La crisis del papel se lleva por delante al quiosco de Las Tendillas que sufrió un atentado en la Transición
El próximo 30 de abril echará la persiana Kiosco Tendillas Camacho, el histórico puesto de prensa que han regentado tres generaciones de la familia Camacho en la céntrica plaza de Las Tendillas, y que, tras aguantar hasta el límite los efectos de la crisis de la prensa en papel, pondrá punto y final a 64 años de historia.
Una historia que inició en 1957 Matías Camacho, que llegó a ser presidente de la Agrupación Provincial de Vendedores de Prensa, y que también fue dirigente socialista en la provincia. Su vinculación con este partido provocó, según relata su nieto y actual propietario, Antonio, que el quiosco sufriera un atentado. Fueron dos encapuchados los que, en plena Transición, en el aniversario de la muerte de Franco, el año 1976, le prendieron fuego al puesto que, con posterioridad, fue el predilecto de los alcaldes comunistas Manuel Pérez o Julio Anguita.
Antonio recuerda con entereza aquellas historias, que este viernes probablemente saldrán reflejadas en algún periódico de los que venda. Porque, desde que anunció en Facebook a primera hora de la mañana que cerraba, el teléfono no ha dejado de sonar. “Todos los hosteleros de la zona han sido clientes nuestros. Es que nosotros abrimos a las 6:00 y hacíamos el reparto de prensa en todos los bares y oficinas de alrededor”, relata Antonio.
Su mujer y él han sido los responsables del quiosco durante los últimos años, del mismo modo que antes lo fueron su madre y su padre, y antes su abuelo y su abuela. Le toca a él, por tanto, echar la persiana, arrastrado por la crisis en la venta de periódicos, cuya estocada final la ha dado el coronavirus.
“La prensa escrita está cayendo muchísimo y el Covid ha terminado de matar el volumen de venta. No soy solo yo, desde marzo de 2020 han cerrado diez o doce compañeros. Y es lógico: el cliente o el consumidor se ha lanzado a los medios digitales”, explica el quiosquero, que, como su abuelo Matías, también forma parte de la Agrupación Provincial de Vendedores de Prensa y conoce los entresijos del negocio a la perfección.
Es ahí cuando más se desahoga. “En la primera parte de la pandemia fuimos servicio esencial. Nosotros no hemos cerrado un sólo día y cumplimos una labor que no está suficientemente valorada por las instituciones”, dice antes de explicar las limitaciones que impone el Ayuntamiento de Córdoba a los quioscos de prensa para vender otro tipo de productos y poder asumir de ese modo las pérdidas que tienen periódicos y revistas.
“Es una lucha con urbanismo continua para que abran un poco la mano, para que permitan otros servicios accesorios, o para que el que tenga un quiosco pueda adaptar el mobiliario, ya que es suyo”, aclara el comerciante, que, por ejemplo, en los últimos años comenzó a vender entradas de conciertos en el Kiosco Tendillas Camacho.
Y a ese sector, el de la producción de espectáculos, se encamina ahora Antonio, que en el mensaje de Facebook señalaba que, con el cierre de su puesto de prensa, “comienza un nuevo camino, un que pena pero que ilusión”.
Para sus clientes, amigos y familiares, habrá más pena que ilusión. El quiosco va a seguir en su ubicación, cerrado, durante todo 2021, a la espera de que aparezca un posible comprador. Si no lo hace, se retirará cuando acabe el año.
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