Una rica herencia en 2016 tras un embarazo no deseado en los años treinta
La nieta no reconocida de un potentado de Villanueva de Córdoba consigue el reconocimiento judicial, tras el que le corresponden tres millones de euros
Una mujer de unos 50 años cobrará en 2016 una herencia de unos tres millones de euros después de demostrarse ahora la veracidad de unos hechos ocurridos en los años treinta. En concreto, esta mujer se convertirá en heredera de un potentado jarote, que en los años treinta dejó embarazada a su abuela. El caso lo ha llevado ante los juzgados de Madrid el bufete Osuna. Finalmente, el juez ha estimado la demanda presentada por la nieta de esta mujer y ha confirmado la relación de paternidad con su madre “en un 99%”, tras las correspondientes pruebas de ADN.
Según ha informado el propio bufete de abogados, la nieta presentó la demanda cuando falleció su madre. Al parecer, su nacimiento fue fruto de la relación que mantuvieron el hijo de una familia muy potentada de Villanueva de Córdoba con la hija de los guardeses de la finca en la que residían. Fruto de la relación, “que fue un escándalo en la época”, relataba el abogado, nació una niña. Según el abogado, el hombre nunca reconoció formalmente a la niña, pero sí que decidió otorgarle bienes como una vivienda para que pudiese salir adelante. No obstante, ha sido ahora cuando la nieta ha decidido reclamar la herencia de este hombre, que tendrán que pagar los nietos sí reconocidos y que ya disfrutan de todos los bienes de su abuelo, que acaba de ser reconocido por la justicia.
El despacho de abogados resalta que “a la niña se le puso el nombre de pila de la abuela paterna, Purificación, en atención a la misma, pues este no era un nombre común”. Ya que “esta circunstancia fue conocida por toda la población” y “para evitar la vergüenza”, la niña fue a vivir a Córdoba con unos familiares, donde creció junto a sus abuelos, “sin ir a la escuela”; mientras que a su madre “le buscaron trabajo como empleada de servicio doméstico, entonces criada”, según apunta el despacho, que agrega que ello se hizo “para evitar la vergüenza, pues allí todo el mundo conocía la situación”.
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