El gol, un reto dentro del reto
Vive su tercera jornada de descanso. Y va a haber una cuarta. Porque tiene previsto el regreso al trabajo para el próximo martes. La primera semana de pretemporada acaba, por tanto, con calma después de un inicio intenso. Es normal, ya que está en marcha antes que la inmensa mayoría de sus rivales y tiene por delante mucho tiempo. Si bien en unos días entra en acción de nuevo con la idea de elevar progresivamente la carga sobre la pista. Lo cierto es que este domingo la tranquilidad continúa en la plantilla del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que desde el principio sabe de los retos dentro del reto. No en vano, el objetivo global sólo es alcanzable a través de metas concretas. Quizá la más importante sea la mejora en el apartado ofensivo, principal debilidad en la anterior campaña. De ahí que en el mercado de verano hiciera una fuerte apuesta en este sentido.
Lógicamente, no es el único aspecto al que atiende el conjunto blanquiverde desde el comienzo del período de preparación. Pero sí es una faceta a la que se va a otorgar bastante relevancia. El equipo dirigido por Josan González arrancó el pasado martes una pretemporada en la que, entre otras cuestiones, va a tratar de elevar su prestación en ataque. Sobre todo después de una campaña, la anterior, con unos números más que discretos, por mucho que resultaran suficientes para lograr la permanencia. No en vano, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad finalizó el curso 2020-21 con apenas 80 goles para ser el tercer conjunto con menor registro de Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). Por detrás sólo estuvieron el BeSoccer UMA Antequera, con 75, y el Jaén Paraíso Interior, con 73, y le igualó O Parrulo Ferrol. Como dato, dichos rivales acabaron por debajo en la tabla, dos de ellos con descenso a Segunda.
Sin duda, la escasez de tantos a su favor fue un hándicap para el cuadro califal. Y eso que en determinados encuentros supo materializar muchas ocasiones, como ocurrió ante el Jimbee Cartagena o el Levante por ejemplo. También es verdad que no sufrió en exceso por su falta de acierto ante portería contraria porque estableció una línea de solvencia defensiva para ser uno de los equipos menos goleados de la competición. Es este último aspecto otro en el que también va a insistir el conjunto blanquiverde en su período de preparación, ya que en el equilibrio entre los dos se encuentra la virtud. Lo cierto es que al Córdoba Patrimonio de la Humanidad le pesó en algunas etapas del campeonato esa poca capacidad para transformar en diana sus oportunidades y es lo que desea cambiar.
El equipo dirigido por Josan González aspira a generar mejores números anotadores, al tiempo que espera mantener los datos en defensa, para progresar más rápidamente hasta la salvación. Para superar el reto dentro del reto, porque el principal e ineludible es la permanencia en la considerada mejor liga del mundo, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad realizó una fuerte apuesta en ataque con sus fichajes. Sólo incorporó a tres futbolistas, pero los tres son de marcado perfil ofensivo. Tanto es así que uno de ellos es pívot y llegó para dar más recursos si cabe en esa posición y al juego con este tipo de jugador. Es Ismael López, que regresó en calidad de cedido para sumarse a un Alberto Saura con el desafío de al menos igualar sus 22 dianas del pasado curso y un Shimizu que desea incrementar sus cifras goleadoras.
Pero también va a crecer el caudal ofensivo del equipo, al menos en teoría, tanto con Miguelín como con Álex Viana. La entidad quiso de esta forma elevar el potencial en ataque de una plantilla en la que siguen otros jugadores con grandes registros en la 2020-21, como es el caso de Zequi. De vuelta a los fichajes, del brasileño se espera precisamente una aportación importante en cuanto al gol. Su carta de presentación es un apunte de hasta 78 tantos en las últimas tres temporadas, un registro que permite a propios y extraños adivinar las intenciones del Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Por cierto, el futbolista sudamericano todavía tiene que incorporarse y tomar contacto con sus nuevos compañeros para aclimatarse lo más rápido posible. Aguarda trámites burocráticos, igual que sus compatriotas Caio César y Lucas Perin.
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