Nando y su ejercicio de madurez acelerada
El valenciano suplió con eficacia a Pedro Ríos y participó de forma importante en el triunfo del Córdoba ante el Girona | “Lo que me gusta es ganar el espacio y correr”, señaló al final
La responsabilidad, que no era poca, no pudo con él. El Córdoba necesitaba de su mejor versión y por momentos, los más, la ofreció. Sabedor de la importancia de cada lance y de la labor que le correspondía, Nando saltó al terreno de juego con intención indudable de dar el todo por el todo. Tanto por sí mismo como por el equipo. Iniciaba el conjunto blanquiverde su asalto a Primera y el valenciano participó de activamente y con influencia para que el primer paso no lo fuera en falso. Porque el extremo cumplió con creces su cometido de suplir a Pedro Ríos e impedir que se echara en falta al jerezano. Era el partido idóneo para mostrar una madurez que quizá en otras fases de la temporada no dejara sentir demasiado. Esta vez sí lo consiguió.
El futbolista cedido por el Valencia completó uno de sus mejores encuentros de esta temporada y con la elástica blanquiverde. Apenas dio un balón por perdido, buscó el desborde con descaro, ayudó en labores de presión y defensivas y colaboró en la consecución del triunfo. El primer gol del Córdoba, de Xisco, llegó gracias a una acción en la que luchó por un esférico que parecía inalcanzable. Tras ganarlo y superar a la zaga local, sacó el pase atrás. El balear hizo el resto. Esa jugada supuso, para el día después, el más claro ejemplo del deseo de Nando de tomar parte, de manera significativa, en el reto blanquiverde.
Después de una actuación como la que cerró ante el Girona en el primer duelo de semifinales del play off, era normal que el atacante estuviera satisfecho. “A mí eso es lo que más me gusta, ganar el espacio y correr”, indicó sobre su acción en el primer gol califal. La ausencia de Pedro Ríos le abrió la puerta de la titularidad, que tratará de mantener en Montilivi. El regreso del jerezano muy probablemente generará en esta ocasión no pocas dudas a Oltra. Sea como fuere, Nando dio signos de madurez en el instante oportuno. Tanto que el esfuerzo le pasó factura. “Ha habido un momento en el que se me subían los gemelos, llevaba mucho tiempo sin completar un partido”, apuntó sobre su cambio, que solicitó, al final del choque con los catalanes.
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