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El aluvión de turistas pone en riesgo la conservación del Mihrab de la Mezquita de Córdoba

Mihrab de la Mezquita de Córdoba

Alfonso Alba

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En 2019, más de dos millones de personas visitaron la Mezquita Catedral de Córdoba. Fue una cifra de récord. Jamás en la historia de un monumento que tiene 1.300 años había habido tantas personas dentro a lo largo de un año. Es decir, el monumento llegó a acoger una media de unas 5.700 personas al día. En números absolutos puede parecer que, incluso, sigue cabiendo más gente. El plan de autoprotección de la Mezquita Catedral de Córdoba señala que el monumento tiene un aforo máximo de 5.000 personas, teniendo en cuenta la antigüedad del edificio y sus actuales accesos. 5.700 personas al día cuando puede haber 5.000 turistas a la vez no parece tanto. Pero se han comenzado a detectar los primeros problemas de un monumento que debe cuidarse si no quiere morir de éxito.

Este martes, el Cabildo presentó el plan director de la Mezquita Catedral de Córdoba. El documento, entregado para su estudio a la Consejería de Cultura, incluye un apartado sobre el uso y la gestión del monumento. En él, los redactores del plan señalan que uno de los riesgos del edificio es, precisamente, la enorme cantidad de gente que lo visita cada año.

Los problemas se han detectado en los estudios técnicos previos que se han realizado para la restauración de la zona de la maqsura, donde se encuentra el admiradísimo Mihrab de la Mezquita Catedral, el lugar de oración hacia el que se dirigían los musulmanes cordobesas durante la dominación omeya. Técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio de la Junta de Andalucía llevaron a cabo un estudio medioambiental que detectó condensaciones “en determinados puntos del interior del edificio”. “Este hecho está provocado por la especial configuración arquitectónica de los espacios objeto de estudio y su insuficiente ventilación”, relata el plan director.

A esa “falta de ventilación” se une el llamado efecto Stefan y es aquí donde entran en juego los turistas. Cada persona, cada cuerpo, emite según su masa una radiación de calor determinada. Ese calor contribuye a la evaporación del agua “contenida en las estructuras arquitectónicas” de la Mezquita Catedral. Y la evaporación aumenta “la humedad absoluta del ambiente”, describen los redactores. “Esta evaporación y la generación de eflorescencias” provoca “la disgregación de estos materiales” y contribuye, por tanto, a un rápido deterioro de los mismos.

Córdoba es la ciudad más cálida de la Península Ibérica. En verano, la ciudad ha llegado a alcanzar temperaturas máximas de prácticamente 47 grados. Y es en verano cuando los conservadores de la Mezquita Catedral han detectado que el efecto Stefan se produce con una mayor intensidad. “Al confluir el momento de mayor evaporación con el momento de mayor afluencia de turistas se ha comprobado empíricamente cómo los índices de humedad absoluta del ambiente se elevan de manera muy notable, lo que representa un riesgo para la conservación de los materiales más sensibles a la humedad”, relatan los redactores del plan director. Uno de estos materiales es la madera y prácticamente toda la techumbre de la Mezquita Catedral es de madera.

Ante esto, los redactores de este documento consideran “fundamental” implementar “todas aquellas medidas que permitan mejorar la ventilación del edificio y de sus espacios bajo cubierta, al tiempo que es oportuno controlar los flujos de visitantes, evitando aglomeraciones y distribuyéndolos equitativamente en el horario destinado a la visita turística”, señalan.

En el año 2019, el Cabildo estrenó la reserva online para las visitas al monumento. Hasta entonces, los turistas tenían que acudir a las taquillas, localizadas en el Patio de los Naranjos, y adquirir sus entradas. La pandemia obligó a cerrar el monumento. Según los redactores del plan director, es clave retomarla para poder organizar mejor los flujos y los accesos al interior del monumento, con el objetivo de evitar que una entrada masiva pueda provocar daños mayores.

De hecho, una de las actuaciones previstas y considerada como prioritaria pasa por la restauración integral de la maqsura de la Mezquita Catedral. Muchos de los daños que ha sufrido un artesonado considerado único en el mundo son provocados precisamente por las humedades y no las de las techumbres, precisamente, sino las provocadas de manera constante por cada uno de los turistas que se queda con la boca abierta contemplando el Mihrab.

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