#HÉROES SIN CAPA | Operario de Sadeco: “Ahora la gente nos aplaude desde los balcones”

Carlos Carrillo es operario de Sadeco. Trabaja en la empresa municipal de limpieza de Córdoba desde 2006. Y estos días de crisis sanitaria y estado de alerta, está viendo reconocido su trabajo como nunca antes. “La gente aplaude a los compañeros desde los balcones”.

Ese gesto, ese aplauso, da la medida del valor que tiene su trabajo y, sobre todo, del reconocimiento que ahora encuentra en la sociedad. Junto a sus compañeros, Carlos conforma uno de los 22 equipos que se encargan de la desinfección de las calles de Córdoba para matar al coronavirus y evitar así la propagación de esta enfermedad, que está cobrándose ya más de 2.600 vidas en España y suma 40.000 casos positivos.

El Covid-19 ha cambiado su rutina de trabajo, que ahora tiene como protagonistas al mono, las gafas, los guantes y la mascarilla que usa como herramientas de protección. El arma con la que lucha contra el coronavirus, líquido desinfectante, hipoclorito que mata al virus en un minuto, y que se encarga de esparcir por las calles de la ciudad con la baldeadora que conduce.

Enfundado en su mono de trabajo -ahora blanco, muy distinto al naranja habitual de Sadeco-, Carlos comparte patrulla desinfectante con un compañero. Este martes han trabajado en las calles Motril y Torremolinos y todo su entorno, sin dejarse atrás las señales de tráfico ni el mobiliario urbano. Todo debe quedar perfectamente desinfectado.

El ritmo de trabajo también es distinto en su nueva labor. “Ahora no paramos a desayunar”, dice para explicar que, ni hay cafeterías abiertas para hacerlo “ni me quito los guantes desde que me los pongo hasta que acabo, para evitar que nos contagiemos”.

“Ahora los coches nos dan preferencia”

Así, baldeando calles y plazas, Carlos recorre una ciudad muy distinta en estos días, donde apenas hay personas en la vía pública en muchas zonas, aunque en otras “hay gente que todavía no quiere enterarse de lo que hay”. Y lo que hay, dice, es serio y “entre todos tenemos que solucionarlo”.

“Hay mucha gente que sí es consciente de lo que pasa, ahora lo entiende”. Y pone un ejemplo en su día a día en el trabajo que lo aclara perfectamente: “Ahora, los coches nos dan preferencia -a la baldeadora-, nos dan paso y se apartan si es necesario para que lleguemos a todos los rincones”.

Eso, por inédito -reconoce-, es para sentirse satisfecho. “La gente está pendiente de ti, de tu trabajo, ven que es importante, que es primordial”. Y en ese empeño sigue, cada día, con su baldeadora desinfectante haciendo frente al coronavirus y repitiendo, una y otra vez que, “entre todos, lo solucionaremos”.