Así sale... y así entrará
El Córdoba no es el último en la clasificación. Si a alguien le cuentan en verano que en diciembre se iba a celebrar un logro así, se te lanza a la yugular. Pero es lo que hay. El año 2017 concluye con un terremoto en todos los órdenes. La sacudida ha sido de pies a cabeza. La entidad se ha vendido -González traspasó su paquete accionarial a Jesús León López y Luis Oliver- y en lo deportivo se vive un momento crítico. El Córdoba protagonizó su actuación más brillante del curso -y de mucho tiempo- propinando una soberana paliza al Reus (5-0). Eso no le servirá para mantener en el cargo a su entrenador, Jorge Romero, que era interino la semana anterior y vuelve a a serlo después del duelo. La nueva propiedad pretende contratar a un técnico de experiencia y reputación para levantar el vuelo. Tampoco lo tienen claro un buen puñado de quienes estaban llamados a ser los referentes en el campo y terminaron convirtiéndose en rémoras.
Con 16 puntos, el Córdoba ha logrado dejar atrás a dos adversarios. El último es el Sevilla Atlético, que solamente ha ganado un partido este año y lleva 13 puntos. También queda atrás el Lorca FC, que presenta un balance similar al de los blanquiverdes (4 victorias, 4 empates, 12 derrotas), pero anda peor en el coeficiente general de goles (-11, pero marcando menos). Los blanquiverdes tienen la distancia con la permanencia a cinco puntos, con referencia en el Nástic (que lleva un partido menos y ganó por 1-5 en El Arcángel). La Cultural Leonesa, que empató en Córdoba (2-2), lleva seis de diferencia a favor. La tarea es titánica. En el mejor de los casos, el equipo cordobesista terminaría la primera vuelta con 19 puntos, por lo que tendrá que recuperar terreno para llegar en la segunda a la órbita de los cincuenta.
El 5-0 al Reus ha evitado que el Córdoba se descuelgue en la clasificación pero, sobre todo, mentalmente de un campeonato en el que lleva sufriendo desde el minuto uno. También ha inyectado una dosis de esperanza al cordobesismo, que ahora se agarra a la actuación que puedan tener los nuevos propietarios en el mercado invernal para asistir a una de esas heroicas remontadas que históricamente han supuesto el alimento sentimental de generaciones.
A falta de un partido para el final de la primera vuelta, la mitad de los equipos de Segunda División tienen un botin igual o inferior al 50% que marca la permanencia. El Alcorcón, Albacete y Reus tienen 25; detrás van Zaragoza (23), Almería y Leonesa (22), Nástic (21) y Barcelona B (20). En el horizonte quedan dos partidos temibles para empezar el año. El sábado 6, a las cuatro de la tarde, el Córdoba visita El Molinón para enfrentarse con un Sporting de Gijón que lleva un rumbo torcido y que hace unas semanas cambió de entrenador para fichar a Rubén Baraja. El domingo 14, a las cuatro, le aguarda otra cita de altura en el Ramón de Carranza, donde mora un Cádiz pujante que mira a Primera. Para entonces, el Córdoba ya habrá acometido obras en la plantilla.
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