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Inmaculada Pérez, presidenta del Foro de Empresarias de Córdoba: “La conciliación todavía es un tema de mujeres”

Entrevista N&B a Inmaculada Pérez, presidenta del Foro de Empresarias de Córdoba

Carmen Reina

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Inmaculada Pérez Figueroa es un torbellino que destila energía por todos sus poros. Un solo encuentro con ella da la medida de su actividad diaria, a caballo entre el teléfono móvil, su oficina y las citas de trabajo en cualquier punto de la ciudad o la provincia. Cuenta que es emprendedora desde niña y que eligió montar su propia empresa como modo de vida para poder, precisamente, vivir: para poder conciliar su vida personal y su vida laboral. Ese camino elegido está cerca de cumplir ya tres décadas, en las que se ha desarrollado en un mundo empresarial donde en la foto siempre aparecía una aplastante mayoría de hombres.

Como quiera que esa foto no concordaba con la realidad que ella bien conocía, hace cinco años, quiso plasmar una de esas ideas que le rondaban la cabeza y fundó el Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba (FEPC), del que es presidenta y hoy cuenta con 350 socias. Lo hizo para visibilizar a las mujeres que están al frente de una empresa y de su propio empleo en Córdoba. Para visibilizarlas a ojos de la sociedad, pero también a ojos de las propias mujeres que, muchas veces, no eran conscientes de que eran empresarias, porque siempre se les había negado el protagonismo en la foto.

En una mañana de octubre, Cordópolis charla con esta licenciada en Historia del Arte, sobre los techos de cristal y los suelos pegajosos, sobre la conciliación personal y laboral, sobre si está cerca el día en que una mujer esté al frente del conjunto del empresariado cordobés o sobre cómo en el Foro de Empresarias no hablan de sororidad porque, sencillamente, se practica a diario. Pero también analiza cómo han vivido las empresas cordobesas el tsunami de la crisis de la pandemia del Covid, cómo está siendo la recuperación para los que no se quedaron en el camino y, si se ve la luz al final de este túnel.

PREGUNTA. Venía pensando en las veces que te habrán preguntado por la conciliación porque eres mujer y empresaria. Es una pregunta que es muy inusual que se la hagan a un hombre empresario...

RESPUESTA. (Ríe) Habitualmente. No se le hace a un hombre porque todavía la conciliación es un tema de mujeres. Lo demás que queramos decir, no es cierto, es un poco demagógico. O sea, hoy por hoy, el peso real de los cuidados -no voy a decir de la familia-, sino de los cuidados, en general recae sobre las mujeres, estadísticamente hablando. No te digo que ideológicamente. Pero cuando no se piensan las cosas, cuando simplemente se hacen, en el reparto habitual y en la concepción de las empresas, es algo de la mujer.

P. Aunque debiera ser de ambos…

R. Por supuesto que debiera ser de ambos. Se van cogiendo pequeños tics… Hace un par de años, tuvimos un foro sobre eso, hablaba Samanta Villar de la carga mental. Aquí hay un tema importante a tratar, que es, desde la estructura empresarial, el concepto de trabajo, de cómo se tiene que medir el trabajo y, algo muy importante: el peso mental de las mujeres, desde pequeñitas, como cuidadoras, como responsables del ámbito doméstico.

Generar puestos de trabajo te da un subidón

P. Cuéntame, ¿cómo fueron tus inicios, qué te llevó a crear tu propia empresa como medio de vida?

R. Pues mira, me llevó la conciliación. Yo lo reconozco. Ahora tengo una perspectiva mucho más madura. Yo me vine a Córdoba porque trabajaba fuera y la verdad es que, tenía mi pareja trabajando aquí y no me apetecía nada sacar unas oposiciones que me mandaran lejísimos y demás… Entonces, debido a eso y gracias a eso, hice que mandara sobre mí mi espíritu emprendedor. Que lo había tenido siempre. Yo he tenido negocios casi desde que era niña en el colegio... Pensé que era una buena forma de empezar mi vida profesional en el sitio que yo quería y con lo que yo quería. Es decir, el primer motor para desencadenar mi emprendimiento fue la conciliación familiar. Y no me pesa.

