Antequera - Córdoba CF — Crónica

El barco del Córdoba CF no altera su rumbo en Antequera

El barco comienza a ser una realidad. Los nervios están a flor de piel, las oportunidades se van agotando y la ilusión va en aumento en según qué equipos. Cómo ha cambiado la vida cordobesista en apenas un año y es que no es para menos. El Córdoba CF encara la última docena de jornadas con la posibilidad intacta de pelear por el ascenso directo, más aún si cabe cuando planteles como Ibiza están inmersos en una racha negativa. Aun así, de nada vale si los blanquiverdes no hacen los deberes y por ello se subieron al autobús para visitar a un Antequera CF también con la flecha para arriba. De hecho, los chicos dirigidos por Iván Ania tuvieron que desplegar su mejor fútbol para tratar de amarrar una victoria capital.

La importancia del encuentro se palpó desde los primeros minutos, sabiendo ambos equipos -y así lo destacaron ambos técnicos en sus comparecencias previas- que el dominio del balón era capital para hacerse con el control del juego. Es por ello que ninguno de los dos planteles quiso arriesgar en gran medida, pero sí que el Córdoba CF parecía más asentado en el gélido El Maulí. De hecho, los blanquiverdes tuvieron el primer acercamiento con peligro a través de un error en la salida del Antequera que dejó a Carracedo llegar a línea de fondo, poniendo un centro al primer palo donde Antonio Casas se adelantó a su par, aunque sin acierto en su cabezazo.

Sin embargo, este intento de dominar el choque a base de posesión derivó en ambos equipos queriendo ser más verticales de lo debido, entrando el partido en un prisma mucho más errático, hasta tal punto de que los propios errores de los dos planteles eran los que originaban los acercamientos del contrario. Hasta tal punto de que la mejor ocasión del Antequera CF llegó otra vez de una mal salida de balón por parte del Córdoba CF, dejando a un Chema totalmente abierto y con la oportunidad de filtrar un pase que hizo que Txus Alba se plantase totalmente solo ante la salida de Carlos Marín. Para suerte de los cordobesistas, el guardameta almeriense realizó una intervención de mérito.

Aun así, el Córdoba CF no perdió la cara en ningún momento al partido. Tenía que dar un paso al frente, sobre todo en tres cuartos de campo donde no tenía la fluidez de semanas anteriores y dejaba muchos espacios a las espaldas que aprovechaba con salidas rápidas en Antequera CF. En cambio, el dominio se transformó en acercamientos muy peligrosos, aunque el tanto inaugural llegó de la manera más inesperada. Álex Sala botó un balón al primer palo donde Antonio Casas se volvió a adelantar a su par y con un cabezazo certero adelantó a los blanquiverdes diez minutos antes de que el colegiado Expósito Jaramillo decretase el final de la primera mitad. Unos 45 minutos iniciales de mucha disputa pero positivos para unos chicos dirigidos por Iván Ania que encararon el túnel de vestuarios con el premio del gol.

En la reanudación, un duelo que parecía estar tranquilos en líneas generales se volvió una auténtica locura. En primera instancia, el Antequera CF salió con una marcha más que su rival, aunque esa mayor energía era lógica en cierto modo. Lo que tenía que hacer el Córdoba CF es minimizar las virtudes de unos locales que no perdieron el tiempo. Luismi Redondo consiguió ganar la espalda de los centrales y mandó el esférico al fondo de la red, para el delirio de todos los aficionados antequeranos que vieron como, un minuto después, Luismi Gutiérrez gozó de un acercamiento nuevamente claro, pero, esta vez, su disparo fue manso a las manos de Carlos Marín.

A partir de aquí, el Córdoba CF estaba noqueado, en la lona, pero nunca puedes dejar vivo a este equipo. Un error en la salida de balón del Antequera CF hizo que el balón cayese en las piernas de un Diarra que, después de dudar, realizó un disparo certero que se coló en la portería defendida por Iván Romero. Este gol cayó como un jarro de agua fría para unos antequeranos que, a pesar de tener un nuevo acercamiento que tuvo que sacar bajo palos incluso Mati, vio como Kuki Zalazar se inventaba un pase mágico que Antonio Casas no desaprovechó para poner aún más distancia en el marcador de El Maulí.

Con este último tanto ya parecía que todo estaba decantado. Solo una acción a balón parado podía peligrar la victoria del Córdoba CF, como así fue. Carlos Marín realizó una intervención perfecta a la falta de Ale García, pero el rebote cayó en las botas de David Rodríguez que dejó el balón franco para que Fomeyem le pusiera emoción al partido. De hecho, la tensión estuvo más que presente, ya que el Antequera CF empezó a creer en un empate que, finalmente, no llegó. Con esa victoria, los blanquiverdes aseguran tres puntos de oro para seguir vivos en la lucha por el ascenso directo. El barco comienza a zarpar.