El Córdoba arranca sabiendo a lo que va

Desde este lunes irán desfilando por la Clínica Beiman los profesionales del Córdoba CF, que ha cambiado de modo radical: en fisonomía, planteamiento y objetivos. Estos últimos le vienen dados por las circunstancias: está en Segunda B después de doce años y no le queda otra salida que buscar la huida de esta competición lo más rápido posible. Si puede ser dentro de diez meses, fenomenal. “En avión, en tren, en coche o en  bicicleta... tenemos que estar el próximo mes de junio en Madrid, entre los 40 principales”, dejó dicho el carismático Enrique Martín Monreal, líder desde el banquillo para un equipo que está en el foco de todos. Y eso no es ni bueno ni malo; simplemente, ese así. El Córdoba lo lleva en el nombre.

Los jugadores irán pasando por turnos por las instalaciones médicas para ser objeto del tradicional chequeo previo al inicio de las jornadas de entrenamientos, que serán particularmente intensas en lo físico en las primeras semanas. Entre hoy y mañana serán examinados Fernández, Lavín y Quim Araujo -que siguen de la pasada temporada- y los que retornan de las cesiones como Zelu (Cultural Leonesa), Víctor Mena (Salamanca) y Sebas Moyano (Valencia Mestalla), además del renovado Chus Herrero y los nueve fichajes hasta el momento: Raúl Cámara (Tenerife), Juanto Ortuño (Lleida), Víctor Ruiz (Atlético de Madrid B), Jesús Álvaro (Cartagena), Javi Flores (Elche), Isaac Becerra (Nástic de Tarragona), Edu Frías (Espanyol B), Fernando Román (Valencia Mestalla) y Fidel Escobar (Sporting Miguelito). Este último se incorporará más tarde, con permiso del club, después de haber disputado con la selección de Panamá la Copa de Oro.

Las citas en la clínica comenzarán a las ocho de la mañana y serán para grupos de cuatro jugadores. Habrá dos turnos por la mañana y otros tantos por la tarde, continuando el martes con las revisiones para dar comienzo a las prácticas con Enrique Martín y su cuerpo técnico. Los espacios del parque forestal Los Villares y las instalaciones del club serán los enclaves de referencia para la puesta a punto de un plantel renovado prácticamente en su totalidad, en el que los supervivientes del curso del descenso podrían finalmente contarse con los dedos de una mano.