P. ¿Cuál fue esa primera empresa?

R. Lo primero que hice fue montar una tienda de cuadros, una franquicia. Por aquellos entonces, las franquicias estaban en un momento álgido y bueno, yo había estudiado Historia del Arte y quería una que llevara arte y llevara empresa, de manera que yo me sintiera bien haciendo lo que iba a hacer. Di con una, me formé en eso y monté una tienda con la que disfruté muchos años, con la que tuve grandes clientes, dentro de las administraciones, museos, personas de a pie… Pero ahí me desarrollé, maduré, viví los primeros años de mi familia y de mi carrera profesional y aprendí muchísimo. Aprendí muchísimo de la atención al público, que para un empresario y una empresaria es fundamental.

P. ¿Qué cualidad es indispensable para ser empresario o empresaria?

R. ¿Indispensable? Tesón, lo primero. Humildad. Para ser un buen empresario o empresaria. Para ser solo empresario, darte de alta en autónomos. Pero para ser bueno, yo creo que tesón, humildad, seriedad en lo que estas haciendo… Cuando hablo de humildad es porque yo creo que un empresario o empresaria tiene que saber vender y parece que eso es como de un segundo plano. No, tienes que tener en cuenta que una empresa es algo que tiene que dar unos resultados y tú tienes que ser consciente de todo lo que tienes que aprender, si no lo sabes, porque no llegas sabiendo todo…. Cuando ya te metes en la vorágine, te das cuenta de lo poquito que sabes. Y, sobre todo, hay que aprender a tenerle respeto a todo el mundo.

P. ¿Hay que tirar de medios propios y habilidad o existen apoyos suficientes por parte de las administraciones para quien quiere emprender?

R. Tienes que tener medios propios, evidentemente, pero no siempre medios económicos propios. Hay muchos medios que ayudan al emprendimiento, de verdad, existen. Pero lo que pasa es que, evidentemente cuando las personas no saben, están un poco perdidas. Y a lo mejor solo falta ese canal de comunicación.

Lógicamente, es más fácil, si tú tienes un respaldo, desde tener unos fondos económicos, un respaldo bancario…pero yo creo que existen más facilidades de las que muchas veces parece para emprender y una dificultades terribles para consolidar o para remontar. Es decir, cuando tú has emprendido y tu empresa ha llegado a un tope donde es casi un autoempleo y tú deseas, como me pasó a mí, volar un poquito más alto. Porque generar puestos de trabajo es una maravilla, eso te da un subidón…ver crecer tu empresa, poder tener no solo recursos humanos sino recursos técnicos…

En ese momento sí está la administración un poco olvidándose. Ahora con la pandemia parece que ha habido un poco más (de apoyo), pero no. La consolidación y el crecimiento, justificado ¿eh? No estoy diciendo que nos regalen el dinero, pero que tú digas: Mire usted yo ya he llegado hasta aquí y usted me ayudó. Yo cuando empecé en su momento, estaba el Instituto de Fomento, trabajé muchísimo y recibí ayudas. No ayudas de rellenar un papelito -que yo salía de letras puras y empecé a hacer mi plan de empresa y me costó la misma vida-. Pero cuando yo ahora sé, he querido crecer, sí me he encontrado con más problemas, en la administración. Yo, en los bancos, la verdad es que hasta la presente no he tenido muchos problemas.

Las mujeres hemos dicho que el proyecto de vida y el empresarial tienen que ir unidos

P. ¿Qué te llevó a fundar el Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba? En este 2021 cumplís cinco años.

R. Yo hablo muchas veces de ideas que tengo en la cabeza, que a veces las veo y a veces no las veo, que están ahí. Pero, hubo un día concreto, siempre lo digo y lo cuento, en que estaba en un evento de ciudad donde, por unas razones que no vienen al caso, no podía estar interactuando y me quedé en la parte de atrás, como espectadora, no estaba dentro. Y me di cuenta de que, quitando a las mujeres del ámbito político, y unas poquitas, poquitas, poquitas mujeres, porcentualmente un 2%, y las señoras de los empresarios que habían ido... no había mujeres. Y yo era consciente de que a esas mujeres empresarias yo las conocía. Y, sobre todo, en ese momento pensé que (en Córdoba) había empresarias que no se consideraban empresarias.

