Los puestos de caracoles deberán ser accesibles y los empresarios critican falta de tiempo y presupuesto
Caracoleros de Córdoba han comenzado este viernes el montaje de los puestos para la tradicional temporada, que comenzará el 23 de febrero, aunque no sin críticas hacia el Ayuntamiento de Córdoba debido “a los requerimientos desproporcionados y al exceso de burocracia”.
En una información remitida a este medio, la asociación recuerda que luchó “para tener unas bases reguladoras que permitieran a los caracoleros vender durante cuatro años seguidos, renovar la solicitud al finalizar la temporada y esperar a que la Administración les requiriera los documentos mínimos necesarios para continuar con los trámites antes de la venta”.
A pesar de ello, denuncia la asociación, el Ayuntamiento ha solicitado a los caracoleros “cuestiones tan sumamente detalladas que muchos establecimientos públicos no cumplen, olvidándosele al Ayuntamiento el carácter temporal de estos emplazamientos”.
Así, la mayoría de los puestos de caracoles tendrán pequeñas barras de acceso para personas con movilidad reducida, así como veladores reservados para este colectivo, además de una atención en mesa en el caso de que fuera necesario. Asimismo, algunos puestos instalarán baños portátiles para personas con movilidad reducida, aunque no todos “debido a la falta de existencias y al importante desembolso que requiere, teniendo en cuenta que esta temporada coincide con importantes festividades en Córdoba”. “Obviamente, esta asociación no tiene interés en evadir el cumplimiento normativo”, pero sí solicita “tiempo y solvencia económica” para poder adaptar sus puestos a la normativa vigente en materia de accesibilidad.
Ante ello, los caracoleros denuncian que han realizado “un desembolso económico mucho más elevado del esperado, en tiempo récord (menos de un mes) y para un sector temporal”, ya que también se les solicita la instalación de lonas y toldos ignífugos. Sobre ello, estos empresarios piden “unidad en el trato y en el cumplimiento de los requisitos” para que los mismos sean exigidos al “comercio ambulante”. “¿Todos tenemos toldos inifugos?, ¿todos tenemos contrapesos para no anclar en pavimento? y ¿todos tienen baños de movilidad reducida?”, se pregunta la asociación.
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