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ANÁLISIS

El aumento de turistas extranjeros salva un verano discreto en los hoteles de Córdoba

Turistas asiáticos en Córdoba

Juan Velasco

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Los hoteles de la provincia de Córdoba, localizados en su mayoría en la capital, han vivido un verano con números muy discretos, peores que los del periodo estival de 2023 y aún bastante lejos del periodo prepandemia.

Según un análisis de la consultora Adeitur, facilitado a este periódico, los hoteles de Córdoba acogieron entre julio y septiembre a un total de 222.277 viajeros, lo que supone un 0,44% menos que el verano de 2023, y un 6,45% menos que el mismo periodo del año 2019. 

La caída se ha debido, fundamentalmente, a que el turismo nacional ha bajado un 9% este verano en los hoteles de Córdoba, y la subida experimentada por los turistas extranjeros, de un 8,86%, no ha llegado a cubrir la demanda. 

No obstante, es muy notable que este verano, el turista hotelero en Córdoba haya sido mayoritariamente extranjero. Concretamente, 116.671 viajeros foráneos, frente a 105.606. El turismo extranjero, de hecho, ha sido más numeroso este año que en el verano de 2019.

Eso también se ha reflejado en las pernoctaciones -los extranjeros se quedan más días en Córdoba-. Y es que, pese a acoger a menos turistas, los hoteles han registrado este verano un 3,67% más de pernoctaciones que el verano pasado. Y, en ese aumento, el crecimiento de noches de hotel por parte de ciudadanos foráneos creció un 16,23%, mientras que el de turistas nacionales cayó un 7,38%. 

El análisis de Adeitur sitúa a Córdoba como la ciudad de interior andaluza que mejor capeó el verano en sus hoteles. Tiene mérito, puesto que el verano es la temporada baja en la ciudad y en la provincia.

El barómetro de turismo rural del verano del CAPT-UCO revela un decrecimiento relativo a escala provincial

Además, este viernes se ha publicado el barómetro de turismo en alojamientos rurales en la provincia de Córdoba que acaba de lanzar el Centro de Análisis y Prospectiva del Turismo de la Universidad de Córdoba (CAPT-UCO) sobre el verano de 2024. Un estudio que ha revelado un cierre de temporada con una serie de altibajos que se han concretado en un mes de julio con el peor comportamiento en el número de viajeros y pernoctaciones desde 2018, interrumpiéndose así la recuperación sostenida que se había registrado durante los años de la pandemia hasta prácticamente el año pasado. 

En agosto, aun cuando se ha incrementado levemente el número de viajeros respecto a 2023, las pernoctaciones han sufrido una caída cifrada en un -1.2% respecto al mismo mes del año anterior como consecuencia de una disminución de la estancia media de 0,17 días. 

En su conjunto, estos dos meses del verano en la provincia han sufrido un descenso del 9.78% en el número de viajeros; un comportamiento este en línea con lo acaecido en el conjunto de Andalucía este pasado verano (-8.08% de viajeros rurales) o en la propia provincia de Jaén (-7.6%), con mayor consolidación y visibilidad del turismo rural desde hace décadas. Aunque, eso sí, nuestra provincia ha sufrido pérdidas relativamente mayores respecto al conjunto de Andalucía y Jaén, sobre todo en el mes de julio. 

En la provincia, incluso un destino de turismo rural y de naturaleza pionero y de cierta tradición como el Parque Natural de las Subbéticas y su área de influencia socioeconómica, también ha sufrido en estos meses de verano una disminución ostensible del número de viajeros y pernoctaciones con respecto a 2023, en concreto del orden del -27.3% en viajeros y un 29.1% en pernoctaciones. Eso sí, se puede destacar, como contrapunto, un dato muy positivo como es la importante mejora de la estancia media en agosto (+0.73 días), básicamente gracias a las estancias de turistas extranjeros, que ya han superado incluso los 8 y 7 días de media en los meses de julio y agosto, respectivamente, lo que supone la estancia media más alta registrada en la provincia en el conjunto de los alojamientos turísticos de todo tipo. 

Esta coyuntura turística veraniega de Córdoba y en general de Andalucía en turismo rural, con excepciones como las provincias de Málaga y Cádiz, contrasta con la vivida en general en la España Verde, donde se ha cerrado una temporada que ha sido, sin duda, memorable para el turismo rural al experimentarse un crecimiento significativo, como también en Castilla y León, que consolidó el pasado mes de agosto el liderazgo en el ranking de turistas que optaron por el turismo rural en España, incluso por encima de las Islas Baleares. 