Yo no creé el Foro solamente para que la ciudad visibilizara que existía un tejido empresarial femenino, sino para que lo hicieran esas mismas mujeres que yo sabía que eran empresarias. Por eso pusimos el tic de profesionales, para que sintieran que tenían cabida. Fue eso, fue el ver un evento de ciudad sin representación femenina empresarial.

Independientemente de los famosísimos artículos (de opinión) donde están los empresarios de la ciudad y de 50, eran 8 mujeres. No lo veo. No creo en la paridad impuesta, pero tampoco creo que solo ese porcentaje de mujeres merezcan la pena o tengan el talento suficiente para poder estar opinando de su ciudad.

P. ¿Recuerdas qué acogida tuvo la creación del Foro? ¿Hubo algún comentario negativo o que te chocara?

R. Yo siempre cuento el comentario bueno, bueno, bueno, que fue el de mi marido, que normalmente no se mete en nada de esto. Y en la puerta me dijo: ‘Inma, ahí le has dado’. Con el corazón en la mano, una persona que jamás ha opinado….dije: ¡Uy! Me vine arriba.

Vino mucha gente, tuvimos un éxito de convocatoria tremendo. Pero yo estoy absolutamente segura de que había gente que fue allí a ver aquello, como la gaseosa, a ver cómo subíamos y cómo bajábamos. Estoy absolutamente segura y tengo referencias de ello.

P. Pero no te lo decían explícitamente, ¿no?

R. Bueno, tiempo después, en conversaciones… Porque también hay muy buenas personas que pueden tener un mal momento… Pero sí es verdad que me llegó que en aquel momento pensaron que era como una cosa que iba a surgir ya desaparecer. Pero no ha desaparecido.

No por mérito mío. No ha desaparecido porque ese hueco existía. Es como una puerta por la que van entrando mujeres y cada una va buscando su sitio, sabiendo que en el momento que entras por esas puertas, si no te has sentido empresaria, te vas a sentir, si tienes un momento malo, si a lo mejor tienes una caída de negocio no es que te vayamos a dar negocio -porque ojalá estuviera en nuestras manos-, pero sí tenemos una comunidad activa para poder usarla.

P. Eso te iba a preguntar, por ese doble objetivo que teníais: visibilizar a ojos de la ciudad y a los ojos propios a las empresarias y mujeres profesionales. Y por otro lado, tejer esa red comunitaria.

R. Es que la red tiene que ser útil. Es decir, está muy bonito una red representativa, por supuesto, porque al fin y al cabo creas referentes, de cara a las mismas empresarias, a las emprendedoras y a todo el mundo que nos quiera mirar. Pero yo entiendo y hago mucho hincapié en la palabra utilidad. Para un empresario, lo que tú hagas en tu negocio tiene que ser útil.

No es que vayas a decir: 'Voy a hacer esto para ganar lo más posible', que puede ser lícito, sino, yo estoy dentro de este grupo porque tiene una utilidad, para mi negocio, para mi persona, para mi proyecto empresarial y de vida, que deben ir en común, porque si van por separado estábamos en lo que se vivía antes. Yo creo que las mujeres hemos llegado a decir eso de una manera mucho más tajante: que el proyecto de vida y el empresarial tienen que ir unidos.

El tesón y la humildad son cualidades indispensables para ser buen empresario

P. ¿Se os sigue haciendo de menos a las mujeres empresarias?

R. Bueno…(Hace una pausa) Yo pienso que un poco sí. Hay muchas mujeres empresarias que, siguiendo el modelo establecido, pues a lo mejor no se le hace de menos. Pero como intentes romper un poco lo preestablecido por otras cosas que tú entiendes que son igual de útiles pero más compatibles, más conciliadoras, más corresponsables o incluso que te hacen más feliz, sí es verdad que ponen en tela de juicio que eso sea igual de profesional.

