La malvasía, el otro símbolo de la recuperación de la fauna

El periodista Álvaro Vega cuenta la historia de cómo sobrevivió este ave en su libro 'El pato que se hizo andaluz'

En 1977 apenas quedaban dos ejemplares en un rincón de Córdoba, la laguna cordobesa de Zóñar, en Aguilar de la Frontera. Hoy son miles en Europa occidental y en el norte de África. Hablamos de la malvasías, un tipo de pato que bien podría ser símbolo de la protección de la naturaleza y la recuperación de las especies en peligro de extinción. Este ave es el protagonista del libro que este martes presenta el periodista Álvaro Vega, El pato que se hizo andaluz, en el que analiza las claves que hicieron posible el espectacular avance de esta especie. “Todo comenzó cuando fui alumno de un máster sobre el liderazgo de la gestión política en la Universidad Autónoma de Barcelona. Uno de los trabajos consistía en explicar una política progresista y yo elegí este tema. Pero en seguida me di cuenta de que con los 15 folios que me pedían no iba a tener suficiente”, explica por teléfono. La historia merecía mucho más, tanto como un libro.

A lo largo de las páginas del libro se da cuenta de una recuperación que, en buena medida, se debió a la conciliación de dos sensibilidades: la social, de la que brotaba una incipiente conciencia ecológica y conservacionista que germinaba a finales de los años setenta en la recién abierta Faculta de Biológicas de Córdoba; y una corriente política que hacía del medio ambiente una bandera con la que reivindicar la nueva comunidad autónoma de Andalucía. Una política a la que trató de sumarse la Junta con el gobierno de Rodríguez de la Borbolla. “La convergencia de ambos elementos termina derivando en una política que, con todos sus problemas, es una política común de éxito”, reconoce Vega.

La recuperación de la malvasía es un precedente de la labor de conservación del gran símbolo de la protección faunística en Andalucía y España: la del lince ibérico. “Pero ambas estrategias han sido distintas. En el caso de la malvasía lo importante era recuperar los humedales, controlando la presencia de carpas, que impiden que este ave prolifere. Una vez que los humedales se controlan, la recuperación es casi inmediata”, concluye.