Si la pandemia de la COVID-19 impulsó en su momento los viajes a destinos cuya oferta principal son las actividades y experiencias en la naturaleza, al aire libre y en espacios abiertos y no masificados, como fue el caso de algunos destinos rurales cordobeses como Los Pedroches o las Subbéticas, beneficiados por el turismo de proximidad, ahora la mayor competencia con los destinos de la España Verde y del norte peninsular en turismo de naturaleza y de montaña y los destinos rurales más cercanos al litoral, buscando escapar del calor, los paisajes más pintorescos y la mayor oferta de actividades de ocio y tiempo libre, han desviado este verano los flujos turísticos de interior hacia esas zonas, mucha más promocionadas, con una oferta más amplia y variada y una relación calidad-precio muy competitiva. 

La provincia de Córdoba ofrece ciertamente entornos rurales atractivos con experiencias a veces únicas, lejos del estrés urbano y las multitudes, y cuenta con una oferta alojativa rural nada desdeñable, así como pantanos y embalses con playas de interior y actividades acuáticas y al aire libre, además de sus parques naturales y alojamientos con aire acondicionado, zonas abiertas (patios, terrazas, jardines…) y piscinas o albercas. “Y no hemos de olvidar la oportunidad que presenta toda la provincia de sumergirse en verano en las culturas locales, las tradiciones de cada pueblo y el disfrute de su rica y variada gastronomía. Pero lo cierto es que esta modalidad de viaje rural y de naturaleza no acaba de consolidarse en buena parte de la provincia, sobre todo porque su oferta está todavía poco estructurada comercialmente y a nivel de producto, además de poco visible, posicionada y promocionada en los mercados nacionales y menos aún en los internacionales”, indica Manuel Rivera, director del CAPT. 

Asimismo, el barómetro reconoce el perjuicio que está generando el impacto mediático para Córdoba y provincia de las noticias abrumadoras sobre las condiciones climáticas del “verano cordobés” que tanto proliferan en medios televisivos nacionales, causando un efecto negativo para el turista nacional, pese a que no siempre responden a la estricta realidad y, muchas veces, son tan desmesuradas como excesivamente recurrentes. “Esto no quita que debamos de reconocer la emergencia climática que está modificando significativamente los hábitos de viaje en los últimos veranos; un cambio que va desde la elección del destino y del alojamiento hasta la antelación de la reserva o las actividades que se realizan, de manera que hay que actuar al respecto más pronto que tarde”, comenta Rivera. De acuerdo con los datos que el CAPT-UCO ha manejado de este verano, extraídos del Observatorio de Turismo Rural de España, se confirma que las altas temperaturas han impactado mucho en la elección del alojamiento rural, de manera que las preferencias de este verano han sido que el alojamiento cuente con aire acondicionado o ventiladores (51%) y que tenga acceso a actividades acuáticas (49%) o piscina (39%). Igualmente se desprende de este análisis que un 73% de los viajeros rurales ha aumentado su preferencia por las actividades acuáticas, un 14% por las actividades nocturnas y un 13% por las actividades de interior. Y entre los españoles que previeron hacer turismo rural en julio y agosto, el 57% afirmó que evitaría las zonas con temperaturas más elevadas, mientras que un 35% lo consideró como un factor a tener en cuenta, pero no determinante. 

Los retos y oportunidades del turismo rural que se presentan para la provincia de Córdoba incluyen, en cualquier caso, mejorar la infraestructura turística, promover un turismo fuera de temporada para desestacionalizar las visitas y reforzar el mes de agosto como de temporada media y con claras potencialidades de consolidarse, siempre y cuando existan planes de promoción turística específicos para Córdoba en verano, visibilizando y desarrollando ofertas turísticas que destaquen la singularidad de cada comarca, tanto las existentes pero poco conocidas, como otras futuras, de manera que se deje claro que “Córdoba también existe en verano”. “La cooperación entre ayuntamientos, empresas locales y organismos de turismo debe ser también clave para garantizar un crecimiento sostenible del turismo rural y de naturaleza en los próximos años, integrando igualmente, como tantas veces se ha defendido, pero sin resultados sustantivos, la oferta turística de la capital con la de la provincia a través de rutas temáticas bien articuladas y funcionales”, sostiene Manuel Rivera. Asimismo, los síntomas de masificación e insostenibilidad que vienen observándose en algunos destinos rurales muy cercanos a la costa andaluza e incluso en el Norte de España pueden convertirse en una oportunidad para los destinos rurales cordobeses todavía emergentes y sin esta problemática. 

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