No sé si me estoy explicando. No es que las mujeres queramos tener ahora más voz y más voto. Eso ya lo tenemos o lo tenemos que tener, eso es un derecho. Sino que a lo mejor tenemos que cambiar entre todos lo que es el modo de organizar nuestros tiempos, el modo de organizar nuestros eventos de ciudad -tú sabes que yo me dedico a esto- y creo que hay que buscar la manera de que todos podamos estar en los sitios y ser igual de profesionales.

P. Ahora mismo el Foro de Empresarias y Profesionales tiene 350 socias. ¿Qué le aporta a cada una de ellas?

R. Bueno, a la que no haga nada, simplemente un foco de información activo al que acudir siempre que quiera. Para la que tiene una parte un poco más activa, tenemos desde información de primera mano de cualquier tipo de ayuda, cualquier tipo de acción, lo que va pasando a todos los niveles… Tienes una comunidad que, si sabes utilizarla…todos queremos una comunidad: nuestra información llega más rápido, nuestro producto llega más rápido, incentivamos el consumo…

Y, por otro lado, tenemos un apoyo de motivación importante. Yo voy a uno de nuestros desayunos y salgo con un chute de energía, simplemente viendo la energía de las demás. No sabría explicarte. Es como si todo el mundo desprendiera una energía y esa energía se condensara. Si tú la quieres aprovechar, la aprovechas.

P. ¿Qué perfiles tiene la mujer empresaria en Córdoba?

R. Precisamente el foro viene a visibilizar que no tiene por qué tener un perfil concreto. Es decir, hay mujeres de todos los ámbitos, de todos los sectores, desde la que realmente ha emprendido en pequeñito para poder tener un modo de vida que sea compatible con todo sin más expectativas, que son muy respetables si son sus expectativas propias que no vengan condicionadas ….hasta la que quiere crecer, la que es joven y tiene un negocio familiar, la que está emprendiendo en una idea a lo mejor muy peregrina como una churrería… Para nosotras es exactamente igual que la que tiene un consejo de administración y una almazara grandísima…. Nos da igual.

Lo que intentamos romper es con eso, porque a veces cuando quieres poner un perfil, lo que pones es un estereotipo. Estamos de todo tipo y el Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba es de todo. Después por supuesto existen sectores masculinizados, donde estamos menos representadas, y sectores feminizados donde estamos más representadas. Pero, siempre y cuando se valoren igual, no hay por qué romper nada.

P. Por tu experiencia y la de tus colegas, ¿cuáles son los principales obstáculos para emprender?

R. Compatibilizarlo con tu vida personal. Y creo que el resto de las dificultades, a priori, no creo que deberían tener demasiadas diferencias entre mujeres y hombres. A priori. Ya, que venga con unas cargas heredadas, que te pese que tengas que negociar la corresponsabilidad, que te pese que la sociedad vaya a ver más…. Yo pienso que eso está en el trabajo del día a día. Y que tenemos el ecosistema emprendedor que tenemos y lo que tú tienes que aprender es a trabajar en él y saber llevarlo. Y si tienes un problema, solucionarlo, que no te pare. Sobre todo, que no te pare.

Existen más facilidades de las que parece para emprender y unas dificultades terribles para consolidarte

P. Supongo que la palabra sororidad se escucha muchas veces en el Foro de Empresarias.

R. No se escucha. Se vive. Cuando una cosa se vive, casi no se habla de ella. Nosotros hablamos de igualdad porque existe la desigualdad. Si la igualdad existiera, no hablaríamos de ella. Cuando la sororidad se vive y es real, y no es un eslogan ni una cosa que tú la uses para decir qué guay somos, y se vive de verdad, no la decimos tanto. Sabemos que está. Es algo natural en el momento que vivimos.

Y a mí me da mucho miedo. Viviendo la realidad que vivimos, más de una vez, cuando salgo de una reunión, donde eramos ciento y pico y nos habíamos salido de aforo y tuvimos que coger otro espacio mayor…Siempre me da miedo que, a la vez siguiente, no sea igual de fuerte. O que surja algún problema. O que haya alguien que se moleste…

P. Pero es precisamente esa capacidad, esa sororidad, una fortaleza propia de las mujeres. No sé si crees que ha surgido porque existía una discriminación enfrente. ¿O de dónde nace esa unión?

