El exdirector de Promoción de Invercaria incide en el “potencial” de la marca Juana Martín durante el juicio
La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este lunes una nueva sesión del juicio de la pieza separada de las irregularidades investigadas en la empresa de capital riesgo Invercaria, perteneciente a la Junta de Andalucía, relativa al presunto delito continuado de prevaricación en concurso medial con un delito continuado de malversación detectado en los prestamos concedidos entre 2006 y 2011 a la diseñadora de moda flamenca Juana Martín, una causa dirigida contra la citada modista, el expresidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo; el exdirector de promoción de la entidad Cristóbal Cantos, denunciante del caso; y Antonio Nieto, exdirector financiero.
La sesión ha estado marcada por la comparecencia como acusado de Cristóbal Cantos, quien ante las preguntas del fiscal del área de Anticorrupción, que le ha interpelado durante aproximadamente tres horas; ha explicado que fue el 16 de enero de 2006 cuando le fue “asignado el proyecto” de promocionar e impulsar la actividad de Juana Martín como diseñadora de moda flamenca, para que la misma avanzase hacia una dinámica empresarial en toda regla.
Ese mismo día, según ha rememorado, Tomás Pérez-Sauquillo estaba “firmando” ya la operación, pesando esa fecha concreta la formalización de una póliza de préstamo participativo por la que Invercaria concedía a la sociedad Juana Martín Diseño 120.000 euros “destinados exclusivamente para la financiación de las actuaciones” de dicha empresa, según la Fiscalía.
En paralelo, Cantos ha señalado el papel de “promotora del proyecto” de la que fuera presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Córdoba María Fernández Pino, otrora investigada en las actuaciones. La citada responsable de la patronal y la propia Juana Martín, según el acusado, fueron quienes le detallaron la actividad objeto de la citada iniciativa de promoción.
La causa, recordémoslo, gira en torno a este primer préstamo participativo de 120.000 euros de Invercaria a la sociedad Juana Martín Diseño, sobre otro préstamo participativo de 50.000 euros para la nueva entidad Juana Martín Andalucía y sobre la inversión global de un máximo de 900.000 euros aprobada por Invercaria para la actividad en cuestión; en la que la sociedad Juana Martín Diseño se dedicaba a la confección de moda flamenca y la posterior entidad Juana Martín Andalucía a la apertura de tiendas de ropa en Andalucía y después fuera de la región.
Al respecto, Cristóbal Cantos ha señalado que los estudios previos y documentos del proyecto eran “adecuados”, sin desligarse de los mismos porque ha manifestado haberlos revisado, dado su “muy escrupuloso” tratamiento de los asuntos en Invercaria. Cuestionado por determinados documentos del proyecto sin fecha ni firma, ha expuesto que en Invercaria tales aspectos dependían de “la pulcritud” de cada técnico, que él indicaba la fecha en sus documentos y que vía digital era posible averiguar qué técnico había “modificado” por última vez cada documento.
Ante las preguntas del fiscal sobre contradicciones en la documentación del proyecto sobre la facturación o los beneficios de la actividad de Juana Martín, el acusado ha alegado que en materia de empresas emergentes, “lo relevante” es “el potencial” y en este caso “se analizó la trayectoria y creación de valores” de la diseñadora en “un mercado potencial”.
Respecto a la creación de la sociedad Juana Martín Andalucía entre la modista e Invercaria, con una aportación no dineraria de la diseñadora consistente en la marca Juana Martín Diseño, Cristóbal Cantos ha manifestado que fue el bufete Garrigues el encargado de la “conformación societaria” de la nueva entidad Juana Martín Andalucía y que los representantes del mismo habrían aconsejado dicha opción, algo que a él le daba “igual” con relación a su cometido.
En cualquier caso, ha desgranado que la nueva sociedad Juana Martín Andalucía, de cuyo consejo de administración formaba parte junto con Pérez Sauquillo, nació mediante dicha aportación de la modista, siendo valorada su marca en 440.000 euros; algo más de 700.00 euros de financiación que la diseñadora habría “buscado” a través de la entonces caja de ahorros Cajasol y la inversión global de un máximo de 900.000 euros comprometida por Invercaria.
En ese sentido, ha manifestado que Juana Martín “jamás puso objeciones” a los planteamientos que le eran expuestos en este ámbito, que ella era “muy diligente” y le hacía consultas y que el consejo de administración de Invercaria “era soberano” a la hora de decidir sobre las propuestas de inversión e incluso lo hacía respecto a iniciativas que carecían de tales propuestas. Esa idea, la de la soberanía del consejo de administración, la ha esgrimido en varias ocasiones.
Respecto al motivo por el cual el dinero del ya citado préstamo participativo de 50.000 euros a la sociedad Juana Martín Andalucía fue ingresado en la cuenta personal de la modista, que se desligaba de tal extremo al declarar en el juicio, Cantos ha opinado que derivaría de un aspecto “jurídico”, indicando que para tal ámbito Invercaria confiaba “al máximo” en el bufete Garrigues.
A su entender, podría derivar de que la sociedad no estaba entonces constituida como tal y como fórmula “puente”, el dinero fue transferido a la cuenta personal de la modista. En paralelo, ha admitido que en el apartado dispositivo del “pacto de socios” entre la diseñadora e Invercaria para la creación de la sociedad Juana Martín Andalucía la marca aportada por la diseñadora figuraba valorada tanto en 440.000 euros como en 390.000 euros, explicando que tal extremo podría deberse a un aspecto de “participación”, un término que ha diferenciado del de “aportación”.
En concreto, ha precisado que si bien la marca fue inicialmente valorada en 440.000 euros al ser aportada, --una valoración de la que él se ha desligado--, las posteriores alteraciones en materia de “participación” habrían reducido la cifra a 390.000 euros al colaborar finalmente Juana Martín con 50.000 euros.
Finalmente, se ha desligado de la contabilidad de la sociedad Juana Martín Diseño y de la contabilidad de la propia modista, alegando que él sólo tuvo acceso a las cuentas de la Juana Martín Andalucía, de cuyo consejo de administración formaba parte, siendo la contabilidad de tal entidad “externalizada” en la segunda mitad del año 2007
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