Reto nuevo en el mejor momento desde 2015
El objetivo es el retorno al fútbol profesional. La vuelta a Segunda A es lo que ansía ya no sólo el club, que atraviesa un período de vertiginosa transición, sino la afición. No está tan mal la Segunda B, pero bastante lejos está -aunque sólo sea un escalón- de la categoría que pretenden unos y otros -como mínimo- en El Arcángel. Trazada ruta, el Córdoba marcha ya con paso firme hacia su destino -al menos con parada primera en el play off-. Pero de repente otro desafío ha de afrontar. Éste es el correspondiente a una Copa del Rey vestida de oportunidad para los humildes pero que no deja de ser una lucha abierta entre los poderosos. Pese a todo, el equipo dirigido por Raúl Agné encara el nuevo reto con el deseo de continuar adelante -ya sea por otorgar minutos a quienes menos tienen, mantener la línea de crecimiento o lograr la taquilla soñada-. Lo hace además con el respaldo anímico que otorga la mejor dinámica desde hace más de cuatro años…
El Córdoba encadena seis partidos sin conocer la derrota. Una racha ésta a la que da forma después de enlazar dos victorias como visitante y tres en campeonato liguero. La estadística permite de manera casi irrefutable que tanto en el vestuario como en la grada el optimismo sea el más alto en años. En concreto -al menos quizá- la dicha es la mayor en los últimos cuatro pues éste es el tiempo transcurrido desde que el cuadro califal cerró su más reciente precedente de la actual dinámica. No en vano, toca viajar atrás en el tiempo hasta octubre de 2015 para encontrar un ciclo tan positivo -similar en realidad- como el presente. Ocurrió la temporada después de perder, de forma un tanto traumática, la máxima división del fútbol español. Porque tras caer de Primera con apenas 20 puntos el conjunto blanquiverde llegó a mandar en Segunda A. Lo hizo gracias a una regularidad poco dada en su historia reciente.
Fue el 18 de octubre de 2015 cuando el Córdoba venció al Numancia por 3-2 y enlazó su sexta jornada sin perder dentro de la campaña 2015-16. Era José Luis Oltra quien estaba a las órdenes de un equipo que entonces mantenía un serio contencioso por la primera plaza de la categoría de plaza con el Osasuna. Sí, al cuadro navarro lo dirigía Enrique Martín, el hombre que arrancó en el banquillo de El Arcángel esta temporada y que devolvió su gloria a los de El Sadar en una etapa en la que parecía imposible. El choque con los sorianos correspondía a la novena jornada de aquel campeonato y fue el cierre de un período brillante para el conjunto blanquiverde.
La victoria ante el Numancia permitió al cuadro califal encadenar seis duelos sin ceder, como ocurre actualmente después de superar al Linense. Precisamente desde esa fecha no se producía una racha como ésta a orillas del Guadalquivir. La diferencia en este caso radica en que entonces el Córdoba obtuvo 16 puntos de 18 y no 14 como la plantilla adiestrada por Raúl Agné. El equipo de José Luis Oltra consiguió un total de cinco triunfos y terminó con sólo un empate, precisamente ante el Osasuna de Enrique Martín en Pamplona (0-0). Eso sí, marcó un gol menos que ahora al tiempo que recibió tantos como en el presente.
De esta forma, el Córdoba afronta su nuevo reto, el de Copa, en el mejor momento posible desde 2015. Quizá por este motivo el duelo del miércoles con el San Sebastián de los Reyes (17:30) se presente como una oportunidad para seguir con una evolución más que favorable. Sobre todo en el plano anímico y ante un choque de mayor importancia como lo es el del próximo domingo ante el Marbella (El Arcángel, 12:00). Porque este último tiene como premio, en caso de alcanzar la victoria, un puesto de play off en el período vacacional de Navidad.
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