R. Yo creo que la sororidad se entiende como ese apoyo mutuo que tienen las mujeres entre ellas. ¿Y tú no crees que los hombres tenían ese apoyo mutuo para que no se les cogiera el sitio?

Pienso que la sororidad existe como un apoyo mutuo para un trabajo en común. En el caso nuestro, no hablamos mucho de ella porque dentro del Foro cuando nos vemos, existe. Hablamos de ella cuando estamos haciendo alguna estrategia para un proyecto, porque es uno de los pilares a consolidar.

P. Y otra palabra que últimamente se ha debido utilizar mucho ha sido resiliencia, ¿no? El poder de adaptación a la situación precisamente con el tsunami de esta crisis.

R. En el foro a nivel andaluz que tenemos, el primero trató sobre ‘Visibilidad’, el segundo sobre ‘La imagen en los medios de comunicación', el tercero sobre ‘Conciliación’ y el cuarto, precisamente, fue ‘Resiliciencia’. ¿Por qué? Porque salíamos de la pandemia, habíamos vivido cómo había que sobrevivir y había que tirar para adelante. Y le pusimos esa palabra que, sonar suena regular, no es una palabra bonita no sé por qué….Pero sí ha sonado muchísimo, muchísimo. Ha sonado en la sociedad entera.

Y en nosotros fue un: ‘Tenemos que salir todas para adelante y la que veamos que está detrás, vamos a echarle una mano’. De hecho, hicimos un montón de planes de apoyo mututo, de consumo mutuo, sobre las que veíamos que lo estaban pasando peor…. Y eso se focalizó todo en aquel foro, todo lo dedicamos entorno a esa palabra y creo, como bien dices, que ha sido la palabra del momento.

P. Porque ¿cómo ha sido para las empresas de Córdoba atravesar esta crisis originada por la pandemia de la Covid?

R. Pues ha sido...desde horrible, a soportable, a, a veces, de un optimismo y una fortaleza encomiable. Y, bueno, ahora mismo no hemos salido todavía. Ahora mismo estamos trabajando para un futuro, pero hay un lastre, un lastre económico, un endeudamiento. Porque aquí todo el mundo ha tirado de un ICO (préstamo), ha tirado de esto, ha tirado de lo otro… pero todo eso hay que sacarlo ahora para adelante.

Y ahora cuando pase todos estos fuelles que nos han dado, hay que ver si la sociedad igual que aplaudió en su día, se pone también al frente. Porque esto es un tema de toda la sociedad, sacar esto para adelante. Y me gustaría que Córdoba lo viera, que Córdoba saliera a consumir y que Córdoba saliera a apoyar a todo el tejido empresarial, de hombres y de mujeres.

En el caso de las mujeres, nosotras hicimos planes, que despierten a la gente, que la motive e incentive. Las empresas le dan vida a una ciudad. Y la vida de la ciudad se puede ver resentida, hacer una ciudad menos bonita. Córdoba es una ciudad preciosa, patrimonialmente maravillosa. Pero la hacemos todos y todas. Yo creo que habría que hacer ahí un esfuerzo entre todos para que las empresas cordobesas salieran para adelante.

Con la subida de la luz, hay empresas que no saben cómo hacer encaje de bolillos en sus cuentas

P. ¿Se han quedado muchas atrás, por el camino?

R. Dentro del Foro se han quedado algunas, muy pocas para lo que yo esperaba. La primera semana, sobre todo en el sector de la restauración, el sector turístico, que tienen un porcentaje alto de mujeres…. Yo pensé que iban a desaparecer para siempre y están resurgiendo. Pero sí hay algunas en situaciones muy delicadas.

P. ¿Y llegaron las ayudas prometidas por las administraciones para superar la crisis?

R. Están en ello, algunas. Yo no voy a hablar de insuficientes, creo que algunas han sido, quizás las locales, casi, casi, entre comillas, de las mejores, pero algunas estratégicamente poco definidas. Sobre todo a nivel nacional y demás. No te digo ni mucho ni poco. El mundo de las autónomas y autónomos es de tan casuística: si a ti te dan 1.000 euros te pueden hacer una ayuda grandísima o no hacerte nada. Si tú tienes un negocio con unas cargas mensuales enormes, no es que no factures, es que te estés hundiendo. Y si a lo mejor no las tienes, pues te mueves en tierra de nadie… Entonces, las ayudas, no voy a culpabilizar a nadie, pero la estrategia se nos ha venido encima y la han pasado por alto.

