Córdoba tiene activas cuatro ejecuciones subsidiarias por casas en estado de derrumbe
La Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba tiene activas cuatro ejecuciones subsidiarias en casas en estado de derrumbe. Son cuatro inmuebles que, por su mal estado, requieren una actuación de urgencia y de consolidación de su estructura para evitar el desplome, y que, ante la negativa o la falta de respuesta de sus propietarios a tomar las riendas de esta tarea, es el Ayuntamiento el que lo hace y después le pasa la factura a los propietarios.
El caso paradigmático es el de la casa que hay en la calle San Pablo, junto al Palacio de Orive, en la que Urbanismo tuvo que actuar ante la posibilidad real de derrumbe. Esta vivienda tiene iniciado el proceso de ejecución subsidiaria: el Ayuntamiento se encarga de consolidar la estructura de la casa y después se encargará de cobrarle el coste al propietario del inmueble.
En esta misma situación hay varias casas en Córdoba. Urbanismo tiene avanzados en estos momentos otros tres expedientes de ejecución subsidiaria, según ha podido saber este periódico. Algunos de ellos está también en la misma zona de la Axerquía.
En situación previa a la ejecución subsidiaria está una casa del número 31 de la calle Montero que lleva más de un año apuntalada por los Bomberos. Es un inmueble de 464 metros cuadrados, construido a mediados del siglo XX, y que da, por la parte de atrás, a la calle Guzmanas. En el caso de esta vivienda, se ha requerido a la propiedad a que inicie las obras de mantenimiento y solo si su respuesta es negativa o insatisfactoria se iniciaría la ejecución subsidiaria.
Uno corresponde a una vivienda ubicada en el número 36 de la calle Moriscos. Se trata de una vivienda construída en 1920 y tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados. En este caso, se ha iniciado la ejecución subsidiaria, que se produce siempre después de solicitar al propietario que inicie las obras y ante la negativa o falta de respuesta de éste.
Sin registro oficial de inmuebles en estado de derrumbe
En todos los casos de ejecución subsidiaria, las viviendas o inmuebles tienen propietarios. La mayoría de los procesos se han iniciado a través de la denuncia de particulares o por las actuaciones de la Policía Local y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS).
Una vez llega la denuncia o el aviso, se suele contactar con la propiedad. La ejecución subsidiaria es el último recurso, si bien, el hecho de que la Gerencia Municipal de Urbanismo esté apostando por esta figura, para lo cual ha adjudicado las tareas a la empresa constructora Viguecons Estévez, se puede leer como un aviso para quienes tengan inmuebles abandonados o en desuso. También como un gesto que busca evitar que casas históricas acaben en ruinas, arrasadas y convertidas en pisos o solares.
Lo que no han precisado desde el Ayuntamiento, a pesar del requerimiento hecho por este periódico, es cuántos inmuebles hay en Córdoba en este estado y susceptibles de pasar por este proceso. El pasado miércoles, los vecinos de la zona de la Judería y el Casco Histórico de Córdoba denunciaron el abandono y mal estado en el que se encuentran más de 90 solares y viviendas de la zona centro.
En la rueda de prensa, vinieron a solicitar al Gobierno Municipal lo mismo que pedía el PP cuando estaba en la oposición: un plan que evalúe el estado de las viviendas del casco histórico y adopte las medidas oportunas para frenar el deterioro y garantizar la seguridad. Dos años después, lo más parecido que se ha hecho es precisamente iniciar la ejecución subsidiaria en cuatro inmuebles de la ciudad.
En este ámbito, el grupo Iniciativa 20-30 presentó en julio de 2019 un estudio que ubicaba alrededor de 300 inmuebles y más de 90.000 metros cuadrados de solares abandonados en las zonas de San Basilio, La Medina, Centro y Axerquía. El informe valoraba tanto inmuebles abandonados, como solares y viviendas en desuso.
Dicho informe detectó un total de 96 casas vacías y solares solares sin edificar en la zona de San Basilio y La Medina, donde, además, un número importante de los edificios vacíos estaban en un estado considerado “técnicamente muy malo”.
Po su parte, en la zona de La Axerquía, el número aumentaba: La Medina detectó un total de 192 casas vacías y solares sin edificar. De ellas, una decena estaban en estado ruinoso, y una treintena presentaban mal estado.
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