Fátima Gálvez, con voz propia en la historia del tiro olímpico

“¡Plato!”. Una y otra vez habrá resonado esta palabra en la mente de la cordobesa Fátima Gálvez -y no es para menos-. La deportista natural de Baena es ya la segunda mejor multimedallista de la historia de las Copas del Mundo (10) en foso olímpico, a tan solo una de la eslovaca Zuzana Rehak. La tan ansiada décima llegó unas pocas horas después de conseguir la novena. Y es que la cordobesa consiguió en la pasada Copa del Mundo en Nicosia una medalla de bronce y otra de plata. Con estos galardones, la tiradora consigue ponerse en el segundo lugar en cuanto a la cantidad de medallas en una cita mundialista se refiere.

Todos estos podios requieren un esfuerzo detrás inmenso. Además de que la victoria no nace de la noche al día. Fátima Gálvez consiguió su primer galardón mundialista en su propio país. En 2014, la tiradora ganó sus dos primeras medallas en la Copa del Mundo disputada en Granada en la modalidad de foso individual y por equipos. Tras conseguir su primer oro en Italia, la baenense tuvo que esperar hasta 2018 y 2019 para seguir rellenando su palmarés internacional. Y es que consiguió una plata en Corea del Norte y un bronce en Italia -de nuevo- para hacerse con cuatro galardones mundialistas.

Tras dominar los campeonatos europeos y mediterráneos, Fátima encaraba el 2020 con el objetivo puesto en la cita olímpica de Tokio. Por ello, fue a por todas en su primera cita mundialista. En Rabat, la baenense consiguió dos bronces en el Gran Prix de Marruecos que le permitió conseguir unas buenas sensaciones que prolongó hasta el Qatar Open donde consiguió su segundo oro mundial en toda su carrera. Conseguir tres medallas en apenas dos meses no pareció conformar a la tiradora que, en la pasada semana, consiguió dos nuevos galardones mundialistas en Nicosia. Esto hizo que se colocara como la segunda segunda mejor multimedallista de la historia de las Copas del Mundo por detrás de Zuzana Rehak. Unos resultados y un palmarés que son de otro nivel, cercano a la excelencia.