El Córdoba Futsal, entre la rebeldía y la ambición

Si alguien le hubiera propuesto a cualquiera de los componentes del Córdoba Patrimonio de la Humanidad que, al término de la primera vuelta en su primera incursión en la Primera División de la LNFS -recordemos, la mejor liga del mundo de fútbol sala-, el equipo iría con más de un encuentro de ventaja sobre el descenso, lo más seguro es que hubiese firmado la idea casi sin pensarlo. De hecho, si esa misma frase se la hubieran dejado caer a los propios aficionados del equipo, más de uno hubiera arqueado la ceja en señal de alerta de locura y seguro que muchos hubieran puesto la frase en duda. Y no es para menos, dado el potencial de la competición. Lo cierto es que el orgullo siempre ha sido el arma principal de una entidad que, pese a sus escasos recursos, siempre ha logrado sacar un rendimiento por encima del esperado. Exprimir sus virtudes al máximo y esconder los defectos en lugares casi inaccesibles. Esa ha sido la receta y de ello también han sabido aprovecharse ante los mejores equipos del planeta. Sin duda, para quitarse el sombrero.

El notorio crecimiento de la entidad se puede poner en contraposición con su aún breve existencia. Su progreso siempre ha sido ascendente, progresivo y sin riesgos, aunque nunca en pausa. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad no conoce el reposo, aunque ese crecimiento ha ido en todo momento ligado al día a día. No había (ni hay) mayor reto que sobrevivir al desafío más cercano. Y si no que se lo pregunten a José García Román, presidente y precursor del club. Un tipo que confió en que Córdoba tenía talento y capacidad suficiente para contar con un equipo profesional de fútbol sala. Y vaya si tenía razón, pues la realidad del equipo superó incluso sus propias expectativas.

De este modo, el propio García Román no duda en ningún momento en catalogar el resultado de la primera vuelta del campeonato como “muy positivo”, pues “hemos conseguido 14 puntos, que es una cifra que está por encima de lo que al principio esperábamos”. Sin complejos se destapó el equipo de Maca en la máxima división nacional, quizá también obligado por el calendario, debido a que “ya hemos recibido la visita en Vista Alegre, digamos, de los más fuertes. Los cuatro más fuertes del año pasado los tuvimos en las cuatro primeras jornadas de liga en casa”. En efecto, Osasuna, Inter, ElPozo y FC Barcelona pasaron por el feudo califal en un arranque de locura.

De este modo, García Román subraya que, “a pesar de nuestro debut, hemos competido con todos los rivales, lo cual era nuestro temor a principios de liga, que hubiera equipos que nos sacaran de la pista y eso no ha ocurrido”, para reiterar de nuevo orgulloso que “ahí estamos, en ninguna de las 14 jornadas de liga hemos estado en puestos de descenso”. A día de hoy, el equipo es duodécimo y mira al Pescados Rubén Burela -colista- a 5 puntos de diferencia. Un conjunto gallego que “el año pasado, siendo campeón, nos sacó 19 puntos”, matiza el dirigente blanquiverde, para volver a incidir en que “yo creo que todo es positivo”.

Así las cosas, el plantel califal ya ha logrado recorrer buena parte del camino hacia su objetivo, que no es otro que la salvación. Y, para lo que resta de curso, el factor de Vista Alegre seguirá siendo fundamental. De hecho, en el feudo cordobés tan sólo han conseguido ganar hasta el momento Inter, Barça y ElPozo. Palabras mayores. García Román recuerda que “hemos jugado 8 partidos fuera y 7 en casa, con lo cual en la segunda vuelta será al contrario”. Una proyección que le invita a ser incluso más ambicioso si cabe, puesto que “yo tengo esperanzas de que, en esta segunda vuelta, podamos incluso mejorar los puntos”. Sus pronósticos vaticinan que “la salvación puede estar en 23 o 24 puntos. Eso haría que, con prácticamente 3 victorias en los 8 partidos que quedan en casa, podríamos conseguir nuestro objetivo”, antes de apostillar diciendo que “estamos trabajando en intentar reforzar la plantilla, ya que es muy importante conseguir la salvación para, en temporadas sucesivas, seguir creciendo”.