Los penaltis y el Córdoba, un idilio importante
Una estadística que bien vale recalcar y más cuando ha brillado por su ausencia en varias temporadas. A pesar del empate cosechado ante el Tamaraceite, el Córdoba sigue siendo un equipo con carácter de líder. Gracias a esto y a su filosofía de juego, los blanquiverdes ocupan la primera plaza del Grupo IV de Segunda RFEF merced a las cuatro victorias conseguidas en este inicio de la temporada regular. Aun así, el encuentro disputado el pasado fin de semana en el archipiélago canario ha hecho que una cifra -que ya era importante una semana atrás- aumente, no de forma considerable, pero sí hasta tal punto de que sea reseñable. El club califal ha tirado seis penaltis en las cinco primeras jornadas de la nueva cuarta categoría del fútbol español, convirtiendo un total de cuatro, mientras que erró otras dos.
Por un lado, la temporada comenzó realmente bien tanto a nivel de resultados como con esta estadística. El Córdoba visitaba el duro campo de Chapín para enfrentarse al Xerez Deportivo, un rival recién ascendido pero que amenazaba a los blanquiverdes de tal forma que se adelantó en el marcador en los primeros compases del encuentro. Sin embargo, la entidad cordobesa remontó el partido por medio de dos goles desde los once metros transformados por Miguel de las Cuevas. Era extraño de por sí que el club califal tuviese dos penaltis en un mismo choque, pero esta tónica se mantuvo en la siguiente contienda, cuando los locales también tuvieron una oportunidad de doblegar al Cádiz B con una pena máxima que erró el jugador alicantino, siendo este el primer fallo en toda la campaña regular.
Sin embargo, esto no iba a parar en las siguientes tres jornadas. Tras vencer al Coria sin ningún penalti de por medio, el Córdoba volvía a El Arcángel con un partido que, a priori, debía ser fácil, pero nada más lejos de la realidad. El Don Benito aterrizaba en el feudo califal con la intención de complicar el encuentro a los blanquiverdes, como realmente fue. De hecho, el cuadro califa doblegó a los extremeños merced a un penalti de un Willy Ledesma que anotó uno, pero erró el de la tranquilidad, haciendo que los visitantes tuviesen oportunidades para sumar en un césped muy complicado, aunque finalmente se mantuvo la victoria andaluza. Por último, el empate logrado en Tamaraceite también es gracias a una pena máxima que el ariete natural de Torremejía convirtió, llegando a la cifra de seis penaltis en apenas cinco jornadas disputadas.
De hecho, esta estadística realza el poderío ofensivo que tiene el Córdoba en estas primeras citas ligueras. La entidad blanquiverde ha pasado de un juego defensivo, obviando totalmente el ataque para centrarse en la portería a cero como ocurría con Juan Sabas a lo largo de la temporada pasada. Una filosofía que no terminaba de gustar a la parcela cordobesista, ya que no se conseguían los resultados propuestos, que no eran otros que mantenerse en la zona cabecera de la antigua Segunda División B. Por ello, con Pablo Alfaro ya se dio un giro de 180 grados, pero tampoco convencía, hasta que llegó Germán Crespo al banquillo. El técnico nazarí aún no ha perdido como entrenador del club andaluz y eso es, en parte, gracias a su manera de entender el fútbol, mucho más vertical y que genera más acciones de peligro. Esta sucesión de acercamientos aumentan las probabilidades de que el defensor cometa una pena máxima, como las seis transcurridas en estas cinco primeras jornadas de Segunda RFEF. Un idilio importante.
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