Adiós a un año (casi) sin atletismo popular pero no falto de éxitos
El que se aproxima a su desenlace es sin duda el más complicado del último siglo. Así es a todos los niveles y en cualquier ámbito social. La razón es conocida de sobra y no es otra que la pandemia de Covid-19, que todavía en la actualidad condiciona la vida en la mayor parte del planeta. Precisamente la irrupción del coronavirus con origen en la ciudad china de Wuhan en el panorama mundial provoca que, entre otros asuntos, el deporte se desarrolle de manera muy diferente a la habitual. Incluso que ni siquiera se celebre en algunos casos. Como ejemplo de este último hecho se encuentra sobre todo el atletismo, probablemente la disciplina más castigada a lo largo de 2020. Sobre todo en lo que se refiere a las carreras populares, de las que Córdoba está huérfana desde mediados de marzo. Marcan el contrapunto a dicha situación en la provincia, al menos, los éxitos alcanzados en competiciones de mayor rango.
Termina, en efecto, un año sin atletismo popular. O casi pues antes de la grave crisis sanitaria, que tuvo especial incidencia en España, hubo hasta ocho pruebas tanto en la capital como en la provincia que sí pudieron disputarse. Arrancó 2020 como suele ser tradicional con la celebración del Cross Nacional Comarca de Los Pedroches, a la que siguió la Nocturna Mellariense. Era el mes de enero y todavía no se intuía, a pesar de la preocupante problemática generada por el Covid-19 en China -más en concreto en Wuhan-. Ya en febrero la actividad prosiguió aun cuando los primeros contagios se contabilizaban en el país y mientras en la provincia tenía lugar la Media Maratón Villa de Puente Genil en la capital comenzaba la serie de carreras con la Santísima Trinidad Trinitarios y la Urbana De Zoco a Zoco. A principios de marzo, nadie podía sospechar que la Pink Running de Cadena 100 en la ciudad, la Solidaria por los Niños Saharauis de Villafranca y la Media Maratón Espiel – Belmez (Rompepiernas) serían las últimas citas hasta quién sabe cuándo.
Ya entonces se conocía que el Circuito Cordobés de Carreras Populares dejaba de ser como hasta ahora. El Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) de la capital decidió desgajar las carreras del ciclo provincial y conformó su propio ciclo. En la capital había proyectadas 23 pruebas, mientras que la Diputación siguió adelante con el modelo en las demás poblaciones con un calendario de 44. Lo cierto es que sólo se celebraron tres en Córdoba y cinco en la serie entre municipios. El 11 de marzo, el Ayuntamiento de la ciudad decretó la suspensión de todos los grandes eventos deportivos hasta que llegara abril. Días después se conoció el primer aplazamiento, que más adelante se transformó en cancelación, de la Nocturna Subbética Cordobesa. Pero el sábado que siguió a estas jornadas se supo que la inactividad sería mayor al declarar el estado de alarma el Gobierno.
El caso es que superado el período de confinamiento total el atletismo popular no tuvo opción de regresar. Las circunstancias lo impedían, de forma que se sucedieron las anulaciones -algunas temporales y después definitivas- para dejar el resto del año sin carreras tanto en la capital como en la provincia. Un hecho que provocó situaciones tan significativas como que por primera vez desde su creación, allá en 1985, no tuviera lugar la Media Maratón de Córdoba. El próximo jueves, por ejemplo, va a ser un 31 de diciembre sin la fiesta de la San Silvestre en Figueroa. Pero lo peor no es esto sino la improbable vuelta de los corredores a las calles de la capital y resto de municipios. La última previsión establecía el mes de febrero como posible fecha para que pudieran darse las primeras zancadas. Toca esperar. Mientras, los organizadores de algunas de las competiciones de 2020 optaron por innovar y llevarlas a cabo de manera virtual con cada atleta en participación individual.
Carmen Avilés lidera a los grandes atletas
Si bien faltó la alegría que aportan las carreras populares, el año no estuvo exento, por fortuna, de éxitos para el atletismo cordobés. Fueron numerosísimas las medallas que los representantes de la provincia obtuvieron a nivel autonómico y nacional. Y en este sentido si hubo un nombre que sobresalió fue el de Carmen Avilés, que a sus 18 años no sólo alcanzó el oro de 200 metros en el Campeonato de España sub 20 sino hasta dos platas absolutas, en pista cubierta y al aire libre. Ambos segundos cajones en los podios los consiguió en la prueba de 400 metros, con la primera a principios de marzo, poco antes de que tuviera que, como el resto de deportistas, dedicarse a entrenar en casa y esperar después bastante para competir de nuevo. La corredora de Los Califas, por cierto, cerró el año como integrante de una concentración de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) para configurar el equipo de relevos. Mantiene viva así la ilusión de acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Pero la joven atleta no fue la única representante de la provincia que logró resultados de importancia. Entre los nombres resaltables tampoco faltó, por ejemplo, el de Juan Ignacio Grondona. De entrada, el corredor del Club Atletismo Cordobés se proclamó campeón de Andalucía de 5.000 metros y lo hizo con un récord provincial. Acumulaba en ese momento tres primeros registros territoriales ya que durante meses anteriores pulverizó también las plusmarcas de 1.500 y 3.000. A nivel nacional, estuvo cerca del bronce de 1.500 metros en el Campeonato de España sub 23 al aire libre. En esta cita completaron notables actuaciones la pozoalbense Alicia Jaut (Valencia Atletismo) en pértiga y María Cano (Atletismo Alcorcón) en 1.500 metros. Las dos fueron terceras en sus respectivas modalidades. Los suyos sólo fueron unos de las muchas figuras de la disciplina que desde la provincia cerraron importantes participaciones, que se dieron además en todas las edades, desde la base hasta los más veteranos.
No en vano, la delegación cordobesa sumó más de una veintena de medallas en el Campeonato de España máster, ya fuera en pista cubierta o al aire libre. Como botón de muestra sirvan los resultados obtenidos por Raquel Hernández y Ramón Borente en la última de las competiciones nacionales, celebrada en octubre. Tanto la atleta del Trotasierra como el corredor del Surco Lucena terminaron con un oro y una plata cada cual. La veterana deportista subió al primer cajón del podio después de vencer en los 1.500 metros y se colgó la segunda presea más valiosa al ser segunda en 800 metros. Sus éxitos se dieron en la categoría F40, mientras que su paisano brilló en M40. En su caso el máximo trofeo lo logró en la prueba de 400 metros, al tiempo que se hizo con el segundo puesto en 800 metros.
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