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Del ‘Nos quedamos por ti’ al ‘Por ti me voy’

Once del Córdoba en el último partido de la pasada campaña | LOF

Rafael Ávalos

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Siempre es duro. Nunca es un golpe asumible. Pero no todos son iguales, para nada. Hay descensos y descensos. Tras los últimos, la afición del Córdoba lo sabe bien. Sin recordar el sufrido en la 2014-15, desde Primera, la caída a Segunda B de la campaña 2004-05 es muy distinta a la del pasado curso. El factor diferencial es la forma, que en ocasiones sirve para aliviar el dolor del fondo. La distancia en la realidad de un caso y el otro también es distinguible, sin dificultad, en las consecuencias. Mientras que tras el drama del Cincuentenariazo se optara por contar con una base de futbolistas de la anterior temporada, este verano el club apuesta por una renovación casi total de su plantilla. La cifra de jugadores que van a continuar no va a ser muy mayor de cinco, si es que se alcanza ese quinteto.

Como punto de partida, toca recordar el modo en que se produjo cada descenso. El de la campaña 2004-05 resultó traumático porque la entidad califal conmemoraba los 50 años de su fundación. También porque el equipo pugnó hasta el final. Se ahogó en la orilla después de rozar la hipotermia. Precisamente el sacrificio de la plantilla conllevó magníficas entradas en El Arcángel y además una larga e intensa ovación al conjunto blanquiverde tras consumarse el descenso. Aquel choque con el Valladolid pasó acto seguido a no ser uno más sino uno muy especial. Los jugadores, cabe rememorar, en su mayoría habían llegado en enero. La pasada temporada, sin embargo, el estadio se vació cada vez más hasta terminar con poco más de 2.300 espectadores. Durante el tramo final, fueron más el silencio y la bronca que los ánimos. Los de Rafa Navarro se marcharon de la división de plata casi en soledad y entre reproches. Blanco y negro.

‘Nos quedamos por ti… ¿y tú?’. Ése fue el eslogan del Córdoba en verano de 2005, después de admitir que volvía Segunda B. Enrique Orizaola seguía en la presidencia -con la propiedad aún a pachas entre Arenal 2000 y Prasa- con el apoyo y el afecto de la afición. A Jesús León gran parte de la hinchada le dio la espalda. Necesita recobrar la confianza perdida. Entonces, el director deportivo continuó: no había dudas en torno a Juan Carlos Rodríguez, que luego... Ahora, Rafa Berges abandona El Arcángel de mutuo acuerdo con la entidad. Él y el presidente no eran compatibles. Llega Alfonso Serrano y con él Enrique Martín para el banquillo, lugar en que se produjo el único cambio en la estructura para la 2005-06. Fue obligado, pues la campaña del descenso la cerró el propio Rodríguez. Vino Quique Hernández, aunque para poco tiempo…

La diferencia más notable entre uno y otro caso, con todo, se halla en la plantilla. El lema para la campaña de abonados estuvo acompañado de una fotografía en la que no sólo aparecían Enrique Orizaola y Juan Carlos Rodríguez sino algunos jugadores de los que perdieron la categoría. En el cartel promocional también estaban, por ejemplo, Pierini y Pablo Villa. Además, la frase fue reflejo de la línea de trabajo que se marcó el club en su retorno a Segunda B. La dirección deportiva mantuvo a ocho de los futbolistas que cerraron la campaña 2004-05. El italiano y el madrileño fueron dos, Txiki, Fredrick, Germán Rojas, Ruano, Sérvulo y Óscar Pérez fueron los demás. A ellos se sumaron Sebas, que siguió tras una cesión de medio curso en el Conquense, y los canteranos Fali y Osuna. Once jugadores en total, de una forma u otra, se integraron en ese ‘Nos quedamos por ti’. Y pudieron ser más.

El Córdoba procuró cerrar la continuidad de Cristian Álvarez, que se mostró dispuesto, pero resultó imposible -regresó con el club de vuelta en Segunda A-. También pensó en Marc Bertrán, pero era una utopía. Mientras, otros como Marchiori o Montenegro dejaron clara su pretensión de seguir. La dirección deportiva optó por dejarles ir. Este verano la coyuntura es completamente distinta. Sólo tres futbolistas tienen contrato en vigor y dos de ellos tienen difícil formar parte de la plantilla que dirija Enrique Martín. El superviviente va a ser Fernández, ya que es probable que tanto Marcos Lavín como Quim Araujo terminen por salir -rescisión mediante-. Cinco jugadores ya dijeron adiós tras romper sus vinculaciones. Sólo Loureiro lo reclamó, el resto causó baja por deseo de la entidad califal. Por si fuera poco, va a haber muy pocas renovaciones. “En su inmensa mayoría, no van a seguir”, adelantó el presidente, Jesús León, en la jornada del lunes. Uno o dos tienen esa opción, según el mandatario blanquiverde. Así, como mucho van a ser tres los hombres que prosigan en la división de bronce tras el descenso.

A ellos quizá se añada alguno más de los que regresaron tras períodos de cesión. Con seguridad no va a ser David Moreno, pues su contrato quedó roto tras la pérdida de la categoría, según pudo confirmar este periódico. De entrada, Sebas Moyano, Zelu y Víctor Mena partían con cierta ventaja en este sentido. Pero la situación hoy por hoy es muy otra: el canterano y el lateral, en principio, van a iniciar la pretemporada con el equipo, pero sólo Zelu cuenta con posibilidades de continuar. De Quiles, nada se sabe. De esta forma, todo hace indicar que van a ser cinco, como mucho, los jugadores que mantenga el Córdoba. Eso sí, cabe recordar, sólo entre uno y tres despidieron la 2018-19 con la elástica blanquiverde. Del lema aquel, ‘Nos quedamos por ti’, nada queda por tanto salvo el recuerdo. Ahora el eslogan bien podría ser, ‘Por ti nos vamos’. Aunque sería más oportuno, visto lo visto, ‘Por mí, te puedes ir’.

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