El Córdoba Patrimonio, el Bujalance FS y un partido que comienza antes de tiempo
Una pelea entre dos clubes que son referentes en el fútbol sala a nivel nacional y que, por suerte, Córdoba puede disfrutar de ellos tanto en la provincia como en la capital. Sin embargo, la relación no ha sido la mejor en los últimos años, a pesar de que muchos jugadores han vestido ambas camisetas durante las temporadas anteriores. Por ello, todo se enciende cuando el filial y el primer equipo rojillo se miden una vez más en la Segunda División B. Esta vez, Córdoba Patrimonio de la Humanidad y Bujalance están intercambiando comunicados en redes sociales, cada uno con su propia queja y creando una crispación alta de cara al encuentro que se celebrará el domingo en el Palacio Municipal de los Deportes de Vista Alegre.
En primera instancia y según el orden de los comunicados, el Bujalance FS ha realizado un escrito donde quiere explicar que, por un lado, pidió explicaciones al presidente del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, José García Román, el cambio de horario del sábado al domingo. Una llamada entre ambos dirigentes en el que acabó con el blanquiverde, según el propio club rojillo, pidiendo que no se desplazasen aficionados bujalanceños al Palacio Municipal de los Deportes de Vista Alegre, petición que no sentó bien a la parcela rojilla.
Asimismo, la entidad del Pepe Montalbán también se ha quejado por el precio de las entradas -a ocho euros sin diferencia de edad- y, además, por no poder entrar al recinto cordobés con diferentes instrumentos para animar a su equipo.
Una vez pasado el tiempo, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad ha dejado claro que, en la actualidad, posee uno de los protocolos contra la violencia y a favor del juego limpio más avanzados del fútbol sala español. “Fruto de ello es que en Vista Alegre apenas se haya producido algún tipo de incidentes en los 10 años de existencia del club”. Gracias a esto, el club blanquiverde ha explicado que no pueden admitir a entidades que organicen sus encuentros “como locales”.
Por otro lado, la entidad califal ha explicado que José García Román solo les animó a que “erradicaran conductas como las mostradas por algunos aficionados en el partido de la pasada temporada en Vista Alegre, tales como insultos al propio presidente y su mujer, insultos a los árbitros, gritos de ”Puta Córdoba, puta Córdoba“, lanzamiento de una botella a la pista”, ha culminado el escrito.
Gracias a esto, un derbi cordobés que podía ser beneficioso para un fútbol sala califal que puede crecer con el paso de los años gracias al buen hacer de estos dos clubes en los últimos años queda empañado y con una alta crispación entre ambas aficiones, en lo que debería ser una fiesta de este deporte a nivel provincial.
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