Olga Caballero, candidata a la presidencia de la Agrupación de Cofradías

Aunque todavía resta tiempo ya se produce una novedad importante. La Agrupación de Cofradías de Córdoba se encuentra en pleno año electoral, un hecho éste que está marcado por la pandemia de Covid-19. De hecho, la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus con origen en la ciudad china de Wuhan conlleva un aplazamiento del proceso en este sentido. Hasta septiembre no corresponde a las hermandades dar su voto a un candidato u otro para que presida el organismo hasta 2024. Con todo, la presentación de aspirantes al cargo que ahora ostenta Francisco Gómez Sanmiguel tiene su comienzo. Así es después del anuncio al respecto por parte de Olga Caballero Marín, que actualmente es vicepresidenta del ente que aglutina a las corporaciones de la ciudad.

En efecto, Olga Caballero Marín ha sido la primera persona en demostrar su deseo de tomar el mando en la Agrupación de Cofradías. Lo ha hecho a través de una escueta nota, remitida por una cuenta propia de su candidatura. El mensaje ha comunicado de manera sencilla la intención de la aspirante de cara a un “proceso electoral que se iniciará en breve y cuyas elecciones se realizarán en el mes de septiembre de 2020”. Así, el texto ha instado a aguardar novedades en fechas venideras. En este sentido, se ha indicado que “próximamente se ampliará esta información con los miembros de la candidatura, el programa, presentaciones, etcétera”.

Olga Caballero Marín ejerce el cargo de vicepresidenta de hermandades de penitencia de la Agrupación de Cofradías desde 2012, cuando Francisco Gómez Sanmiguel logró la victoria en un complejo proceso electoral. Entonces superó la candidatura liderada por su predecesor al frente de la institución, Juan Bautista Villalba Cabello. Una vez reelegido el todavía presidente, la ahora candidata continuó en la junta de gobierno del organismo. Caballero fue una de las primeras mujeres con responsabilidad en el plano cofrade de Córdoba pues en 2005 se convirtió en hermana mayor de la Esperanza, un cargo que mantuvo durante ocho años –con reelección de por medio, claro-.