El 93% de los expedientados en la Guardia Civil son de la escala básica
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Córdoba ha indicado este viernes que, según los datos facilitados por la Dirección General de la entidad, a través del portal de transparencia, correspondientes al decenio de 2007 a 2016, en la provincia cordobesa “el 93,6 por ciento de los expedientados pertenecen a la escala básica de cabos y guardias”, mientras que “solo el 5,8% pertenecen a la escala de suboficiales, y apenas un 0,6% son oficiales”.
Así lo ha indicado AUGC en una nota en la que ha detallado que, así, de 155 expedientados “durante ese periodo de tiempo, 145 son guardias o cabos, nueve son suboficiales y solo uno es oficial”.
“Queda patente que el rigor disciplinario no afecta por igual a todos los componentes de la Guardia Civil en esta provincia, cuanto menor sea su graduación mayor es la posibilidad de ser expedientados y sancionados”, ha afirmado la asociación, que ha agregado que “a los guardias y cabos se les instruyen expedientes con carácter inmediato, pero cuando un guardia informa de la posible infracción cometida por un mando rara vez o nunca se incoa expediente, limitándose a contestarle que 'no se observa infracción'”.
Atendiendo a la tipología de los expedientes, “la situación no mejora”, pues en faltas leves el 95 por ciento corresponden a guardias y cabos, y el cinco por ciento restante a suboficiales. Asimismo, AUGC ha advertido que “las infracciones graves se reparten con un 91 por ciento para guardias y cabos, ocho por ciento a suboficiales y uno por ciento a oficiales, mientras que ”el cien por cien de los expedientes por falta muy grave se han incoado a guardias y cabos“. Esta última tipología es la que conlleva las sanciones más duras, como la suspensión de empleo hasta seis años e incluso la separación del servicio.
Según los datos de la asociación, en cómputo global, el 49 por ciento de los expedientados lo han sido por falta leve, el 40 por falta grave y el once muy grave. “Por años no ha habido una tónica general ni una línea ascendente o descendente continuada, con una media de 15 expedientados por año, fluctuando entre los siete de 2008 y los 28 de 2014, segundo año del mandato del Coronel Francisco Fuentes, jefe provincial hasta el pasado mes de mayo”, ha señalado la asociación.
Pero el dato “más preocupante”, según AUGC, es que, “mientras los expedientes por falta leve han ido descendiendo en los últimos años hasta llegar incluso a que en 2016 no hubo ninguno, sin embargo no ha ocurrido lo mismo con los expedientes graves o muy graves, que no solo se han mantenido sino que además se han incrementado”.
Se trata de una situación que “no está mejorando, porque en lo que va de 2017 ya son ocho los expedientados, dos por falta leve y seis por grave”. Por todo ello, AUGC espera que “este excesivo rigor disciplinario se atempere tras la llegada del nuevo jefe provincial, teniente coronel Juan Carretero, puesto que la mayoría de situaciones conflictivas se pueden solucionar por métodos menos traumáticos, dejando la vía disciplinaria como último recurso”.
“El régimen disciplinario se utiliza con frecuencia para represaliar a los representantes de los guardias civiles o para castigar nimiedades carentes de relevancia, mientras que otras acciones de verdadera gravedad protagonizadas por algunos mandos quedan impunes o con escasa sanción”, ha apostillado la asociación.
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