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Más que trascendental

Keko, en el último partido del Córdoba Patrimonio en Vista Alegre | ÁLEX GALLEGOS

Rafael Ávalos

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Están los encuentros considerados como tales y los que realmente lo son. A causa de su reiterado uso la palabra pierde su significado -en estricto sentido-. Porque es un tópico más dentro del deporte y a veces condiciona de tal modo que cuando tiene lugar no es perceptible en su magnitud. El caso es que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, en esta ocasión de manera cierta aunque anticipada, afronta una final en su guerra por la permanencia en Primera. La razón es sencilla: recibe al colista, al que sólo aventaja en dos puntos, y corre el riesgo, más real que nunca, de caer en la zona de descenso. Como es lógico, el conjunto blanquiverde quiere evitar ese desenlace en la antesala de la Navidad. Sólo la victoria ante el Pescados Rubén Burela puede hacer que el cuadro permanezca tranquilo en el cierre de año.

Quien pensara que el reto es sencillo estaba muy equivocado. Sobre todo porque ésta es la primera vez en que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad compite en Primera. No es un recién ascendido sino un novato en toda regla. Un papel éste muy diferente al que juega su rival de este martes (21:00). El Pescados Rubén Burela, como el resto de los contendientes de la Liga Nacional de Fútbol Sala, tienen experiencia, ya sea mayor o menor, en la señalada como mejor competición del mundo. Pero las etiquetas ningún interés tienen cuando todo se dispone sobre el parqué. Es ahí donde el equipo dirigido por Maca pretende demostrar que está preparado para continuar en la élite nacional, a la que llegara tres décadas después de que la ciudad anduviera ausente.

La tarea no es fácil. “Que nadie se llame a engaño”, recordó el entrenador del conjunto blanquiverde, Miguel Ángel Martínez Maca, el sábado. Entonces su equipo perdió de manera dolorosa ante el Jimbee Cartagena en el primero de los choques que podían definir su futuro inmediato. Después de hacer lo más difícil, que era igualar y tomar el control del partido, el cuadro califal cayó por 6-1. Sin embargo, el técnico avisó justo después de que lo realmente importante estaba por llegar. Eso es el encuentro de este martes ante el Pescados Rubén Burela, que llega a un Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre que en adelante se presenta como escenario de una ilusión. Ésta es la de la continuidad en la máxima categoría. No en vano, lo peor ya pasó en campo propio -en la ciudad comparecieron Osasuna Magna y principalmente Movistar Inter, ElPozo Murcia y Barça-.

Vista Alegre ha de ser un fortín sí o sí a partir de ahora. El primer recinto deportivo, por encima de El Arcángel esta temporada, debe ser una trinchera donde la derrota no sea una opción y el empate sólo sea una lejana duda. Tiene que ser territorio inhóspito a la vista de los rivales, como lo vieron Osasuna Magna y más aún O Parrulo Ferrol. Más todavía cuando el adversario más que directo es casi hermano en batalla fratricida. Es el rol que se le puede otorgar precisamente a un Pescados Rubén Burela sumido en una depresión inesperada. El conjunto gallego apenas suma nueve puntos, con sólo dos victorias, pese a que la anterior campaña ganó su puesto en Primera de manera casi autoritaria -en relación directa, aventajó en 19 puntos al Córdoba Patrimonio de la Humanidad- y que en verano se reforzó con fichajes de garantías.

Sólo dos puntos distancian al equipo de Maca del cuadro lucense, por lo que el duelo resulta más crucial si cabe. Una derrota en este caso supone quedar por detrás del que hasta ahora es último clasificado, una posición que ha ocupado en todo lo que va de campeonato. Además, un tropiezo en Vista Alegre significaría esta vez perder uno de los choques anotados en rojo en el calendario por ser de esos que deben ganarse sí o sí para alcanzar el objetivo. De ahí que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad lo encare como toda una final. A esta sensación se suma, por cierto, el hecho de que son seis las jornadas consecutivas en que se desconoce la victoria por parte del conjunto blanquiverde. Es el triunfo o el triunfo. Por mucho que reste un mundo, como se suele decir, por delante para lograr la salvación en la mejor liga del mundo. Así, el encuentro de este martes es más que trascendental.

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