La crisis obligó a cerrar a más de 700 comercios en Córdoba en 2012

Los datos son demoledores. Durante el año pasado, la crisis acabó viendo echar la persiana a más de 700 comercios en toda la provincia de Córdoba, lo que supuso la pérdida efectiva de más de 1.400 puestos de trabajo. Son datos que ayer desveló Rafael Bados, el presidente de la Federación de Comercio Córdoba ante los periodistas, poco después de la inauguración del primer congreso regional del comercio de cercanía, constituido, precisamente, para intentar evitar este dramático goteo de malas noticias.

Durante la inauguración, el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, señaló la importancia de los centros comerciales abiertos como instrumento de cooperación empresarial y recordó que la Junta potencia esta figura a través de una orden pionera del año 2010, que pretende revitalizar los establecimientos de centros urbanos, impulsar el asociacionismo comercial y mejorar los servicios. Hasta la fecha, la Administración autónómica ha otorgado este reconocimiento oficial a 22 asociaciones sectoriales.

El consejero señaló que el comercio es “uno de los sectores clave de la economía” y tiene “la capacidad de dinamizar la vida de nuestros municipios”. En este sentido, destacó que ocupa a 489.000 trabajadores en Andalucía, con una gran presencia de autónomos, y que el 94% de los establecimientos minoristas tiene 5 o menos asalariados. “Esto nos ayuda a comprender la importancia que tiene la pequeña empresa”, dijo.

A su juicio, esta actividad ha llegado a convertirse “en un elemento vertebrador de las ciudades y de la sociedad”, por lo que apostó por “defender nuestro modelo comercial andaluz, que no es ni anglosajón ni chino, es andaluz”. Según explicó, la “identidad” de este modelo “reside en un comercio de proximidad, tradicional, diversificado, arraigado en el territorio, rentable, sostenible y comprometido con su entorno laboral”.

Rafael Rodríguez aseguró que “somos conscientes de la gravedad” que atraviesa el sector como consecuencia de la crisis económica, marcada, sobre todo, por la “destrucción de empleo” y puntualizó que “está situación nos obliga más que nunca a implantar mecanismos de adaptación y mejora continua que refuercen al sector,” y a “defender a nuestras pymes, a nuestros autónomos y asalariados”.

Así, avanzó la firma de un Pacto Andaluz por el Comercio basado en el consenso y precisó que las conclusiones del Congreso marcarán el inicio para la elaboración del próximo Plan Integral de Fomento de Comercio Interior, que se redactará en 2013 en colaboración con el sector. A este respecto, precisó que para “dotar de solvencia” al futuro plan “vamos a poner en marcha un impuesto a los grandes superficies para obtener recursos para apoyar al pequeño comerciante”. También avanzó la convocatoria de una nueva orden de ayudas a las pymes dotada con dos millones de euros y destinada a financiar la modernización y la mejora de la accesibilidad de los establecimientos, entre otros conceptos.