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Un hermanamiento en la versión más irritante

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Redacción Cordópolis

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El Córdoba permite al Recreativo agarrar los puntos necesarios para garantizar su salvación y vuelve derrotado de Huelva

Un gol de Alexander en el último minuto firmó la derrota de un Córdoba que permanece empeñado en ensuciar todavía más su final de temporada. La visita al Colombino deparó otro espectáculo difícil de digerir para el cordobesismo, que ve cómo su equipo se desvanece pese a que Esnáider sigue dando oportunidades a todo el que se le cruza en el camino con algo de entusiasmo. O no. Las cosas no salen. Es evidente. Por más planes y vueltas que se le da a la olla, el guiso huele a podrido. El técnico sigue coleccionando motivos para hacer una remodelación total del grupo con el que seguirá trabajando, según dijo Carlos González, después de que este aciago curso concluya.

No es nada fácil encarar los partidos en la actual coyuntura del Córdoba. Eso es cierto. Tan cierto como que resulta irritante ver cómo el equipo se empeña en desmentir cada jornada los buenos propósitos que expone durante la semana previa. Esnáider quería experimentar una sensación desconocida hasta ahora: ver a su equipo terminar un encuentro con la portería a cero. Tendrá que seguir esperando un poco más el argentino, puesto que los recreativistas perforaron la portería de Alberto García a los 19 minutos de partido. Llevaban, por cierto, tres semanas sin haber hecho diana. Los blanquiverdes -vistan así, de negro o de color salmorejo- dan todos los síntomas de una formación en fase de descomposición, con la solidaridad y el compromiso en los niveles justitos como para cumplir con cierto decoro. A veces lo consigue y a veces, no. Es lo que hay. Como el Recreativo de Huelva tampoco es una máquina de generar fútbol, el duelo se convirtió en una convención de hombres tristes, desgranando con poca o ninguna pasión una jornada laboral que les mandaba estar de doce a dos menos cuarto sobre el césped de Colombino. Un estadio que registró, obviamente, una de las peores entradas de los últimos tiempos. Poco menos de tres mil espectadores. Héroes o locos. Fieles o adictos. Quizá todo eso y algo más.

Esnáider dispuso una alineación con cambios, con pinta ofensiva. Dejó fuera a Pedro, que ha perdido protagonismo desde la llegada del míster actual, y sacó a Pauliño. De la grada a la titularidad. Al joven brasileño se le suponen ganas de enseñar lo que dicen que tiene y que ha asomado en muy pequeñas dosis. También se aventuraba una motivación especial en Joselu, onubense de nacimiento, por jugar en su tierra. El punta cedido por el Villarreal no ha tenido un buen curso, más bien lo contrario, y precisa reivindicarse. Eso es el Córdoba ahora. Un grupo de profesionales en promoción, que quieren ganarse un puesto aquí o en donde sea. Cuando la clasificación no lanza mensajes alentadores hay que sacar gasolina anímica de donde se pueda. Algunos lo consiguen. Pocos.

Alberto García y López Garai, dos puntales del Córdoba en los últimos tiempos, veteranos con contrato en vigor pero cuyo adiós no es descartable -de hecho, ya se ha publicado el interés de equipos de Primera y punteros de Segunda por ellos-, fueron claros protagonistas en el primer tiempo. El meta le sacó un balón de los pies a Jonathan Valle en un uno contra uno, aunque no pudo evitar que el argentino Alexander le batiera tras un centro de Valle, muy bullicioso, que le había sacado la pelota a Alberto Aguilar. Chuli era otro peligro latente cada vez que le llegaba el balón. El Recre llevaba el control en todo y el Córdoba se mantenía a la expectativa, más por incapacidad que por vocación. López Garai dio una nueva dimensión al partido marcando en el minuto 41 el gol del empate, un derechazo que entró tras pegar en el palo que supone el sexto de su cuenta particular. Con ese resultado, el previsible tembleque de los blanquiazules -les faltaba un punto para garantizar la permanencia- y la amenaza de Xisco, un delantero cuya calidad le permite picar cuando parece que no está, como un escorpión, se podía construir un argumento para dar un paso adelante en la segunda parte. Otra idea que se quedó en un apunte emborronado por la realidad.

Dubarbier salió al campo en sustitución de Armando, en un intento de aportar más vigor ofensivo. Pero el asunto siguió por los mismos derroteros, tanto por parte de unos como de otros. Llegaditas a las áreas, algún destello individual y poco más. Hermanamiento en la versión más aburrida. Pedro suplió a Pauliño y más tarde Rennella a Joselu, con la idea de apretar más a un Recreativo que tenía en su poder el punto que le hacía sumar los cincuenta. En el último suspiro, Alexander aprovechó un despiste de la retaguardia cordobesista para anotar el gol de la victoria local y aferrar un triunfo merecido. Allí no se oyeron aplausos ni hubo un grito más alto que otro. Poco había que celebrar. Los dos seguirán en Segunda. La temporada que viene, más.

FICHA TÉCNICA

RECREATIVO, 2: Rubén; Cifu, Morcillo, Ruymán, Fernando Vega (Álvaro Vega, 65'); Dimas, Matamala, Puigdollers; Jonathan Valle (Riolfo, 73'), Alexander y Chuli (Arana, 54').

CÓRDOBA CF, 1: Alberto García, Seoane, Alberto Aguilar, Armando (Dubarbier, 46'), Fuentes; López Garai, Abel, Caballero; Pauliño (Pedro, 68'), Joselu (Enzo Rennella, 75'); Xisco.

ÁRBITRO: González Fuertes, del Comité Asturiano. Amonestó a los locales Matamala y Ruymán y a los visitantes Seoane y Dubarbier.

GOLES: 1-0 (19') Alexander. 1-1 (41') López Garai. 2-1 (90') Alexander.

INCIDENCIAS: Unos 3.000 espectadores en el Colombino en la jornada 40 de la Liga Adelante.

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