P. ¿Y cómo está siendo la recuperación para las empresas de Córdoba?

P. Está siendo diferente. A veces da mucha pena pasear por algunos sitios porque ves muchos cierres. Otras, ves que se han reinventado, que han inventado otro negocio y están funcionando. Tenemos socias que nos han dado una lección porque supieron cortar lo que estaban haciendo e inventar otra idea, sacarla para adelante y ahora mismo estar fantásticamente bien.

Y, bueno, es que ha sido difícil. Ahora: que las dificultades no te paren, es distinto. Parece que, porque tú sigas al pie del cañón y no estés llorando por las esquinas, es que es fácil. No. Lo único es que tampoco podemos estar metidas en la queja continua. La queja existe…Ahora estamos con el tema de la luz. Es que no es solo la pandemia. A la pandemia se están sumando una serie de cosas. A mí por ejemplo, la subida de la luz me afecta mínimamente pero yo tengo socias que en su estudio mensual de gastos no saben cómo van a hacer encaje de bolillos en sus cuentas. De hecho, hay gente que ha tenido que decir: tenía a esta trabajadora a media jornada porque me daba más flexibilidad, porque podía… y ahora mismo, lo que invertía en ella lo voy a tener que invertir en la luz.

Puede ser un detalle, pero puedes extrapolarlo a muchas cosas que tenemos los empresarios. A esa cuentecita de los empresarios pequeños, que tenemos unas partidas que, por supuesto, fue la debacle en el confinamiento y la caída… Pero que hay otros muchos factores que están llegando ahora.

P. En esa recuperación ¿han cumplido su objetivo los ERTE, la inyección de fondos públicos…. ¿O qué se necesita más?

R. Si lo supiera yo, creo que igual iría a contárselo a las instituciones. No te sabría dar una solución, pero vuelvo a la palabra que siempre digo y dije desde que empezó la pandemia: estrategia.

Hay que ver qué falta, dónde, cómo incentivar…. No puede ser todo a base de ayudas. Tienen que ser unas ayudas que estimulen que las empresas funcionen, no que le tapen los huecos, que también. Y sobre todo que sirva a largo plazo. Ha habido soluciones que han permitido que algunas empresas no se hundan del todo, pero ahora hay que seguir.

Yo no tengo la llave, con el corazón en la mano, si la tuviera la diría. Pero hay que ver qué se va necesitando en cada momento. Y sobre todo que esas ayudas sirvan de forma útil y real, que no sea una medalla para nadie. Y ya te digo que en el ámbito local, yo he estado, entre comillas, más satisfecha. Siempre pides más obviamente.

Pero he visto mucha disparidad. Se ha visto: para este sector que está muy mal, pero para este otro...ha sido un gran olvidado. Hay grandes olvidados.

(Sobre la sororidad) Los hombres tenían su apoyo mutuo para que no se les cogiera el sitio

P. ¿Por ejemplo?

R. No sé, me metería ya en otro círculo más complicado. Dentro del sector servicios, hay muchas empresas que han visto mermados sus ingresos porque las reglas, las normas, así lo imponían…no solo la restauración. Y nadie se acuerda de ellos. Y sí puedo poner ejemplos, pero vamos a dejar que entren todos, vaya a ser que me deje alguno fuera.

En el momento que te dicen: Usted ha podido seguir dando sus servicios. Sí, vale, pero usted no me dejaba que por esas puertas entraran más de 10 personas, y yo tengo hecho un umbral de rentabilidad que, si no entran 50, no vivo. Y, sin embargo, no tengo derechos.

Voy a hablar de mí y así no meto a nadie. A mí me denegaron una ayuda porque era para una bajada de ingresos del 30% y yo daba un 29,63%, y además lo habían hecho por IVA y en mi actividad hay una parte que no lleva IVA y eso no se tenía en cuenta. Entonces, en esos parámetros, yo me quedé fuera. A lo mejor dices, bueno, es un caso entre mil. Yo he contado mi caso, pero que de esos casos, hay mucha gente que no han sido de esos sectores tan dañados que evidentemente han sufrido y todos los hemos visto -veías la Judería y se te caía el alma a los pies-… Pero hay otros sectores que, simplemente, no ha cantado tanto.

