Las restricciones de movilidad muestran una imagen insólita de tranquilidad en el Belén de Chocolate de Rute
A Rute no llega la Navidad hasta que Galleros Artesanos inaugura su Belén de Chocolate. El de este año vio la luz el 13 de octubre, cuando aún las visitas turísticas estaban permitidas entre municipios. Tras muchas dudas, los propietarios de esta empresa familiar apostaron por ofrecer un año más este emblema de la localidad para incentivar, de alguna manera, el turismo. Sin embargo, semanas después, la Junta de Andalucía ordenó el cierre de este municipio, echando al traste las buenas expectativas marcadas desde su apertura.
“Las visitas no tienen nada que ver con respecto a las del año pasado, pero bueno, es lo que hay”, se lamenta Jorge Garrido, uno de los responsables de la empresa. La apertura del Belén de Chocolate y las dos semanas posteriores transcurrieron con total normalidad. La distancia de seguridad, el uso de mascarilla y el gel hidroalcohólico eran las medidas a las que estaban sujetos todos los visitantes. Pero faltaba algo más: los grupos de visitas que todos los años se trasladaban hasta esta localidad del sur de Córdoba.
El 29 de octubre, la Junta de Andalucía publicaba las nuevas restricciones que afectaban de lleno a Rute, al igual que al resto de pueblos de este distrito sanitario. El mandato era claro: prohibido entrar y salir del municipio si causa justificada, como puede ser por motivos laborales, profesionales, empresariales, institucionales o legales. Con las esperanzas puestas en una mejora de la evolución de la pandemia, las expectativas volvieron a chafarse cuando el 9 de noviembre se publicaron las nuevas medidas de restricción de la movilidad, afectando a todos los municipios de Córdoba, incluida la capital.
La consecuencia principal de estas medidas ha llevado a que el Belén de Chocolate tenga una afluencia muy escasa de visitantes, que se reducen a “aquellas familias del pueblo que por la tarde quieran venir o a comerciales de empresas que recalan en el pueblo” y deciden visitarlo. Del año pasado a este, un abismo. “En 2019, por estas fechas teníamos prácticamente un lleno absoluto para el Puente de Diciembre, pero el pueblo está vacío y desierto de turistas”. A pesar de ello, el cierre del belén no está en la cabeza de Galleros Artesanos dado que el coste de mantenerlo abierto es mínimo. “La empresa continúa con su actividad en la fábrica, que está también en este edificio, junto con el Museo del Turrón”.
Las medidas continuarán hasta el próximo 23 de noviembre y será este domingo cuando el Comité Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto analizará la evolución de la pandemia y decidirá si prorroga, flexibiliza o endurece las restricciones activadas el pasado 10 de noviembre. A la espera de poder retomar el turismo local y nacional, Galleros Artesanos ha realizado una visita virtual del Belén de Chocolate para acercar a todas las casas de Córdoba todo un trabajo artesanal de calidad.
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