Un bronce teñido en rojo
Nadie les podrá reprochar que no dieron la cara hasta el último segundo. Pelearon y cayeron, quedándose a las puertas del ansiado objetivo. Pero ahí no acabó todo. Volvieron a levantarse y la herida la cerraron en forma de medalla de bronce. Las chicas del Deza Maristas 75 han logrado cerrar el curso en Primera Nacional en la tercera posición. Un broche agridulce, ya que se quedaron a un partido de la fase de ascenso a Liga Femenina 2, aunque totalmente meritorio teniendo en cuenta el nivel mostrado en la competición. De hecho, únicamente el anfitrión de la Final Four, el CBT Asisa Alhaurín de la Torre, conjunto plagado de veteranas, con una jugadora americana y a la postre campeón de la fase, impidió a las colegialas estar en dicha ronda de promoción a la segunda máxima categoría del baloncesto español. El Alhaurín se impuso en la gran final al Unicaja de Málaga, principal favorito, por 55-42. Ambos equipos malagueños estarán peleando por el ascenso a Liga Femenina 2 con los primeros clasificados del grupo de Canarias.
Aún así, en un ambiente de gala, con el pabellón a reventar y charanga incluida, las cordobesas dieron la cara en un encuentro muy complicado y en el que les faltó tener una mayor regularidad en el juego ofensivo. Pese a todo, el Maristas tuvo sus claras opciones de triunfo, llegando a dominar por 8 puntos en la recta final del tercer periodo. Pero las locales consiguieron reponerse para volver a igualar la contienda y dar la puntilla en el último cuarto, a través de una férrea defensa y un gran acierto en el tiro exterior, ganando por 57-46 las locales.
Tocaba levantarse para encarar la lucha por el tercer puesto ante el CB Conquero, buscando además una última posibilidad de jugar por el ascenso en caso de renuncia de algún equipo canario. El partido estuvo dominado desde el principio por las colegialas y, a pesar del empujón final de las onubenses, el Maristas conseguía llevarse la victoria (70-68) retomando sus señas de identidad del buen juego que ha realizado durante toda la temporada.
Un broche en forma de metal para una nueva temporada histórica para la entidad, que ha vuelto a erigirse como la gran dominadora del baloncesto cordobés, sobre todo en categoría femenina. En este caso las protagonistas de la hazaña han sido, a las órdenes del técnico Miguel Ángel Luque, Beatriz Jiménez, Rafi Gutiérrez, Clara Cáceres, Lydia Muñoz, Paula Rodríguez, Rocío Moyano, Raquel Romero, Aurora Luque, Claudia Bustos, María Castro, Marina Santiago, Carla Torrubia, Carmen Casas y la capitana Raquel Pérez.
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