Fabricar pélet aprovechando los restos de la misma biomasa como fuente de energía limpia
Biomasa Córdoba es una de las tres plantas de la provincia que producen biocombustible sólido de origen vegetal aprovechando los recursos del entorno. Se ubica estratégicamente en Villanueva del Rey, donde existen numerosas masas de pino procedentes de repoblaciones de la década de 1950 y 1960, que no tienen otro uso que el aprovechamiento energético como biomasa.
“Producimos pélet, un biocombustible granulado de madera, y generamos calor, energía térmica, a través de calderas o estufas, en sustitución de las alimentadas por gasoil o eléctricas, en su caso. Vendemos tanto a grandes distribuidores como a consumidores medianos del tipo residencias, piscinas climatizadas u hospitales”, explica Juan José Domínguez, gerente de la empresa.
La última gran inversión que Biomasa Córdoba ha tenido que llevar a cabo ha sido la instalación de una nueva maquinaria para el secado de la astilla, una fase importante donde se obtiene el grado de humedad óptimo de ésta antes de la peletización. “No tenía sentido fabricar un pélet como energía limpia, y en su proceso de fabricación, quemar una energía fósil contaminante como es el gasoil”, destaca Domínguez.
Con la nueva inversión, el secadero se alimenta a través de un horno de biomasa calentado con astilla de pino, cáscara de almendra y corteza de pino, entre otros restos. De forma que, concluye Domínguez, “utilizamos, por un lado, el tronco sin corteza para fabricar el pélet y por otro, las ramas y hojas, como biocombustible para poner en marcha el secadero”.
En funcionamiento desde finales de 2019, el nuevo secadero de Biomasa Córdoba ya arroja datos concretos. “Permite unos rendimientos muy altos con respecto a la situación de partida, para la misma cantidad de producto secado, ahora se gasta menos energía, por lo que se ha incrementado la capacidad de producción en un 570%, aproximadamente”, explica Fernández.
Con la biomasa energética la emisión de carbono es cero
Para demostrar que “somos limpios de principio a fin”, recalca el gerente, “hemos tenido que hacer importantes inversiones y pasar por los correspondientes controles de calidad por parte de la Administración”. El balance de emisiones de la caldera de biomasa es cero, “porque el CO2 utilizado para crecer un árbol, mediante el proceso de fijación de carbono a través de la fotosíntesis, vuelve a la atmósfera, y el balance de gases queda compensado”, explica Matías Fernández, ingeniero asesor de la empresa.
El nuevo secadero de pélet de Biomasa Córdoba ha sido uno de los proyectos incentivados por la Agencia Andaluza de la Energía, con 150.200 euros sobre la inversión global. La propuesta de nueva maquinaria se adecuaba a las medidas de mejora energética en la línea Pyme Sostenible que contempla el programa para el desarrollo energético de Andalucía, un programa financiado con fondos FEDER que aún permanece abierto en algunas de sus líneas.
La inversión en maquinaria de la fábrica de Villanueva del Rey forma parte de los 10 proyectos de aprovechamiento energético de la biomasa incentivados por la Junta de Andalucía por valor de más de 900 mil euros en la provincia de Córdoba. Proyectos que han beneficiado a empresas localizadas en los municipios de Palenciana, Villanueva del Rey, Luque, Cañete de las Torres, Aguilar de la Frontera, Priego de Córdoba, Nueva Carteya, Lucena y Rute.
La importancia de reducir la carga combustible del monte
La materia prima de esta empresa es un tipo de pino pequeño y delgado que no es aprovechable para la fabricación de muebles y es utilizada para hacer pélet y producir energía limpia. Además, los trabajos de clareos en estos bosques son necesarios para evitar el riesgo de incendio.
La madera de pino es la única que se utiliza para hacer pélet y es la de mayor calidad. Se certifica con la denominación ENplus A1, “la que ofrecemos aquí en Biomasa Córdoba”, indica el gerente. “El eucalipto, la encina, el olivo no sirven”, aclara el ingeniero, porque en las pruebas de combustión, dan muchas cenizas, entro otros aspectos que muestran la baja calidad.
Desde Biomasa Córdoba, siempre aconsejan “comprar pélet de máxima calidad y así evitar que se deshaga en el saco, creando polvo, produciendo más residuos de cenizas, que al final es dinero que vas perdiendo, apunta Fernández”.
Necesitamos conseguir más materia prima a un precio razonable
La fábrica de pélet de Villanueva del Rey puede consumir 150 toneladas de madera diarias, en cambio, “hay días que tenemos que parar la fábrica por falta de materia prima”, afirma el gerente de Biomasa Córdoba. “El principal escollo de los fabricantes de pélet de la provincia es conseguir la materia a un precio razonable”, concluye.
Tenemos unos montes con una gran cantidad de biomasa que aprovechar, pero ese recurso es muy difícil de obtener por una legislación más proteccionista que pone trabas y genera una burocracia que la empresa no puede soportar. Esta labor de aprovechamiento de estos bosques es bueno para todos…“, manifiesta Domínguez.
Las masas de coníferas a medida que va creciendo el árbol, la densidad de la masa total debe ir siendo menor y se deben ejecutar los denominados tratamientos silvícolas, que consisten en un aclareo sucesivo de la masa para asegurar la regeneración natural y el crecimiento de otras especies propias del bosque mediterráneo, y sobre todo, para reducir la carga combustible del monte y el riesgo de incendio.
El manejo inteligente de nuestros bosques y olivares contribuye de manera efectiva a evitar los incendios, mitigar el cambio climático por la fijación del C02 que realizan los árboles, al mismo tiempo que estos trabajos son una importante fuente de empleo y evitan el despoblamiento de las zonas rurales.
Una estufa de biomasa resulta más económica que una de electricidad
En definitiva, al margen de consideraciones ambientales y sociales, con el uso de la biomasa nos podemos ahorrar bastante dinero a nivel individual con las instalaciones residenciales o domésticas.En los últimos años las estufas de pélet “han mejorado mucho. Son son asequibles, cómodas y sin residuos, exactamente igual que una calefacción eléctrica o de gasoil”, detalla Domínguez.
Para calentar un salón de 52m2 de una vivienda se puede llegar a consumir al día un saco y medio de pélet de unos 15 kilos, con un coste de 4 euros. En cambio, “calentar ese mismo salón con un radiador eléctrico elevaría casi al triple el gasto económico”, aseguran en Biomasa Córdoba.
El potencial futuro de la biomasa en la provincia
La provincia de Córdoba fue la primera en contar con una planta de fabricación de pélet. Ahora son cuatro fábricas. La capacidad total de producción es de 28,80 tep/año, lo que supone un 48 por ciento de la capacidad en Andalucía. La demanda de pélet sigue creciendo cada año, incluso por encima de la oferta actual, aseguran en Biomasa Córdoba.
De forma tradicional, el uso de la biomasa térmica ha estado reservado al sector industrial, pero en los últimos 10 años ha habido un crecimiento espectacular de instalaciones en los sectores residenciales y de servicios. En gran medida, gracias al empuje de la Orden de incentivos para el desarrollo energético de la Junta de Andalucía y por los programas de Construcción Sostenible gestionados por la Agencia Andaluza de la Energía.
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