Los forenses del crimen de Las Moreras establecen que no hubo “ninguna lesión de lucha”
Este lunes ha continuado en la sección tercera el juicio de Las Moreras en el que comparecían los médicos forenses así como los analistas. Por su parte, estos primeros, realizaron un estudio externo “minucioso de la localización, forma, profundidad, dimensiones y todos los elementos objetivos” de las lesiones que presentaba el cadáver. Además, de otro estudio interno, en el que se procede a la apertura de las cavidades orgánicas.
Los profesionales han determinado que en la primera parte, reconocieron cuatro lesiones, “una en el cuello, una craneal, una en el tórax y otra en el abdomen”, en la parte superior del cuerpo; y otra, menos leve en la mano derecha. En el examen interno, se recogieron muestras de “contenido gástrico y orina, para su investigación toxicológica”, ha explicado uno de los profesionales.
Según la ubicación de estas heridas, no existía “ninguna lesión de lucha, defensivas ni de forcejeo porque no había ningún hematoma, la ropa no estaba rota, solo desgarrada por los médicos”, ha detallado. Por ello, el informe establece que “fue ataque sorpresivo, si es defensivo aparecen en las manos o en los brazos” o incluso “por intentar quitar el arma serían heridas profundísimas, que tampoco las había”.
Uno de los forenses ha declarado que las lesiones fueron provocadas “por un arma blanca, tipo cuchillo, navaja o similar”, siendo esta monocortante. Asimismo, ha detallado que la herida causante de la muerte “es la del cuello, las otras son de carácter, leve”. En esta, según ha narrado, fue una herida “penetrante” que llega “hasta el pulmón”.
Compatibilidad de las armas
Para otro informe, se les exhibieron las armas, y este concluye el arma que presenta mayor compatibilidad con las heridas. Para ello, “nos dieron dos cajas de armas, medimos la longitud y anchura de cada una y la más compatible era una a la que se le había partido el mango”, ha aclarado.
La defensa ha pedido que se le enseñe el arma que uno de los policías señalaba en una sesión anterior como la que probablemente había sido utilizada. Ante esta, el forense no la reconoce como el arma homicida “ya que es bicortante y la anchura es menor de 2 centímetros y los bordes no cortantes”. Según la perito que realizó el informe de las lesiones, “es compatible si estuviera recta, estando doblada sería más difícil, pero es compatible”.
La interrogada ha declarado sobre las heridas que presentaban los acusados, que “todas son compatibles con un mecanismo de forcejeo y un mecanismo de defensa de agarrar un arma”. Además, ha expresado que son compatibles “de haber sido causadas por un elemento con punta y borde cortante”.
En cuanto a las muestras de perfil genético encontradas en las uñas, los forenses han explicado que “puede considerarse un signo de contacto, pero no de defensa”. Como hipótesis han señalado que “es compatible que fue por atrás como se llegó a contactar con el fallecido, cogiéndolo del cuello”.
Las sustancias encontradas
Los análisis de sangre y orina realizados tanto a la víctima como a los dos acusados, presentan varias sustancias en común. Por su parte, el análisis del fallecido, presentaba metabolitos de cannabis y “cocaína y metabolitos de la cocaína”, la cual podría permanecer hasta 12 horas después de su ingesta, “aunque lo normal es cuatro o cinco”, ha aclarado. Esta provoca efectos psíquicos en los primeros minutos, “y hay un pico importante a los 10 o 20 minutos, hasta los 30 es la fase de mayor actividad”. La desaparición de los efectos de esta se produce entre los 45 y los 90 minutos, según ha expresado el profesional, por lo que posiblemente “no ha tenido influencia en su comportamiento”
Por otra parte, en la orina había una presencia de cannabis y un metabolito “que se forma cuando la persona toma alcohol y cocaína”. Los profesionales que se encargaron del análisis de las muestras toxicológicas del fallecido en Sevilla, han determinado que en la sangre del fallecido se determinó alcohol etílico “no detectándose la presencia del mismo”. Además, en la muestra de sangre “hay dos metabolitos de cannabinol, cocaína y su metabolito” y, en la orina, “cocaína y su metabolito”.
Los técnicos que se encargaron del análisis de las pruebas de los acusados, han asegurado que en las de R.G.V encontraron metabolitos de compuestos ansiolíticos, sin poder determinar si estaba bajo los efectos de estos. Por otro lado, en J.J.R.V han explicado que detectaron “un metabolito de la cocaína y de cannabis”, habiendo habido “un consumo previo”. Sin embargo, tampoco se puede determinar que estuviese afectado por estos cuando sucedieron los hechos.
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