civil demuestra su reticencia a tener acuartelamientos y medios actualizados y que cumplan la normativa”, agregan.
De esta forma, los guardias civiles ven dificultado su trabajo, al no poder llevar a cabo muchas de las tareas por carecer de suministro eléctrico. Esto supone además que “muchas familias, residentes en los pabellones ven cómo sus niños pasan frío y no pueden cocinar a causa, entre otras, de una instalación eléctrica anticuada”, afirma Carmona. “Desde los fallos eléctricos que han tenido lugar a lo largo del verano pasado se demuestra la reticencia del Ministerio del Interior a tener una Guardia Civil operativa. Esta situación genera malestar entre los guardias civiles, que ven cómo se acumula y se retrasa su trabajo diario y no pueden atender de una forma correcta las necesidades y el servicio a la ciudadanía”, agrega la portavoz de Jucil.
Problemas con los vehículos eléctricos
Los inconvenientes que provoca el corte de suministro eléctrico, como consecuencia de la antigüedad de la instalación, afecta también a los vehículos oficiales con motor movido por energía eléctrica, ya que como consecuencia de la falta de corriente no pueden ser recargados para prestar servicio. Jucil se pregunta qué ocurrirá si continúan estas deficiencias cuando la mayor parte del parque automovilístico de la Guardia Civil sean automóviles eléctricos. “La situación por la que pasan tanto los guardias civiles que prestan su servicio al ciudadano en estas instalaciones como las numerosas familias que residen en la Comandancia es penosa, ya que además de soportar los problemas de una instalación eléctrica de más de 100 años de antigüedad se ven obligados a pagar a más de 0,40 euros el kilovatio hora por un contrato que consideramos abusivo”, agrega Melisa Carmona.
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