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Pradales elige a un asesor de Urkullu y a uno de sus excolaboradores en Bizkaia para negociar con el PSE-EE

Imanol Pradales, en su nuevo escaño en el Parlamento Vasco

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El futuro lehendakari, Imanol Pradales, ha situado a dos personas de su máxima confianza -pero desconocidas para el público en general- como negociadores del nuevo Gobierno vasco con el PSE-EE. Son Peru Salaburu, periodista y asesor de Iñigo Urkullu desde 2023, y Aimar Rico, excolaborador de Pradales en la Diputación de Bizkaia, donde se ganó rápidamente su confianza. Al otro lado de la mesa, los socialistas tienen como referentes a Ekain Rico, parlamentario y gran negociador del partido en los últimos años, y a Pau Blasi, periodista de formación y responsable de los últimos programas electorales. Estos cuatro hombres, ninguno de los cuales supera los 45 años, tienen como misión redactar un programa compartido que cristalizará el 22 de junio con la toma de posesión en Gernika del sexto lehendakari en democracia y que se desgranará 48 horas antes en el Parlamento Vasco durante la sesión de investidura.

Las negociaciones, formalmente, se iniciaron el 29 de abril, el primer día hábil tras el escrutinio definitivo de las elecciones autonómicas del 21. En aquella primera fotografía aparecieron el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el influyente dirigente Joseba Aurrekoetxea y también la que ha sido ya reelegida como presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, acompañando a Pradales. En la delegación socialista estaban el secretario general, Eneko Andueza, el responsable de Organización, Miguel Ángel Morales, y Begoña Gil. Pero, como ocurrió hace cuatro años, el verdadero trabajo negociador se iba a llevar de modo discreto y con delegados de otro perfil.

Desde que se convirtió en candidato a lehendakari, Pradales ha ido rodeándose de un pequeño equipo de confianza. Aunque es Aurrekoetxea el que supervisa políticamente todo el proceso -de hecho es el gran padrino del nuevo líder institucional del PNV-, en las negociaciones participan directamente Salaburu y Rico. El primero es formalmente asesor de la Presidencia vasca desde 2023. Escribe discursos para Urkullu y quienes lo conocen destacan de él su “buena pluma” en los dos idiomas oficiales. Es hijo de Pello Salaburu, que fue rector de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Rico, de 31 años y procedente de Barakaldo, entró el pasado verano a la Diputación como director general de Desarrollo Territorial en el equipo de Pradales. Las fuentes consultadas recalcan que muy pronto se ganó la confianza de su jefe y le auguran una larga carrera política en Euskadi. También es bilingüe, estudió en Deusto Business School y domina el castellano, el euskera y el inglés. Antes de acceder a la política trabajó en Kutxabank o en la entidad pública Seed Capital Bizkaia.

En el círculo más próximo de Pradales emergen también las figuras de Mikel Iriondo, Nekane Zeberio y Aitziber Díez. Iriondo es amigo de la infancia del futuro lehendakari y le ha acompañado también en la Diputación vizcaína. Ha sido director de Interbiak, una sociedad foral. Pero no está implicado en las negociaciones. Zeberio tiene experiencia como asesora en la Presidencia vasca y como jefa de gabinete en el área de Cultura y también en la Diputación de Álava. Ha participado de un modo muy activo en la campaña y se da por hecho que tendrá un papel muy relevante en la nueva etapa. Díez, finalmente, era su jefa de prensa en la Diputación y le ha acompañado también en la carrera hacia Ajuria Enea.

Pradales tiene, asimismo, muy buena relación con Manu Castilla, que es el secretario general de la Presidencia vasca y uno de los más estrechos colaboradores de Urkullu en sus tres legislaturas. Entre otras funciones, ha liderado el Gabinete de Prospecciones Sociológicas (GPS), la oficina que realiza sondeos y encuestas. Pradales, sociólogo de formación, también ha colaborado dentro del PNV en procesos participativos y de pulsar a la opinión pública. Castilla aporta su experiencia institucional de cara a las negociaciones, los necesarios conocimientos del engranaje presidencial. El PNV, en este sentido, ha perdido a Txus Peña, que fue el gran visir de los tres últimos lehendakaris nacionalistas, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe y el propio Urkullu. Se ha jubilado mediada esta legislatura al cumplir los 65 años tras estar casi siempre en la sombra.

Pau Blasi con Ekain Rico

En la parte socialista, los negociadores son Ekain Rico y Pau Blasi. Rico, de 45 años, es quien negoció en 2020 el acuerdo coalición en plena pandemia de cara a la tercera legislatura de Urkullu. Lo hizo mano a mano con Peña en pleno mes de agosto y tras el confinamiento. Es un dirigente de la máxima confianza de Andueza como antes lo fue de Idoia Mendia. Jurista de largo recorrido y que empezó como asesor del grupo parlamentario, es por quien pasan todos los grandes temas del PSE-EE. Ha sido reelegido como parlamentario para una segunda legislatura.

Ahora tiene como apoyo a Blasi. Experiodista en la Cadena Ser, Vasco Press o 'El Mundo', entró en política como asesor en la Presidencia vasca durante la etapa de Patxi López. Su labor era la misma que ahora tiene Salaburu: escribir los discursos del lehendakari. Luego continuó con él en el PSE-EE y ha ido ganando peso. Bilingüe, ha sido representante del partido en algunos debates y entrevistas en euskera. Es el responsable de los últimos programas electorales, también del de las autonómicas. Es descendiente del teniente del cuerpo de Carabineros republicanos españoles del mismo apellido, una de las figuras clave que salvó del expolio franquista el patrimonio artístico.

PNV y PSE-EE guardan bajo siete llaves el contenido de sus conversaciones. De hecho, ni siquiera desean confirmar oficialmente los nombres de estos cuatro negociadores. Aparentemente, según han trasladado, ahora mismo se está redactando un programa compartido. La filosofía es que ambas formaciones, aunque puedan pactar algunas discrepancias, tengan una visión conjunta de todas las áreas y que no haya “dos Gobiernos en uno”, es decir, que la parte de un partido funcione de manera separada de la otra. Después, llegaría la parte del reparto de carteras y de cargos. Los socialistas ya han avisado de que reclamarán más peso en esta legislatura y el PNV lo ha dado por bueno. Ahora han tenido tres consejeros de doce y han gestionado del orden del 15% del presupuesto total. En las elecciones, el PNV perdió cuatro escaños y el PSE-EE subió dos. Los votos socialistas son los que dan la mayoría absoluta a Pradales y los de Andueza lo quieren hacer valer.

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