El abogado Marcos Santiago ambienta en Córdoba una novela sobre el menudeo de drogas

El abogado y escritor cordobés Marcos Santiago Cortés ha publicado, bajo el sello de Almuzara y basándose en su propia experiencia profesional, la novela titulada La nueva Jerusalén, con la que ha pretendido retratar el verdadero rostro del menudeo de drogas, ambientando la acción en la Córdoba de principios de siglo.

Según la información facilitada a Europa Press por la editorial, este abogado, que ejerce en Andalucía, pero especialmente en su ciudad natal, ha tenido, dada su experiencia profesional, la oportunidad de ponerse en contacto con realidades extremas, lo que le ha resultado algo imprescindible para el desarrollo de su posterior trayectoria literaria, pues es autor de otras tres novelas.

Así, ha publicado anteriormente las novelas Amor de Olivo (2013, Diputación de Córdoba), un manifiesto contra el machismo salvaje que azotó la España profunda en la primera mitad del siglo XX; Rivera de Primo (2015, Andrómina), ambientada en la posguerra española, y Gitanófilo, un sentido homenaje a las virtudes del pueblo gitano, que también es el suyo.

Ahora, con La nueva Jerusalén, ha pretendido crear una novela real, inmediata y de fácil lectura, formulando un vibrante alegato contra el tráfico y consumo de drogas, con el deseo de que los jóvenes se alejen de ellas cuanto puedan.

En este caso el escritor no habla de mafiosos de traje diplomático y mansiones en zonas residenciales, sino de chicos y chicas que no tuvieron a nadie que les advirtiera del sufrimiento que acarrea todo lo relacionado con las drogas, tanto su venta como su consumo, siendo también una conmovedora historia de amistad, de redención, entre una joven y un viejo abogado a los que la vida concede otra oportunidad.

La historia transcurre en Córdoba, a principios del presente siglo, mostrando una ciudad donde prolifera la exclusión social, como en tantas otras, en la que la gente sueña con ganar dinero suficiente para llevar una vida digna, pero ese sueño para muchos solo puede hacerse realidad a través del tráfico de drogas.

Los personajes de la novela son jóvenes sin estudios se erigen en líderes del barrio y gastan dinero por doquier, hasta que ellos mismos se enganchan a la droga o pierden la libertad.

En este contexto se encuentran Nico, nacido en un barrio humilde y matrícula de honor en los senderos de la delincuencia, pero también muchachos de zonas acomodadas, como Roberto, que han recibido buena educación, y que caen en esas mismas redes, mientras sus padres no entienden qué han hecho mal, y en medio de todo ello la persecución policial, que para erradicar un problema tan difícil de vencer no duda en premiar al confidente, aun siendo delincuente también.