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Un mes del primer positivo por coronavirus en Córdoba (y 145 días en Wuhan)

Colas en los supermercados en la segunda semana de marzo | MADERO CUBERO

Redacción Cordópolis

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A las 14:25 del 10 de marzo, este periódico confirmaba una noticia que llevaba horas trabajando: un turista italiano de 26 años, primer positivo por coronavirus en Córdoba. El joven había venido de visita a la ciudad desde Italia a ver a su pareja, se había sentido mal, le habían hecho el PCR (solo los sanitarios sabían entonces qué eran esas iniciales) y había sido confinado en su casa. Ese mismo día (se publicó al día siguiente), un hombre de más de 70 años que había llegado a Córdoba desde Cataluña en AVE estaba siendo ingresado en el hospital Reina Sofía con una neumonía provocada por el coronavirus.

Aquel 11 de marzo, Andalucía acumulaba 86 positivos por coronavirus y habían pasado 101 días desde que oficialmente la provincia china de Wuhan comunicó a Beijing el primer positivo conocido por Covid 19 (aunque la comunidad científica sospecha que el paciente cero se detectó el 17 de noviembre de 2019). La pandemia era un hecho hace un mes en Córdoba y la ciudad vivía en una especie de estado narcótico aún en el que nadie sabía muy bien qué es lo que iba a pasar. Italia ya había cerrado fronteras después de intentarlo antes con Lombardía. Y en China la epidemia comenzaba a amainar. O al menos eso decían sus informes oficiales.

Aquellas primeras 24 horas en Córdoba fueron frenéticas. Las suspensiones de eventos comenzaron a sucederse. Todo comenzó cuando se conoció que el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, había dado positivo. Los cargos públicos de la formación que habían ido al mitin de Vistalegre -y los que no fueron- se pusieron en cuarentena y los portavoces del Ayuntamiento decidieron suspender el Pleno ordinario del mes de marzo. Ese día el Gobierno y la Comunidad de Valencia decidieron suspender también Las Fallas y todos los ojos se pusieron ya en la Semana Santa, que no se canceló oficialmente hasta tres días después, apenas unas horas antes de que el Gobierno decretara de manera oficial el estado de alarma sanitaria, que se prorrogará, de momento, hasta el próximo día 26 de abril.

En este mes, la vida ha cambiado. Y probablemente no volverá a ser como la de aquel 11 de marzo. Miles de cordobeses han perdido sus empleos. Muchos, inmersos en ERTEs, los recuperarán. Otros los habrán perdido para siempre. Las colas en los supermercados que se registraban aquellos días también son ya como ciencia ficción del pasado: en los próximos meses habrá que mantener una distancia social y habrá que acudir con protección a comprar a los comercios, por ejemplo. Y muchos eventos suspendidos no se podrán celebrar como antes. Al menos en el corto plazo.

El Ayuntamiento lleva congelado prácticamente desde aquel 11 de marzo. La semana que viene se quiere celebrar la primera sesión telemática de la historia de Córdoba. Los concejales participarán desde sus casas en una sesión especial para aprobar los presupuestos municipales. El Gobierno ya permite este sistema, que en Córdoba ha estrenado la Diputación con un Pleno extraordinario en el que el presidente de la institución provincial, Antonio Ruiz, anunció casi un millón de euros en ayudas para los autónomos de la provincia y la desinfección de todas las residencias de los pueblos.

Todo el deporte cordobés fue suspendiendo poco a poco sus competiciones. Aún esa semana había esperanza de ver algún partido ese fin de semana. Los deportistas cordobeses olímpicos aún pensaban en llegar a tiempo para los Juegos de Tokio, que finalmente se han suspendido también hasta el próximo verano.

Y el sector cultural iba viendo, en un goteo constante, cómo las actividades programadas iban cayendo una tras otra. Y no eran pocas, porque, aunque la primavera cordobesa es más festiva que cultural y una buena parte de las citas con la cultura se concentran en otoño, el virus se llevó por delante toda la programación paralela del Mayo Festivo, al igual que provocó el más que seguro aplazamiento del festival Río Mundi, de la Noche Blanca del Flamenco y del 40 aniversario del Festival de la Guitarra.

Porque nadie pensaba hace un mes, tras el mejor febrero turístico de la historia en cuanto a pernoctaciones en hoteles y apartamentos, que este iba a ser un mayo sin Feria, sin Cruces y sin Patios. Y lo será. De momento, el Ayuntamiento ha aplazado la Feria y los Patios y ha cancelado definitivamente las Cruces de Mayo. Está por ver si finalmente se puede celebrar un Mayo Festivo reducido en otoño. Todo dependerá del Covid 19 y de las autoridades sanitarias, que ya han dejado caer la posibilidad de que haya un repunte de casos en octubre.

Hace un mes, la actualidad informativa abría con la decisión del Ayuntamiento de cambiarle, otra vez, el nombre a las calles Cruz Conde y Vallellano. El coronavirus aún no inundaba portadas. Lo hacía una oleada de ocupaciones de viviendas en La Axerquía, por ejemplo. Fue hace un mes pero parece que fue hace un año.

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