Un adiós silencioso para el UCB: de referente, a la desaparición
El filósofo y educador austríaco Rudolf Steiner difundió, a principios del siglo XX, la afirmación de que el hombre pertenece a tres mundos: cuerpo, alma y espíritu. Una idea que formuló en su momento por la doctrina de la Antroposofía, y que venía a explicar la conocida Teoría de los Septenios, la cual viene a exponer que cada siete años se vive una crisis personal que conduce a las personas a un determinado cambio. Ese es el tiempo exacto que ha durado el proyecto Ubi Concordia Baloncesto (UCB). La entidad, nacida en junio del 2018, ha echado el telón de fondo, declarando el punto final de su trayectoria deportiva, donde durante este tiempo ha pasado de ser referente del baloncesto sénior masculino en Córdoba, y una de las canteras más prolíficas de la capital, a verse abocado a un adiós silencioso, pausado y prácticamente obligado.
Los problemas en el UCB comenzaron varios años atrás. En su proyecto de ser el primer club de la provincia, se cruzó el nacimiento del Coto Córdoba CB, lo cual dejó, para los amantes del baloncesto en Córdoba, unos meses de puro desenfreno y disfrute con dos propuestas de juego muy atractivas y que revitalizaron el deporte de la canasta en la ciudad. De hecho, esa campaña 2023-24 acabó con ambos planteles como los más destacados del Grupo D-B de la Liga EBA, siendo el propio UCB el campeón de su subgrupo. Así, participarían en una ilusionante fase de ascenso con dos promociones en juego. Los blanquiverdes, como ya se sabe, acabaron alcanzando su objetivo, al tiempo que la escuadra dirigida por Rafa Gomáriz se quedó a un paso de certificar igualmente el hito. Fue ese el momento álgido en la trayectoria vital del club. Y de ahí, de la máxima euforia, se pasó a verse cerca del precipicio.
Ya en las semanas previas a la disputa de la fase, la entidad celebró un encuentro con empresas y medios de comunicación, donde solicitaban un mayor apoyo económico y social en busca de poder dar el salto. Una ambición con responsabilidad, pero ya entonces había ciertos atisbos de desgaste. Es más, los problemas se incrementaron con el paso de los meses, ya que el club, que preveía salir nuevamente en EBA (actual Tercera FEB) tras haberse quedado a una victoria del ascenso, decidió renunciar a su plaza para la campaña 2024-25. Se ponía fin al proyecto sénior masculino del UCB, uno que había nacido unos pocos años atrás, escalando desde Primera Nacional, hasta que la llegada de Gomáriz propició el salto hacia un estilo mucho más profesional. Pese ese deseo apenas duró dos temporadas.
Con todo, la entidad mantuvo su apuesta con el equipo femenino, que repitió en N1, así como en las categorías de formación, sin duda, el valor principal del Ubi Concordia Baloncesto. Mucho ha llovido desde aquella fundación en junio del 2018, que tuvo su puesta de largo pública con una marcha colectiva en octubre de ese mismo año, cuando todos los equipos del club, desde los más pequeños del babybasket hasta las más veteranas del sénior femenino, se reunieron en la Plaza de las Tendillas vistiendo las calles de la ciudad del verde característico del proyecto cordobés. Un recorrido que culminó en el colegio Cronista Rey Díaz, el corazón de la entidad, aunque compartiendo músculo en los últimos años con Valdeolleros, estando uno a pocos metros del otro.
Esa barriada de la ciudad respiró el aroma del UCB durante siete años, pero el desgaste se iba haciendo cada vez más notorio, hasta que tuvo el pasado mes de junio un nuevo punto y aparte, que acabaría prácticamente siendo su punto final. La junta directiva presidida por Jaime Aguilera, dirigente de la entidad desde su fundación, presentó su dimisión, a través de un comunicado interno enviado a los socios, tal y como adelantaron los compañeros de Diario Córdoba. Unos mandatarios, entre los que también figuraba otro miembro relevante de la historia del baloncesto cordobés como Pedro Bello, y que se habían mantenido al frente durante estos siete años, aunque “toda esta actividad ha agotado física y mentalmente a la actual junta directiva”, expusieron en el escrito.
Eso deparó en unas semanas de incertidumbre ante la posibilidad real de desaparición, a menos que una nueva directiva decidiera tomar las riendas y afrontar un nuevo rumbo. Pero finalmente no ha sido así y, tal y como ha podido saber Cordópolis, el UCB no competirá la próxima temporada en ninguna categoría del baloncesto provincial, dejando, por tanto, un hueco muy relevante en cuanto a la cantera califa. Eso sí, la entidad apunta que patrocinarán a algunos equipos base de otros clubes. Un desgaste prolongado que ha terminado en un adiós silencioso. El punto final a una andadura de siete años competitivos en divisiones base, dos en EBA y cuatro en N1 femenina. Mientras el cuerpo tuvo fuerzas, hubo alma en el Cronista Rey Díaz. Desde ahora, ya solo quedará el espíritu de lo que fue el proyecto UCB: Ubi concordia, ibi victoria.
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