#Heroínas sin capa | Supervisora de residencia: “Las medidas de prevención no han llegado a tiempo”
La residencia de ancianos de María Auxiliadora, ubicada en Las Electromécanicas, es uno de los centros de mayores que no ha tenido por el momento ningún caso de contagio de coronavirus. En ella, una veintena de empleados atiende a los usuarios entre medidas de seguridad y protección mientras intentan responder al gran número de llamadas que recibe a diario, ya que las visitas no están permitidas desde el decreto del estado de alarma.
María Pareja es la supervisora de esta residencia, que cuenta con 38 usuarios más otros diez de estancia diurna, servicio suspendido mientras dure la pandemia. Desde el pasado 14 de marzo, las visitas a los centros de mayores se suspendieron, provocando que los familiares llamaran sin cesar a las residencias para saber cómo se encontraban sus padres, abuelos o tíos. “La información es constante porque, ante la ausencia de noticias, los familiares se pueden poner más nerviosos y es lo que queremos evitar”, cuenta Pareja, que lleva 16 años trabajando en esta residencia.
Esta decisión ha sido muy dura para los internos, especialmente para las personas con demencia, a quienes se les explica periódicamente por qué sus familias no acuden a verlos. En los casos más vitales, los trabajadores de esta residencia realizan videconferencias entre los familiares para suplir la necesidad de reencontrarse con el mundo exterior. En esta línea, Pareja explica que la información sobre la evolución de las enfermedades de los internos también se traslada a la familia.
Una vez decretado el estado de alarma, la dirección del centro se sometió de manera exhaustiva a las nuevas medidas de seguridad que debían seguir todos sus trabajadores tanto a la entrada como a la salida: “Usamos desinfectante en los pies, gorros, mascarillas, batas y uniforme”, detalla esta profesional.
Rutina y actividades
Continuar con la rutina y con las actividades que realizaban antes de la pandemia está siendo esencial para que los mayores no aprecien la realidad de lo que sucede fuera de sus paredes. Sin embargo, los usuarios que acudían a esta residencia durante el día han tenido que quedarse en casa para evitar posibles contagios a este colectivo de riesgo que son los ancianos.
A pesar de que los tests realizados en este centro, tanto a trabajadores como a residentes, han dado negativos en el virus, la supervisora del centro lamenta que las “medidas de protección no hayan llegado a tiempo” a otras residencias, provocando los elevados números de contagios y muertes de ancianos en toda España.
“Cuando se empezó a hablar de coronavirus en España se tenía que haber sectorizado más a la población. En un primer momento se destinaron ayudas y medidas de protección a los hospitales, pero a las residencias de mayores llegaron más tarde”, concluye esta trabajadora.
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