El sintecho cordobés que murió en Gijón tras cumplir el sueño de publicar sus poemas
Se llamaba Pedro Serrano. Era esquizofrénico y llegó a vivir en la calle en diversos sitios de Gijón, a donde había llegado desde Córdoba y donde el año pasado cumplió su sueño de publicar sus poemas en un libro, Versos a pie de calle, que quedará como su única obra.
Pedro Serrano, el “poeta vagabundo” como se le conocía en Gijón, falleció el 12 de junio a los 63 años. Pero antes, tal y como contó a los periodistas locales, había llegado a dormir en un nicho del cementerio, que abandonó poco después de publicar sus poemas. “Vivir la vida es ganar tiempo”, escribió en uno de ellos, el mismo poema en el que reconocía que saber perder era una victoria, como todo lo que implica conocimiento personal.
Su azarosa vida se filtró en su poesía y está en las 200 copias que se imprimieron de su libro. Aquella proeza personal fue fruto de la Asociación Mar de Niebla y del Proyecto Eslabón, concebido para la reinserción de personas sin hogar. Con Pedro, ese vagabundo que citaba a García Lorca y que llevaba en sus huellas la convecinidad con Luis de Góngora, funcionó a la perfección.
Fue un proceso de varios meses: Pedro recitaba de memoria y en Mar de Niebla tomaban nota, editaban y recopilaban. Cada verso que tomaba forma en el folio, era un paso adelante para el vagabundo que, en una entrevista con El Comercio antes de presentar su poemario en La Semana Negra de Gijón, hace poco más de un año, contaba que había logrado abandonar el cementerio de Cabueñes en el que dormía para refugiarse del frío y había alquilado una habitación.
Versos a pie de calle. Poemas diversos, de amor y para la esperanza quedó, por tanto, como la obra única de un poeta cordobés desconocido y que dejó versos como éste:
"Polizón de la tarde Y el tiempo lentamente Polizón de la tarde Croar de rana Y un jilguero al lado de una rama mirando hacia la fuenteSobre el aguaAquel pañuelo azulque tú perdiste en la mañana".
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