El Templo Romano de Córdoba se prepara para las obras que cambien su cara
Los trabajos preliminares para las obras de la primera fase de conservación y restauración del Templo Romano de Córdoba, dentro del Plan Turístico de Grandes Ciudades, han comenzado este lunes con la instalación de vallas y casetas. El conjunto de la obra cuenta con una inversión de 200.000 euros en este caso, mientras que la segunda fase cuenta con 400.000 euros, según ha informado recientemente el delegado de Turismo del Ayuntamiento, Pedro García (IU), quien ha destacado que el objetivo previsto es que esté todo culminado antes de finalizar el año.
En declaraciones a los periodistas, acompañado por los técnicos encargados de redactar el proyecto, Carmen Chacón y Juan Murillo, García detalló que este lunes se prevén iniciar “todas las actividades de la intervención”, donde “se va a intentar en la medida de lo posible dejarlo en condiciones óptimas, entre las dos fases, para que sea absolutamente visitable y se encuentre en las mejores condiciones posibles”, resaltó.
Según señaló, a dicha obra se han presentado 24 empresas y la adjudicataria ha sido Patrimonio Inteligente SL. El también primer teniente de alcalde indicó que las dos actuaciones “se pueden hacer de manera complementaria”, precisando que la primera fase tiene “una duración de cuatro meses”, a la vez que remarcó que los proyectos pendientes del Plan Turístico de Grandes Ciudades están en fase de “contratación e intervención”.
Mientras, Carmen Chacón explicó que “se trata de trabajar sobre el propio monumento, para conservar, proteger y restaurar”, en función de “los datos técnicos estudiados y los análisis hechos”, de manera que se va actuar “sobre los propios restos de sillería de las cimentaciones, tanto del propio templo, como del muro de contención de la plaza, donde se ubicaba el mismo”, entre otras zonas.
En este sentido, apuntó que “hay muchos sillares que se encuentran en mal estado”, de ahí que se vaya a “realizar una preconsolidación para realizar luego una limpieza sin afectar a las piezas”, de modo que “una vez realizada la limpieza, se procederá a la consolidación y posteriormente se hará un refuerzo de biocidas”, según concretó.
Igualmente, destacó que “hay unas marcas de cantero muy interesantes en el templo y de las se van a realizar una reproducción en 3D para tenerlas digitalizadas e incluso ponerlas en el Centro de Interpretación que se habilitará”, a lo que agregó que “también se va a actuar sobre los dos restos de yacimientos que hay en el solar de la Calle María Cristina, que se corresponden con las cimentaciones de la plaza alrededor del templo”.
Tras ello, en la segunda fase, de unos cuatro o cinco meses, se ejecutará la pasarela sobre el templo y la entrada a los restos del Consistorio se realizará con “la apertura de un gran hueco en el muro del Ayuntamiento, que ya está estudiado”, según aseveró la técnico, quien aclaró que el Centro de Interpretación es “otro punto que se redacta, también dentro del Ayuntamiento”, pero que “no está dentro de la segunda fase”.
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