Alain Oyarzun, otro refuerzo para el ataque y punto final

Hecho está. A hora y media de cerrar el mercado de fichajes la plantilla queda cerrada definitivamente. Todo después de un comienzo de noche intenso tras una jornada un tanto liviana, al menos en lo que se refiere al primer equipo. Lo cierto es que el cuadro califal tiene todos los efectivos con que va a competir hasta la ventana de invierno de movimientos. El punto final a la labor en cuanto a incorporaciones lo pone el Córdoba con Alain Oyarzun, que llega como agente libre -es decir, para ser propiedad del club- tras militar la pasada campaña en el Numancia. El extremo zurdo es otro refuerzo para el ataque del conjunto blanquiverde, que se produce además después de informar la entidad sobre la licencia del B para Iván Navarro.

“Alain Oyarzun se ha convertido hoy en nuevo jugador del Córdoba CF. El extremo zurdo firma por una temporada más otra opcional según rendimiento”, ha expuesto el club en un comunicado. Con esta contratación, la entidad ha dado acto seguido por cerrado el mercado estival, que en esta ocasión llega hasta otoño, de cara al curso 2020-21. Por cierto, la incorporación del atacante tiene lugar tras el mencionado, y ya esperado desde hace tiempo aunque no con la fórmula elegida, movimiento de Iván Robles. El joven futbolista pasa a integrarse en el B con la esperanza de que en enero, si se libera una licencia no sub 23, o la temporada siguiente tenga oportunidad de volver al primer equipo.

Sobre el último fichaje, Alain Oyarzun Aguilar (Irún, 1993) aterriza en El Arcángel con el fin de reforzar la parcela ofensiva. Experiencia en el fútbol profesional no le falta. De hecho, el jugador llega procedente del Numancia, con el que ha jugado durante los dos últimos cursos en Segunda, aunque sufriendo el descenso a la categoría de bronce en la más reciente. Además, suma otras tres campañas consecutivas en la división de plata (desde la 2015-16 hasta la 2017-18) en las filas del Zaragoza y del Mirandés. Previamente permaneció en la cantera de la Real Sociedad, en la que se formó desde las categorías base, llegando a ser una pieza referente en el filial de Segunda B y entrando entonces con asiduidad en el radar del primer equipo.