P. No tienen tanto altavoz.

R. Efectivamente, no tienen tanto altavoz. Y son pequeños sectores, a lo mejor, muy concretos. Pero un concreto, otro concreto, otro concreto… es como en las enfermedades raras. No se gasta en investigación porque son poquitos casos. Pues esto es el mismo mal. Es decir, hay pequeñas empresas, con ideas a lo mejor muy buenas, que están funcionando… y son sectores a lo mejor muy innovadores. Que no toda la innovación es tecnología.

P. Te iba a preguntar por eso. ¿Qué diagnóstico haces del estado de las empresas en Córdoba y qué nichos deberían explotarse más y apostar por ellos?

R. Hablamos mucho de innovación y no tenemos claro lo que es. Nichos, creo que hay nichos muy sencillos que nadie atiende. Pongo el ejemplo de una socia nuestra que se dedicada al sector turístico y, de pronto, con la pandemia puso una mensajería personalizada y le va fenomenal.

No sabría decírtelo, porque creo que eso merecería un estudio. Eso sí merecería una mesa, que seguramente a lo mejor existe y yo lo desconozco, unas personas que hicieran un estudio real de qué servicios no hay, de qué productos no hay, de a lo mejor en qué Córdoba pudiera ser un potencial y lo está dejando. Que no todo es: cojo aceite que hay muy bueno, ahora le pongo una botella más mona y la vendo con mi marca. No. Eso no está produciendo nada. Si es un negocio para que alguien viva, me parece genial. Pero vamos a buscar entre todos, dentro de las instituciones que manejan el emprendimiento, aparte de dar formación que está muy bien, aparte de que la gente se digitalice para que simplemente no sea analfabeta o se comunique mejor....

Yo, desde mi desconocimiento porque no le he dedicado tiempo, creo que habría que ver qué ideas hay dentro de las ideas de negocio o dónde podríamos inspirarnos… Como creo en las colectividades, qué se está haciendo en un sitio, qué se está haciendo en otro. Por ejemplo, surgió una iniciativa muy chula, aquella de ‘Volveremos si tú vuelves’, que yo la primera vez que tuve conocimiento fue en Zaragoza, y yo creo que en Córdoba no le he visto ningún tirón. No dejaba de ser una iniciativa de revitalización de la economía.

Yo siempre creo que si todos tenemos pequeñas ideas, se quedarán en pequeñas cosas. Pero si consiguiéramos hacer estudios a más amplio radio de acción…Sé que se está haciendo, el sector turístico se está moviendo, el otro también…pero todos somos como unos reinos de taifas. Esa red, la red de redes… a lo mejor es un tópico. Pero sí creo que si hacemos la batalla por independiente, no tenemos la solución. Yo no tengo la solución, pero si hubiera otras personas, sacaríamos más ideas. Se trata de intentar hacer estrategias, planes, que la gente tenga un camino que seguir.

Las ayudas tienen que estimular que las empresas funcionen, no taparles los huecos

P. Te iba a preguntar por ese camino. ¿Cómo se ve la luz al final del túnel? ¿Cómo perseguir ese deseo?

R. Mucho está en manos de las instituciones, ellos son los líderes y por tales los tenemos. Creo que deberían ver qué papel tienen en esa estrategia y en esa red común. Y por supuesto, yo animo al emprendimiento, a trabajar. Vuelvo a reclamar el apoyo a la consolidación de las empresas que llevan tiempo y que tienen idea de crecer.

Y sobre el futuro, yo soy optimista por naturaleza y creo que, mientras no te fallen las fuerzas y no se crucen cosas tan feas como la enfermedad -que hemos visto que es lo peor, porque la pandemia nos ha demostrado lo que es importante. ¡Ojo! Y quien no lo tuviera claro y no lo tiene ahora, entonces tiene un problema gordo-. Pero a partir de ahí, y partiendo de esa base, yo soy optimista.

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